Capítulo 12
giovanni ha vuelto
Narrado por Amy
Estoy entrando a la oficina de Caroline y me detengo de repente, veo a un hombre sentado adentro, veo sus zapatos negros, impecablemente lustrados y mi corazón da un vuelco.
Entré, esperando que fuera él.
Amy: - Ale… - No termino lo que iba a decir, porque veo que no es quien pensaba, es Giovanni, y aunque me gusta verlo, estoy terriblemente decepcionado.
Amy: - Gio - digo, sin poder ocultar mi decepción, mierda.
Gio: - Bella donna, que alegría verme - bromea.
Amy: - No es así, no esperaba verte aquí - Trato de ocultar mi desenfoque.
Me da un abrazo y me susurra al oído.
Gio: - Te extrañé, rubia.
Me mira con esa cara de cabrón y sonríe.
Le devuelvo la sonrisa y le digo que me siga a mi oficina.
Entra, cierra la puerta y le pone llave.
Él entiende mi indirecta, tira de mí hacia arriba y hacia arriba de mi vestido, desvía mis bragas. A estas alturas ya le he bajado los pantalones y me penetra con urgencia para sentirme. Siento entrar todo su miembro en mí y vibro de lujuria. No podemos hacer ruido, de lo contrario, Caroline escucha, bueno, ella no es tonta, ¿verdad, jajaja? Venimos rápido, porque no podemos estar aquí follando como locos en mi oficina. Me arreglo el vestido, él se arregla la ropa y abro la puerta lentamente para que no me vean.
Amy: - Bueno, entonces hablemos de trabajo. ¡Cómo están las cosas en la oficina en Italia!
Narrado por Amy
Por la tarde, lo pasé todo en reuniones. Tengo cinco minutos y me voy a tomar un café, por favor, hora de una taza de café. Suena mi celular. Miro la pantalla. Gio, en la llamada kkk.
Amy: - ¿Ya me extrañas? - digo provocativamente.
Gio: - Por eso te llamo, ¿qué te parece encontrarme en mi habitación de hotel?
Amy: - Hmmmm, déjame ver - Estoy jugando duro ahahah - tal vez, si insistes.
Él ríe.
Gio: - Hazme ese pequeño favor.
Nos reímos como dos tontos.
Regresé para otra reunión, y así hasta las 6:00 pm, que me voy a ir y nadie me dice nada después de esa hora, no, afff.
Narrado por Amy
Son las 9:30 pm cuando estaciono mi auto en el garaje del hotel, me ha dado libre tránsito, así que puedo ir cuando quiera.
Subo al piso 7, a la habitación número 722, deslizo la tarjeta y entro, hermosa y glamurosa kkk.
Gio está sentado en el borde de la cama con solo los pantalones puestos y todo su torso a la vista, es hermoso, estoy caliente en este momento en todo mi cuerpo.
Traigo mi cabello recogido, pero en este momento lo suelto y él sonríe con un aire realmente cachondo. Me acerco a él y me pongo de rodillas entre sus piernas, él echa un poco el torso hacia atrás y apoya las manos en la cama. le desabrocho los botones del pantalon y ya tiene la verga adentro dura como una piedra, suelto la pobrecita que esta ahi apretada, y pulsa en mi mano, anhela que me la meta en la boca, me atrevo a hacerlo enseguida Lo chupo en toda su longitud y Gio gime de placer.
Amy: - Mmm, lo sé. La curiosidad mató al gato Gio.
Me río nerviosamente.
Gio: - ¡Y si te pido que te cases conmigo! ¿Te casarías conmigo?
Me mira claramente sorprendida por mi pregunta, no salió como lo planeé, soy un maldito tapir.
Amy: - Ya estoy casada Gio, eso lo sabes.
Gio: - Pero llevas casi un año separada de él, ¿por qué no te ocupas del divorcio y te deshaces de él?
No entiendo por qué sigue casada con él, a pesar de que llevan tanto tiempo separados, no se hablan, no se ven, no entiendo.
Se levanta de la cama, siento que se puso nerviosa.
Gio: - ¿Te vas? - Pregunto viéndola vestirse.
Amy: - Sí, tengo una cita.
Gio: - ¡Pero hoy es sábado!
Amy:- ¿Y entonces? Le prometí a mi papá que iría a la casa y ya llegué tarde. Besos, hablamos luego.
Agarra su bolso y las llaves de su auto y se va, dejándome allí como un tonto.
Amy huyendo de la conversación, por supuesto.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Destinado a