"Cupido" caído del cielo romance Capítulo 51

Álvaro no sabía decir nada, seguro que estaba pensando demasiado, reconciliación fue inexistente.

¿Su hermano realmente esperó en el coche? Uf, el presidente del grupo de Leoz incluso tuvo un día como así.

Con esta eficiencia, es muy difícil encontrar una novia, parecía que necesitaba un empujón, de lo contrario su cuñada sería perseguida por alguien más.

Al pensar, en los ojos de Álvaro brilló una alegría misteriosa e imprevisible.

Al día siguiente, cuando Paulina llegó a la empresa, el compañero al lado habló, -Paulina, hay una fiesta en la empresa por la noche, recuerda no perderla.-

-¿Una fiesta?-

-Bueno, está organizado por la empresa, todos los empleados tienen que asistir.-

Pensando en ello, Paulina no pudo evitar abrir la boca con un poco de curiosidad y preguntó, -¿asistirá también el jefe?-

Cuanto más tiempo permanecía en la empresa, más curiosidad sentía Paulina por saber quién era realmente el jefe de esta empresa.

El joven colega se rio, -¡cómo es posible!, ¡cómo puede venir el jefe a una fiesta tan pequeña!-

-Bien.-

-¡No lo olvides después del trabajo por esta tarde!

Aunque a Paulina no le gustaba mucho este tipo de fiestas, no podía encontrar un pretexto para negarse, después de todo, era recién trabajada aquí, así que tuvo que asentir con la cabeza.

-Bueno, ya lo sé.-

Después de decir eso, Paulina sacó su celular y hizo una llamada a Esteban.

La llamada fue rápidamente atendida y Esteban habló con entusiasmo, -¡Paulina!-

-Esteban, yo tengo algo que hacer esta noche y volveré tarde, así que no vengas por la tarde.-

Al oír esas palabras, la carita originalmente emocionada de Esteban cambió instantáneamente.

-Bien entonces. No te preocupes.-

-Vale, Esteban eres muy bueno.- Paulina sonrió.

Uf… Otro día que no podía ver a Paulina, Esteban colgó el teléfono con tristeza.

En el despacho del jefe del Grupo de Leoz, después de informar trabajos, preguntó, -de paso, hermano, esta noche el presidente del Grupio Fendi citará con nosotros, si todo va rodado, quizá hable de la firma, no pierda la fiesta.-

Marcos asintió con la cabeza, -dame la hora y el lugar.-

-A las ocho de esta noche, en el Club Emperador,- paró y añadió, -recuerda, ¡asiste!-

De no estar presente su hermano en la fiesta, su toda la preparación sería en vano.

Acabó las palabras, Álvaro se fue con sonrisa.

Marcos levantó sus miradas, según el conocimiento de más de veinte años de su propio hermano, esta sonrisa definitivamente no fue simple.

Él sintió vagamente que Álvaro estaba planteando algo.

Pero en este momento una llamada de trabajo perturbó el pensamiento de Marcos, y por eso no siguió pensando en esto.

Esa noche, tras terminar trabajo, Paulina iría a cenar con Lilianai y los demás. La cantidad del personal de esta empresa era ni más ni menos, una veintena, todos iban con animación al restaurante.

Paulina es una empleada recién llegada, Lilianai les presentó todos a ella.

Todos los compañeros tenían una impresión buena sobre ella dándole la bienvenida.

Como así, la cena terminó pronto en las conversaciones y las risas.

Tras la comida, Lilianai miró a su reloj llevado en su muñeca, -todavía es temprano, es raro que tengamos tiempo para reunirnos, ¿así que por qué no vamos a un club cercano y nos divertimos?-

-Sí, sí, sí. Estoy libre.-

-¡Todo está a disposición de gerente Lilianai !-

Todos mostraron el consentimiento. Todos estaban tan efusivos que Paulina no sería bueno si no iría. Paulina se mostró descompuesta, porque no le gustaba ese tipo de lugares ruidosos.

-Paulina, ¡vamos!-

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