-Separa de Guillen. Puedes dar luz al bebé y luego lo darás a la familia Colón. Te compensaremos-.
Esta era la única opción que le dieron Josefa y la familia Colón.
-¿Y si no lo haré?, Preguntó Alejandra.
Josefa sonrió, -Entonces la familia Colón no te dejará en paz-.
Oponerse a la familia Colón es como un huevo golpeando contra una piedra. Deben ser ella y sus padres los heridos.
Entonces, ¿por qué debería persistir en estar contra la familia Colón?
Alejandra respiró hondamente, -No le daré el niño a la familia Colón. Lo criaré yo solo-.
-Señorita Alejandra, ¿crees que puede darle una buena vida a su niño?-, Josefa puso sus manos alrededor de su pecho y le echó una mirada interrogante.
-No, pero yo soy la madre del niño y el niño no puede vivir sin su madre-.
-No se preocupe. Sandra se convertirá en la madre del niño y lo tratará como si fuera suyo-.
Parecía que habían hecho todos los planes y ella no tenía otra opción.
Alejandra se burló, -Eres realmente considerada-.
Después, se veía decisiva y dijo con firmeza, -La madre del niño solo puedo ser yo-.
Josefa frunció el ceño, -Señorita Alejandra, ¿por qué dices esto? El niño tiene la sangre de la familia Colón. ¿Cree que la familia Colón lo dejará vivir afuera de la familia?-
-¿La sangre de la familia Colón?, Se burló Alejandra, -No, no es de la familia Colón sino de la familia Guzmán-.
No esperaba que Alejandra sea tan persistente, Josefa la miró fijamente.
-Exacto, es de la familia Guzmán, ni siquiera lo piense la familia Colón-.
De repente, una voz interrumpió la conversación.
Josefa y Alejandra volvieron rápidamente la cabeza y vieron a Lydia y Clara acercándose una tras otra.
-Lydia, Clara ...-, Alejandra se sorprendió porque no esperaba que aparecieran de repente.
Josefa inmediatamente se enfadó y regañó, -¿Sois tan ineducadas que estáis escuchado a escondidas?-
-¿Ineducadas?, Se burló Lydia. -Tu familia Colón obliga a una chica a hacer lo que no quiere hacer. Entonces, ¿son educados los miembros de la familia?-
-Tú ...-, Josefa estaba tan enojada que no podía hablar.
Clara caminó hacia Alejandra, tomó su mano y le dio una sonrisa tranquilizadora, -Alejandra, aquí estamos-.
Alejandra, que controló a no llorar hasta aquel momento, rompió a llorar en un instante, y todos los agravios se derramaron en este momento.
Clara la abrazó con mucho cariño, miró a Josefa y dijo con frialdad, -El niño no será entregado a la familia Colón. Alejandra será separada de Guillen tampoco. Abandonad lo que estáis planeando-.
-Exacto-, Lydia miró con desprecio a Josefa, -Eres demasiado infame. Aprovechando la debilidad de que Alejandra ama tanto a Guillen, amenazas a Alejandra que dejara a Guillen. ¡Eres realmente infame! Te desprecio-.
Josefa estaba enojada y se rió en respuesta, -¿Infame? Solo le conté los hechos y la dejé tomar su propia decisión. Es su propia decisión si elige separarse de Guillen o no-.
-¡Maldita sea! Sabías que ella elegiría separarse antes de que dijeras esas cosas. Ahora bien, todo no tiene nada que ver contigo-.
-¡Es realmente irritante! Aún no te dio la bendición, ¿necesitamos su bendición? ¡Ah!-, Lydia curvó sus labios desdeñosamente hacia la dirección de la partida de Josefa.
Luego, volvió la cabeza y miró a Alejandra fingiendo estar insatisfecha, -Alejandra, ¿eres estúpida? Cuanto menos os apoyan, más deben estar juntos. Es mejor hacerlos enojar hasta que murieran-.
-¡Lydia!-, Clara la fulminó con la mirada, -¿Por qué hablas cada vez más desmesurado?-
Lydia frunció los labios, -¿Acaso no es que estoy demasiado enojada por un tiempo?-
Clara suspiró sin remedios, -Lo sé, pero den cuidado con sus palabras, ¿sabes? No causes más problemas a Alejandra-.
-Vale, vale. Haré mi mejor esfuerzo-. Lydia se tocó la nariz con disgusto.
Clara la entrecerró los ojos con enojo y luego le dijo a Alejandra, -Alejandra, vamos a ver si Antonio y los demás terminaran de hablar-.
Alejandra asintió.
Cuando las tres salieron de la escalera, sucedió que Antonio y los demás también salieron de la sala.
-Antonio-, llamó Clara. Luego caminó rápidamente con las manos apoyando a Alejandra.
Al ver que Alejandra estaba aquí, Antonio llamó a Clara y le contó sobre la situación. Ella también dijo que vendría.
A juzgar por el tiempo, Clara debería haber llegado si venía, pero ¿por qué no se pudo ver?
Antonio frunció el ceño y miró el reloj en su muñeca, justo en ese momento, escuchó una voz familiar.
Siguiendo la voz, vio a Clara y a las dos otras chicas caminando rápidamente hacia su dirección.
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