Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 41

—¿Quién soy yo? —Emilio suelta una rara risa y no se enfada. —Soy tu marido, Luna. ¿Qué pasa? Me has abrazado fuerte hace un momento y ahora vuelves la cara y no lo admites.

Luna se da cuenta de que ha sido engañada de nuevo por Emilio y baja la cabeza.

Pero...

Luna sabe que Emilio es poderoso. Pero lo que ella pensaba es que sólo es el presidente de un grupo empresarial ordinario con medios especiales. Ahora, teme que Emilio siga teniendo una posición importante en los bajos fondos.

Es un miembro de los bajos fondos.

Luna lo identifica cuando piensa en la fila de hombres con trajes negros de ahora.

—Yo... Emilio... Nunca pensé que me casaría con un hombre de los bajos fondos... Yo... No quiero tener nada que ver con la gente del hampa... —Luna tiembla y se muerde el labio.

Emilio frunce el ceño. Entorna los ojos y la mira fijamente. —Luna, te digo que, sea buena o mala persona, desde que te has casado conmigo, ¡eres mi mujer!

—... —Luna no habla y agacha la cabeza.

Emilio se molesta cuando la ve. —Luna, no creas que no sé lo que pasa en tu corazón. Te digo que en esta vida no vas a huir de mí. Mientras yo esté aquí, nunca será posible.

Luna tiembla y se estremece violentamente. Su voz es escalofriante, como si viniera de una bodega de hielo en el infierno.

—Ya veo... Yo... No voy a... —El rostro de Emilio es sombrío y terrible. Luna no quiere causar más problemas. Después de todo, él la ha salvado hoy. Así que tiene que decirlo.

Emilio resopla y deja de hablar.

Luna piensa de repente en lo que él ha hecho para salvarla. Pensó que él nunca vendría a salvarla de todos modos, pero no piensa en ello...

Después de pensar un momento, Luna dice:

—Emilio, hoy... ¿Has venido a salvarme? Creía que no ibas a venir...

Luna quiere darle las gracias, pero no se da cuenta de que, antes de terminar, es interrumpida por la indiferencia de Emilio.

—Bueno, te salvé sólo para evitar que murieras y para torturarte más, ¿y tú? ¿Has hecho algo con ese gordo? Tengo curiosidad por eso. Ajá, ¿me he adelantado un poco? Emilio se queda mirando a Luna y dice riéndose.

Luna está aturdida. Está asustada. Teme que él la malinterprete. Rápidamente explica:

—No, no lo hice...

—¿De verdad? —pregunta Emilio, aparentemente en tono de incredulidad.

Luna está agradecida a Emilio por haberla salvado hoy, pero no esperaba que lo dijera. Además, él no parece creerla mucho. Aprieta los dientes de inmediato y dice:

—Emilio, te digo que nunca he hecho nada para traicionarte. Por favor, quita tus sospechas. Además, si has venido hoy antes, ¿cómo he podido sufrir semejante humillación? No vayas tan lejos.

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