--¿Qué te ocurre? Te veo mal parce que te ha golpeado un auto y volvió a pasar una y otra vez por encima de ti…--observo a Velka sin poder creer aquel ejemplo tan extraño que ha dado, mientras una risita de Anza se escucha en el lugar
--No ocurre nada, solo… solo es una tontería…--era obvio que no me crean, pues sus rostros solo detonaban que no parecían creerme en lo más mínimo, pues yo no era para nada buena mintiendo, mamá solía decirlo todo el tiempo cada que llegaba a su lado e intentaba engañarla con una sonrisa demostrando que no me dolía verla en tal condición
--Si… no eres buena mintiendo, creía que ya teníamos claro eso… así que habla ¿Qué ocurre?--¿Qué ocurre, aquello era tan simple de preguntar, pero tan difícil de contestar, no sabía cómo hacerlo, no sabía cómo tocarle el tema a mis mejores amigos, no sabía cómo llegar al punto en el que debía explicarles que el hombre por el que había estado esperado todo este tiempo, aquel que era mi esposo del cual no tenían la menor idea de su existencia, había llegado con otra mujer y había llegado a toda costa que deseaba el divorcio sin importarle nada más
--No pasa nada... pero hoy si quiero una cerveza…--todos estaban completamente extrañados al escucharme, pues yo no era de aquellas que tomaba, no era de aquellas chicas que solía ahogar sus penas en alcohol, ya que mi trabajo y mi estudio no me permitía ser tan extrovertida como deseaba, pero no me interesaba, hoy quería actuar como una chica de veinticuatro años y quería tomar unas cervezas sin importarme nada el día de mañana, ya que el hombre con el que me case al parecer me engañó con la mujer que era mi miga cuando era apenas una niña, creo que ni judas escóriate lograría ser tan cruel y malvado al traicionar de esa manera
--No se diga más… cerveza será…--no importo la mirada de los demás, no importo que ellos quisieran saber que me ocurría a mí, por una vez en mi vida quise ser egoísta y quise emborracharme recordando justamente como me llegue a sentir y cuáles habían logrado ser las palabras de aquel hombre, junto con sus miradas de desprecio
Y es que recuerdo el sentimiento y me siento igual, pues en aquel instante quería llorar, quería hacerle miles de preguntas y de hacerle miles de reclamos, mientras lo golpeaba, yo lo había esperado por tantos años, yo había seguido enamorada de él después de tanto tiempo, ahora resulta que nada de eso sirvió, que nada de aquello parecía importarle, Ferka estaba con una mujer de la mano, parecían íntimos, parecían una pareja de novios que llegan a saludar a la familia, mientras yo no era más que la infiltrada, estaba completamente furioso y quería ir a gritarle muchas cosas
Pero no le demostraría mi enojo, no le daría el gusto a todos en la misión, quienes parecían ansiosos de ver qué tipo de espectáculo haría, era hija de una madre soltera que había sufrido cualquier cantidad de insultos, la había visto sufrir por la protección del viejo amo quien siempre la cuidaba más que el resto de la servidumbre, veía aquel gesto de fastidio cada que veían jugando con Ferka y Yesica, sabía a la perfección que era ser despreciada, y aquello que había prendido en todo este tiempo era el hecho de que y no bajaba la cabeza ante nadie y no mostraba mis sentimientos así estuviese muriéndome por dentro.
--¿Qué se supone que esto? Ferka Lup… ¿Qué se supone que esto? —observe como mi esposo quien era completamente hermoso, aún más hermoso de cuando era solo un niño pequeño hacia una pequeña sonrisa y sé acerba hacia nosotros aun ignorando mi presencia por completo
--A mí también me alegra verte abuelo, no deberías recibir a tu nieto después de tanto tiempo con regaños, deberíamos saludarnos con cariño y amor…--el abuelo estaba enojado lo podía ver, mientras que Ferka parecía no haber hecho nada malo, no parecía prestarme mucha atención, pues no era más que un fantasma que solo estaba al lado del centro del interés de mi esposo
--Quien es esa mujer, no entiendo que haces de la mano con esta mujer, cuando tu esposa está esperando por ti…-- su mirada había cambiado en cuanto llego dirigida hacia mí, ya no había rastro de su sonriente expresión, ahora era vacía y seca, parecía la de un hombre completamente diferente al Ferka que yo una vez llegue a conocer, no se parecía en nada al niño sonriente y de mirada cariñosa que una vez yo llegue a tener frente a mi
--Abuelo quiero que conozcas de nuevo a Yesica Rău, ella será tu nueva nuera… he decido casarme con ella, de hecho, le he pedido matrimonio desde hace mucho tiempo y madre y padre estuvieron cuando pedí su mano…
--Estamos tan felices por ustedes hijos… la verdad es que estoy muy orgullosa, felicidades de nuevo yeni…--la madre de Ferka hablo llena de emoción mientras yo no podía creerlo, el abuelo estaba atan impactado que simplemente dejo de respirar, yo estaba en estado de shock, mientras que todos corrían hacia el abuelo apartándome del hombre que había cuidado de mí e ignorando toda mi presencia al ver que no era más que un ser sin importancia en el lugar
Pero entonces mi mirada se fue dirigida a ella, aquella mujer que se llamaba igual a la niña con la que Ferka y yo jugábamos de pequeños y logre comprenderlo, era ella, era Yesica Rău en aquel entonces no la conocía, y no tenía idea de cuál era su apellido, pero ahora la recuerdo su cabello castaño, sus ojos azules tan parecidos a los de Ferka y su expresión de insolencia y maldad, no había duda aquella mujer era la niña con la que tenía que luchar para obtener el amor de Ferka, ya que solía decir todo el tiempo que ella sería su esposa algo que me molestaba grandemente
--Quíntense de encima… no los quiero encima… tú…. Tú eres… --observe como el abuelo ya había vuelto a sus cabales y parecía estar a punto de que le diera un ataque al corazón, por lo que sin importarme muy poco las miradas llenas de oído de todos en el lugar incluyendo a mi supuesto esposo tome la mano del abuelo e intente tranquilizarlo hablado por primera vez desde el inicio de este caótico almuerzo
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿DIVORCIO? Ni pensar