El Amor De Antonio romance Capítulo 400

Clara y Lydia se apresuraron al hospital. Cuando vieron a Alejandra sentada fuera de la sala, se miraron mutuamente y se acercaron rápidamente.

-Alejandra...- susurró Clara.

Al escuchar el sonido, Alejandra levantó la cabeza y vio que eran ellas. Las comisuras de sus labios formaron un arco poco profundo, -Estáis aquí-.

Al ver sus ojos enrojecidos, Lydia frunció el ceño, -¿Has llorado?-

Alejandra movió las comisuras de la boca sin hablar nada.

Clara levantó los ojos para mirar la puerta cerrada de la sala, frunció el ceño y luego volvió a mirar a Alejandra, -Alejandra, ¿por qué el abuelo está hospitalizado de repente?-

-Guillen y yo estamos registrados para casarnos-.

-¿Registrar para casaros?-, exclamó Lydia, dándose cuenta de que estaba en el hospital, bajó la voz y preguntó de nuevo, -¿Por qué registráis de repente?-

Después, su mirada recorrió el vientre de Alejandra, -¿Es porque estás embarazada que tenéis tanta prisa?-

Alejandra dijo un ¨sí¨ en voz baja, -En realidad, no es apresurado. Porque Guillen ya lo mencionó antes, pero simplemente aplazamos y no lo hicimos-.

-Entonces, ¿el abuelo estaba tan enojado por este incidente y se cayó enfermo porque no podía soportarlo?-, preguntó Clara tentativamente.

Alejandra guardó silencio.

-El abuelo de Guillen es tan irrazonable. Ya estás embarazada. Si no os casáis, ¿quiere que el niño nacerá ilegítimo? ¡Esa es la sangre de la familia Colón!-, Lydia no sabía cómo una persona puede ser tan indiferente y obstinado que no tiene ningún toque humano en absoluto.

-Lydia, mantén la voz baja-. Clara reprendió suavemente. Estaban en la puerta de la sala. Si alguien dentro lo escuchara, podría causar problemas para Alejandra.

Lydia es originalmente el tipo de persona que se atreve a amar, odiar, hablar y hacer. No temía que sus palabras fueran escuchadas por la familia Colón.

-¿Por qué debo bajar la voz?-, Lydia levantó la voz unos grados, como si estuviera tratando deliberadamente de decir a la gente en la habitación, -La familia Colón es una familia centenaria. ¿No es vergonzosa atropellar a una chica de esta manera?-

Esta vez, Clara no detuvo a Lydia porque ella también estaba muy insatisfecha con la familia Colón en su corazón. No importa cuán simpático fuera el abuelo de Guillen, él es el destructor más implacable en el asunto de Guillen y Alejandra.

Ahora que está enfermo, ¿quién sabe si usará esto para separar a Guillen y Alejandra?

Justo después de que cayó la voz de Lydia, la puerta de la habitación se abrió desde el interior y salió una mujer joven.

Clara y Lydia se sorprendieron y se preguntaron en su corazón quién era esta persona.

Pero Alejandra se puso de pie inmediatamente y le llamó tímidamente a la mujer, -Cuñada-.

¿Cuñada? Clara arqueó las cejas. Resultó que esta era la mujer del hermano de Guillen.

Cuando Josefa escuchó que Alejandra la llamó "cuñada", sus cejas se arrugaron ligeramente y un rastro de disgusto brilló en sus ojos.

Ella miró a las chicas con ojos fríos y luego fijó a Alejandra, -Señorita Alejandra, ¿es conveniente para usted que conversamos un momento?-

Alejandra asintió, -Sí, claro-.

Josefa se dio la vuelta primero y caminó con arrogancia hacia la escalera al final del pasillo.

-Alejandra-, Clara miró a Alejandra con preocupación.

La cuñada de Guillen que parecía no una mujer bondadosa, le pidió que charlara. Clara temía que Alejandra fuera perjudicada.

-No te preocupes. Reaccionaré en consecuencia-.

Alejandra mostró una sonrisa que las consoló, y luego se apresuró a seguir los pasos de Josefa.

Mirando a las dos figuras que se alejaban, Lydia frunció las cejas con fuerza, -Clara, ¿crees que la cuñada de Guillen la intimidaría?-

Tal vez es que no esperaba que Alejandra la respondiera de esta manera, la cara de Josefa se oscureció un poco y las comisuras de sus labios se curvaron burlonamente, -No pensaba que sabes hablar tanto-.

La cara de Alejandra estaba tensa y la miró sin mostrar ninguna debilidad.

-Está bien-. Josefa asintió y luego le preguntó directamente, -Señorita Alejandra, está con Guillen porque él es miembro de la familia Colón, ¿verdad?-

Alejandra sonrió, -No, incluso si es de una familia banal, estaré con él-.

Al ver su expresión firme, Josefa entrecerró los ojos, -¿Estás segura?-

-Seguro-.

Josefa se rió levemente y luego su sonrisa desapareció de inmediato, -Entonces te digo que si él quiere estar contigo, debe renunciar a todo lo que la familia Colón le ha dado y a su acomodada vida por más de 20 años. Entonces necesitará vivir una vida limitada con usted. ¿Está dispuesta a que él vivirá una vida que requiera una planificación cuidadosa por cada centavo para usted?-

Alejandra se mordió el labio inferior con una pizca de vacilación en su expresión.

Un destello de luz cruzó los ojos de Josefa y ella continuó, -Sé que estáis enamorados y él está dispuesto a renunciar a todo por ti, ¿y tú? ¿Aceptarás egoístamente lo que sacrifica por ti? ¿Lo amas para su bien o para su mal?-

Si Guillen realmente quiere renunciar a todo por ella, entonces ella ... ¿puede aceptarlo con calma?

La respuesta es … no.

Ella no quiere que él hiciera ningún sacrificio por ella. Él es el orgullo del cielo y es tan noble. Él y ella son como nubes y barro, y no son dignos de ninguna manera.

Pensando en esto, su corazón latía ferozmente. Resultó que realmente hay una gran brecha entre ellos.

Alejandra parpadeó con sus ojos húmedos para evitar que las lágrimas cayeran, sin querer mostrar su fragilidad frente a Josefa.

Ella frunció los labios y preguntó con calma, -Entonces señora, ¿qué debo hacer?-

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