EL CLUB DEL DESEO romance Capítulo 12

Jenny siguió a Audrey hasta los baños, en cuanto entró la vio echarse agua en el rostro y sonrió maliciosa.

—¿Te calientas cuando estás cerca de Gael? — Audrey brincó del susto, no la oyó llegar y no pudo evitar que su rostro se pusiera rojo como un tomate.

—No— dijo en un susurro que hizo que Jenny soltara una carcajada.

—Tranquila, ese hombre es guapa, claro, no es como mi hombre, pero es un hombre muy caliente ¿te gusta? — Audrey la miraba aún sorprendida. — Tranquila puedes confiar en mí. — Audrey lo sabía, por eso le había pedido a Gael que dejara que ella le ayudara.

—Es… no tengo palabras, me gusta, y mucho más que William. Es tan sexy, su mirada, su sonrisa, todo él me deja muda.

—¿Quién es William? — Jenny necesitaba saber, y no por chismosa, estaba segura que esa mujer podía ser alguien en la vida de su jefe.

—Él.. él es mi amigo, de toda la vida, creo William siempre a trato de protegerme de los abusos de mi padre, siempre me ha apoyado, incluso creo que él fue mi primera ilusión, yo lo quiero muchísimo, pero cuando él tuvo su primera novia decidí dejar de pensar en él como hombre y verlo como amigo. Pero.. — se quedó callada antes de seguir y eso a Jenny la puso ansiosa.

—¿Pero..? Por favor no te detengas, vas hacer que mis nervios aumenten — dijo muy dramática, cosa que hizo sonreír a Audrey.

—Pero tiene dos meses que ha estado más que cariñoso, se que él me está viendo más que una amiga, es tan atento, es muy guapo, y muy bueno conmigo. — Audrey suspiró frustrada.

—¿Pasa algo más cierto? — ella asintió —¿Quieres contarme? — Jenny deseaba que terminara el relato, pero tampoco quería obligarla.

—Hace dos semanas me pidió que me casara con él así yo podría salir de la casa de mi padre antes de que pasara alguna desgracia, yo le dije que me diera tiempo, porque aunque sé que con él estaría muy bien, no quiero casarme por obligación, aunque también se que si me lo propongo podría enamorarme de él. — Jenny la miró por unos minutos a los ojos antes de hablar.

—Pero tienes miedo de hacerlo ¿verdad? Por qué si están bueno como dices ¿que es?

—Porque si me obligo a mi misma a querer a alguien, puede que deje escapar a quien realmente sea para mí.

— En eso tienes mucha razón cariño, pero ¿tanto sufres con tu padre? — Audrey la miró con una sonrisa amarga y lágrimas en sus ojos.

—Todo era perfecto hasta que tuve 8 años, jugaba con mi vecina de la calle de enfrente, mi madre salió a decirme que era hora de entrar porque debía comer, un auto venía a una velocidad muy alta, yo estaba tan feliz que nunca me fije al cruzar obvio mi madre sí lo hizo, y corrió a salvarme, por lo que el auto terminó por atropellar a mi mamá, al parecer el hombre estaba muy ebrio, pero si no hubiera sido por mí, si yo no hubiera estado afuera ella seguiría con vida, fue mi culpa y mi padre me lo repite día a día, me odia por destruir lo que más amaba siempre dice que haberme engendrado así lo peor que ha hecho en la vida — a este punto ya ambas lloraba, Jenny sentía el dolor tan grande que Audrey sentía — lo siento, no quiero hablar más del tema. — Había muchas cosas que nadie sabía, bueno solo William.

—Prometo ser una gran amiga para ti Audrey, me caíste muy bien desde que te conocí y eso fue hace un día — dijo muy divertida. – y la segunda cosa que me gustaría preguntarte es si quieres ser bailarina el día de la fiesta de aniversario — Audrey boquio como pez fuera del agua.

—¿Cómo dices? No creo que yo pueda hacerlo bien. — la sonrisa que Jenny le dio era de miedo, esta mujer era de armas tomar y de eso ya se daba cuenta.

—Por eso no tienes que preocuparte, pero eso será un secreto entre nosotras, quiero hacer algo para mi hombre, quiero sorprenderlo, además si a las personas le gusta lo que haces, cosa que sé que va a pasar tendrás un trabajo con mayor paga.

Audrey la miró por largos segundos, el baile de las mujeres era muy sensual, y para qué negarlo, ella quería verse y sentirse así.

—Voy a confiar en que no me vas a dejar en ridículo. — Jenny volvió a gritar de emoción al oír a Audrey.

—Te juro que eso va a pasar, vamos a ensayar en mi casa, tendremos que hacer una agenda, para que todo quede perfecto y los ensayos no choquen con la hora laboral. No tienes que preocuparte por nada, serás la sensación del club. — Audrey la miró muy emocionada — ahora me voy, porque debemos trabajar, nos vemos por ahí, Jenny salió feliz, mientras que Audrey quedó emocionada y muy ansiosa.

Jenny se dirigió hacía la oficina con un propósito ya en mente, nadie iba hacerle cambiar de parecer, ni siquiera Mason. Sonrió con malicia por sus propios pensamientos e ideas, tenía que decirse a sí misma que estaba loca.

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