"Cupido" caído del cielo romance Capítulo 49

Manuel se agitaba la cabeza y dijo-una persona, lo que piensa no en coincidencia con lo que dice.-

Quería verla pero dijo no.

Marcos no le hacía caso y entró directamente en el hospital.

En este momento, en la familia Ureña, el ambiente era pesado.

Gustavo había recibido la noticia de que Mateo era retenido.

Nadie pensaba que con un plan perfecto, sucediera esto.

La policía hacía esta gestión y el superintendente del hospital actuaba por esto.

Ahora Agustina regresó y él compensó 500 mil a Mateo. Pensándolo, Gustavo era cada vez más furioso.

-Padre… ¿por qué sucede esto? ¿quién ayuda a Paulina? ¿es Marcos?-

La persona que dijo es Diana, en cuanto a Marcos, recordó lo ocurrido en el restaurante. ¿qué ventajas tenía Paulina? ¿por qué era querida por este hombre tan excelente?

Con cara hosca, no podía pensar otro sino Marcos.

Olivia dijo con entrecejo-marido, ¿qué debemos hacer con este proyecto?-

Paulina se aborrecía mucho de la familia Ureña y ahora no podían amenazarla con Agustina…

-Padre, si Grupo Leoz no quiere colaborar con nosotros, con la familia de Santino vamos…-

Jamás la familia Ureña y la han pensaban que esta cosa evolucionara así, si no podían cooperar con Grupo Leoz, las empresas de las dos iban a perder mucho.

-No hables. - Gustavo interrumpió a Diana impaciente.

-Si no echara a Paulina de Empresa Creativa Excelencia, no armaría tal escándalo. Y Santino, en el hospital, no puede hacer nada…-qué inútil.

Js era cada vez más enfadado, si no tratara a Paulina con desamor en aquel entonces, esta cosa no podría desarrollarse hasta así.

Diana miraba a Gustavo increíblemente, sufriendo injusticias.

-Padre, ¿por qué me echas la culpa?-

-Basta, Diana, ahora tu padre está enfadado, no hables.- Olivia persuadió a los dos levantándose.

Paulina se contenía la ira y lo que estaba sufriendo, muchos años pasados ¿por qué Paulina era siempre superior a ella aunque no tenía nada.

Por ella, el padre la culpaba por primera vez.

Ahora, en el hospital.

Paulina estaba cuidando a su madre. El médico acababa de hacer un examen a Agustina, y esta estaba muy bien, por lo que Paulina se tranquilizaba mucho.

Trasladaron a su madre del cuarto doble al individual con mejor entorno. Paulina iba a rechazar tal amabilidad del hospital, pero el superintendente pidió perdón personalmente queriendo compensarla y así tener un buen arreglo a para su madre.

Vacilando un poco, no lo rechazó.

Paulina limpiaba la cara y las manos con aguas tibias. Viendo a esta mujer acostarse en la cama con tranquilidad, ella quería llorar y estrechaba sus manos con las de su madre.

-Madre, me preocupo mucho por ti.-

-No puede sucederte algún accidente, al contrario, ¿qué debo hacer? Solo te tengo. -

La madre era su único pilar espiritual y no podía perderla.

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