Fabiola vio que había mordido el anzuelo y se acercó despacio, se sentó en el sofá y dijo: "Hoy vine para proponerte un trato en buenos términos, no para pelear. Además, seguir en esta lucha no le conviene a ninguna de las dos".
"Si quieres saber la causa del accidente, sentémonos y hablemos tranquilamente".
Estefanía se giró para mirar a Fabiola, la observó con desdén y respondió fríamente: "¿Y por qué debería confiar en ti?".
Fabiola era muy astuta y sabía cómo adaptarse a las circunstancias y manipular los sentimientos de los demás.
Sin duda, lo que Estefanía no podía superar después de tantos años era la temprana partida de Sebastián.
Pero Fabiola era una mentirosa sin escrúpulos.
Estefanía recordaba que desde los tres o cuatro años, Fabiola ya mentía y engañaba con tal habilidad que podía hacer caer en sus trampas incluso a los adultos casi sin dejar sospechas.
No sabía si había aprendido esas artimañas de Laura Romero o si simplemente era una sociópata y una malvada de nacimiento.
Habiendo escuchado y visto tantas mentiras de Fabiola a lo largo de los años, Estefanía ya estaba insensibilizada.
Sin más remedio, Fabiola se encogió de hombros: "No te estoy forzando a creer en mí, sólo no soporto ver cómo algunos se aprovechan de la situación y no puedo evitar querer compartir contigo lo que sé".
Estefanía frunció aún más el ceño.
Al ver que Estefanía pareció vacilar, Fabiola continuó: "Sé que tienes un acuerdo con Carlos".
"El trato que quiero proponerte es sobre eso. Si aceptas alejarte de él pacíficamente, entonces te diré quién mató a tu hijo".
Estefanía la miró fijamente durante un buen rato antes de responder en voz baja: "Entonces, cuéntame lo que sabes".
"Fue Isabel". Fabiola se enderezó un poco y bajó la voz antes de continuar ansiosamente.
Fabiola se levantó y fue hacia la barra, tomó una botella de agua mineral de espaldas a Estefanía, la abrió y volvió lentamente hacia donde estaba Estefanía.
"Sólo lamento no haber sido lo suficientemente mayor para tener un hijo con Carlos antes que Isabel".
"Isabel sólo tiene a Joaquín de su lado, en realidad, a la familia Mendoza no le agrada, piensa que es una mujer voluble y una fuente de problemas. El patriarca prefiere a alguien como yo y la familia Mendoza me dio su aprobación".
Fabiola estaba contando historias que mezclaban la verdad con la mentira, pero Estefanía había escuchado una versión diferente de los hechos por parte de Natalia.
Estefanía sentía que Natalia no tenía ninguna razón para engañarla.
Pero Fabiola sí.
Si ella le creía a Fabiola, seguro terminaría odiando aún más a Isabel y también detestaría a Joaquín, ya que fue por él que había perdido a Sebastián.
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