Divina Vida romance Capítulo 24

Jeanne y yo nos observamos al mismo tiempo y por esa milésima de segundo sé que piensa lo mismo que yo, no es casualidad que la hermana de Jeanne haya tomado mal sus medicamentos.

El doctor asiente ante las palabras de Jeanne y pide a continuación que se abra una investigación para saber quien exactamente había suministrado los medicamentos a Alisa Nizzari.

-Señora Nizzari le prometo que esto se resolverá prontamente y lamentamos el inconveniente...-el doctor comenzaba a dar sus explicaciones pero Jeanne negó firmemente con su cabeza.

-No quiero que lamenten nada doctor, quiero saber quién fue la persona que hizo que mi hermana tuviese un ataque, este debiese un lugar seguro pero pareciera que cualquiera puede entrar y casi matar a un paciente...-Jeanne había alzado su voz y decidí intervenir. Tomé una de sus manos y la obligué a seguirme fuera de la habitación, mire una última vez al doctor que parecía realmente incómodo y cerré la puerta tras Jeanne.

-Emma esto es..-la hice callar poniendo uno de mis dedos sobre su boca y obligándole a mirarme.

-Shh... no ganas nada teniendo esta actitud Jeanne, debes pensar con la cabeza fría si queremos llegar al fondo de todo esto-dije seria pero con firmeza- el doctor dijo que lo investigarán, solo debemos esperar, si no, puedes tomar las medidas necesarias...-Jeanne me observó detenidamente, negó con su cabeza y pareció relajar sus hombros, me permití suspirar- vamos a por algún bocadillo, ¿Alisa está al tanto de esto?-pregunté mientras Jeanne se rendía a seguirme.

-No y es mejor que no esté al tanto todavía-dijo Jeanne mientras agarraba una de mis manos en silencio.

Llegamos a la cafetería y ambas nos servimos dos grandes vasos de chocolate caliente, aún no eran las doce del día y el cielo se hallaba perdido entre grandes nubes, el siquiátrico parecía un lugar frío y aburrido un día como aquel.

Las siguientes horas Jeanne estuvo realizando diversos llamados a investigadores privados, solo uno decidió ayudarnos debido a lo poco legal que resultaba hacer una investigación por cuenta propia, pero Jeanne era lo suficiente terca como para investigar por sí misma, una vez que el hombre aceptó logró relajarse un tanto más, pero pareciera ser que nada le sacaba de la cabeza la idea de una posible conspiración contra Jeanne y su familia.

-Debemos volver a la mansión-dijo Jeanne luego de que visitásemos a Alisa por último vez.

-Cuiden a mi pequeña por favor, sé que está en buenas manos-dijo Alisa luego de abrazar a Jeanne y observarnos a ambas- sé que en algún momento podré ser libre y salir de este lugar, algún día las tres podremos conversar en un lugar que no sea este, hasta entonces, seguiré luchando cada día para que eso pase-terminó Alisa mientras lagrimeaba. Nos dimos un abrazo de despedida Alisa susurró a mi oído

-Cuida a Jeanne por mi-Alisa se separó apenas me dijo aquello y se despidió de nosotras con un movimiento de mano.

Jeanne y yo volvimos luego de aquello a la mansión, el viaje de vuelta lo llevamos en silencio, Jeanne parecía perdida observando el paisaje pasar mientras yo me debatía interiormente si decir algo o no, llevaba tiempo conviviendo con Jeanne pero aún desconocía la mayor parte de sus actitudes y la forma en que tomaba cada noticia, decidí darle su espacio y solo decidí tomar su mano a mitad de camino. Jeanne tomó mis dedos con los suyos y luego de lanzarme una mirada rápido volvió a perderse en sus pensamientos.

Cuando llegamos a la mansión ya era bastante tarde, subí a ver a Marie quien descansaba plácidamente sobre su cama y cerré la puerta para no despertarle. Cuando bajé Jeanne estaba tomando una copa de vino mientras hablaba por teléfono.

-¿Mañana?-dijo exaltada- eso no puede ser, me hubiese acordado estoy segura...no, iré no puedo no hacerlo-viró sus ojos e hizo una mueca- claro que no, nos vemos.

Colgó el teléfono y me observó con una sonrisa triste.

-Mañana debo partir al otro lado del país-dijo soltando un suspiro y por alguna razón sentí un gusto amargo al tragar- lo siento Emma, con todo lo que ha pasado he olvidado el cierre de un contrato que debo hacer con urgencia, solo me iré por un par de días...

Asentí absorbiendo la información y Jeanne se acercó hasta quedar posicionada frente a mí.

-Lo siento, prometo que esta vez será la única en que te lo informo tan prontamente-había subido mi mentón con dos de sus dedos y ahora tenía sus ojos a centímetros de los míos- gracias Emma por acompañarme, por estar conmigo en todo esto...

