Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 275

Estefanía los miró fijamente uno por uno y memorizó cada rostro.

Se memorizó una cara y pasó a la siguiente.

Iba a recordar sus caras para siempre.

Si lograba salir con vida de allí, se aseguraría de que supieran qué era vivir un infierno, les haría rogar por la muerte sin poder conseguirla.

Los tipos se pusieron a jugar a piedra, papel o tijera para ver quién iría primero mientras se reían con morbosidad.

El que salió elegido miró hacia atrás y frunció el ceño diciendo: "¡Ella nos está mirando! Quiere ver en qué orden vamos a disfrutarla".

Estefanía tenía la mirada fría, apenas lo observó y siguió en silencio memorizando los rostros de los demás.

A ese primero, ella le haría pagar caro.

El juego duró un minuto o dos, y los que quedaron al final estaban disconformes, murmuraron mientras se acercaban y tocaban a Estefanía.

"Mírenla, parece flaca, pero es una joyita", dijo uno mientras le apretaba la cara con fuerza.

Antes de que pudiera retirar la mano, sintió un dolor agudo.

Se dio la vuelta y vio que Estefanía le había mordido el pulgar hasta hacerle sangrar.

"¡Suéltame!", gritó mientras se retorcía de dolor.

Estefanía apretó más fuerte los dientes, no tenía intención de soltarlo. El hombre fue incapaz de soportar el dolor y la golpeó varias veces con la otra mano.

La cara de Estefanía ya estaba hinchada, pero ella no cedía.

El tipo sintió que su dedo estaba a punto de ser arrancado y, con estallido de rabia, golpeó la cabeza de Estefanía contra la cama para liberarse.

Al mirar su dedo, se dio cuenta de que había sido mordido tan profundamente que se veía el hueso.

"¡Perra desgraciada! ¡Parece que fui demasiando generoso contigo! ¡¿Cómo te atreves a atacarme?!", gritó mientras la golpeaba y la pateaba de nuevo, luego rasgó su ropa.

Estefanía sonrió.

Javier nunca entendió que ella no quería sólo protegerse, no quería volver a ser débil y que la pisotearan.

A su lado, nadie se atrevía a molestarla, pero sin Javier, sin el nombre de Fénix, ¿qué era ella?

No quería que Javier la controlara ni que la protegiera para siempre.

Nunca sintió algo más que amistad por Javier, la respuesta siempre fue clara desde el principio, quería volver con Carlos.

"¡Estefanía!". Escuchó a alguien gritando su nombre desesperadamente.

"¡Estefanía, despierta!". Carlos estaba sacudiéndola frenéticamente en sus brazos mientras la llamaba una y otra vez.

Estefanía fue golpeada hasta quedar irreconocible, ella fue perdiendo la respiración en los brazos de Carlos.

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