No logré decir nada porque Jeanne depositó sus labios sobre los míos y francamente desde ese momento decidí no pensar en nada, solo en responder a Jeanne que no dejaba mi boca escapar de la suya. Mordió mi labio con sus dientes suavemente y mi corazón se detuvo en ese instante.

-¿Cuantos días son?-pregunté luego de recomponerme y Jeanne rió.

-¿Me vas a extrañar Emma?-dijo con una sonrisa burlona y yo la empujé despacio en respuesta negando con mi cabeza.

-Solo quiero saberlo, estaba pensando seguir el consejo de Alisa y buscar algún sicólogo, sé que ahora me encuentro bien, pero hay algunas cosas que aún debo resolver...-dije sincera y Jeanne asintió.

-Claro, si quieres puedo recomendarte alguno-Jeanne había vuelto a agarrar su copa de vino- me encuentro agotada, ¿podemos ir directo a la cama?-preguntó observándome y yo asentí. Últimamente nos habíamos acostumbrado a dormir juntas y la verdad, dormir con los brazos de Jeanne Nizzari rodeándome no me parecía una mala idea.

Subimos luego de que Jeanne terminase su copa de vino, luego de ponernos el pijama Jeanne apagó la luz y nos acostamos en silencio.

-¿Puedo?-Jeanne estaba junto a mí y quería pasar su brazo por mi cintura.

-Claro-dije normal pero con mil emociones por dentro.

-Estoy muy agotada Emma, han sido semanas muy...-asentí en la oscuridad y pegué mas mi cuerpo al de Jeanne.

-Lo sé, pero podemos contra todo ello-dije segura y Jeanne besó mi frente en respuesta- creo que juntas somos capaces de...luchar contra todo-dije sin pensarlo mucho y Jeanne se quedó en silencio-¿Dije algo malo?-pregunté insegura y Jeanne negó con su cabeza.

-No Emma, dijiste algo que yo también pienso, solo que no lo decía en voz alta-Jeanne ocultaba su rostro para que no lo viese- en este último tiempo me he acostumbrado a estar contigo...a todo de ti en verdad y puedo decir que no me molesta ni un poco...

Jeanne era especialista en dejarme con el corazón latiendo a mil, asentí en silencio en la oscuridad. Jeanne decidió cerrar sus ojos y yo la imité. Muy dentro de mí sabía que extrañaría su presencia en estos días, pero al mismo tiempo no me atrevía a decírselo, todo era tan nuevo y recién comenzábamos a conocernos...aún no me sentía preparada para confesar aquello. Decidí dejar pensar cuando mi mente comenzó a divagar y caí rendida unos minutos luego de Jeanne.

*

Han pasado tres días desde que Jeanne se fue, Marie y yo hemos hecho hasta lo inimaginable para divertirnos, desde cocinar galletas a pintar su habitación, en pocos meses sentía una conexión real con la pequeña y podía notar como aquello era recíproco.

-Emma ¿podemos ver televisión?-eran al rededor de las 6 pm y asentí, podía dejar que Marie hiciese cosas que normalmente no dejaba solo porque quería mantenerle distraída y también mantenerme yo alejada de mis pensamientos. La falta de Jeanne comenzaba a notarse y muy dentro de mí deseaba que volviese pronto.

La mañana en que se fue desperté sola tendida en la enorme cama de Jeanne, me había dejado una nota junto a la cama.

-No te acostumbres a dormir sin mi.

Jeanne podía ser una real romántica cuando se lo proponía y eso nunca terminaba de sorprenderme. Tal como lo anunció en su nota casa noche la miraba y me iba a dormir pensando en los brazos de Jeanne Nizzari.

Como solo Marie y yo nos encontrábamos en la mansión nos divertíamos corriendo de un extremo a otro, también comencé a reactivar mi actividad física y ya llevaba dos días corriendo todas la mañanas. Todo estaba saliendo normal y lo seguiría siendo si dos mensajes no hubiesen llegado a mi celular el día siguiente. El primero era de Jeanne, tuvo un inconveniente y su vuelta ahora sería para la próxima semana, me desanime ante ello pero me recomponí rápidamente al ver el siguiente mensaje, era de Beatriz.

-Emma, lamento no haberte escrito antes pero he tenido algunos asuntos que solucionar, tengo un puesto para ti en mi empresa y espero gozar de tu compañía prontamente, esperaré tu mensaje para juntarnos en algún lugar-B.

Había olvidado casi completamente a Beatriz desde el accidente de Alisa, si bien ya había oído a Jeanne y me había dejado en claro todo aún me intrigaba la valiosa información que podía tener, y sabía que Jeanne también lo necesitaba ¿Qué debía hacer?

24 1

24 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divina Vida