EL CLUB DEL DESEO romance Capítulo 13

Jenny entró sin tocar a la oficina, aunque a Gael eso le molestaba bastante no lo hacía con Jenny, ella trabajaba con él desde que había abierto ese club, tenía 7 años trabajando juntos, la conocía y la quería mucho era como una amiga, ya se había acostumbrado a su forma tan espontánea y explosiva.

—¿No te han enseñado a tocar la puerta? — le dijo serio, pero ella nada más lo miró.

—No. Además mi marido está aquí — ella iba a decirle que se iría a su casa una que estaba en la misma propiedad hacer unas cosas pero Mason la conocía muy bien y con sólo una mirada se dio cuenta que estuvo llorando, por lo que muy intimidante se acercó a ella.

—¿Quién putas te hizo llorar? — Gael los miró sorprendido, mientras detallaba más a Jenny y notó sus ojos.

—Audrey — Gael de inmediato se levantó al oírla, ambos hombres la miraban sorprendidos.

—¿Qué has dicho? — Mason no pudo evitar seguir callado.

—No pienses mal, yo estaba con ella la seguí hasta el baño de mujeres para hablar con ella, cuando empezamos a tocar temas más profundos.

—¿Temas más profundos? — Gael a este punto ya se encontraba al frente de Jenny, incluso había corrido a Mason quien lo miraba con una ceja alzada.

—Sí, lo que ha pasado desde que su madre murió, y ese hombre ha sido un maldito, pero se que hay más, solo que no quiso decirme, pero si sé que ese hombre se ha encargado de humillarla desde que tiene 8 años, además de que la culpa del accidente en el cual murió su madre, ha sufrido tanto que me partió el corazón, fue solo eso. — dijo mirando a su marido, Gael sintió como él enojo emanaba de él, ese maldito hombre debía pagar de alguna manera lo que ella había sufrido.

—Ya me voy a encargar yo de que pague lo que le ha hecho sufrir a Audrey.

—Eso es muy lindo de tu parte jefe, pero ya ella tiene un caballero de brillante armadura para defenderla.

—¿Qué estás diciendo? — algo en Gael se alertó.

—Digo que ella ya tiene a William, él…

—Ese es solo su amigo, ella me lo dijo — dijo alzando un poco más la voz, Jenny quiso sonreír, pero no lo hizo.

—Cierto, pero ella me dijo que él fue como su primer amor, pero William solo la veía como una amiga — Jenny vio como Gael pasaba de enojado a estar algo más relajado — bueno, eso hasta hace algún tiempo, porque al parecer el hombre está enamorado de ella, ya se le ha declarado, incluso le ofreció matrimonio — Gael sintió que el aire se le iba, no podía creer lo que escuchaba, si antes tenía tenía enojo, ahora tenía rabia, y mucha rabia, decidido a salir de ahí hecho una rabia, pero tanto como Mason y Jenny adivinaron lo que él pensaba hacer.

—Alto ahí — dijo ella de teniéndolo — no vas a salir así y mucho menos en ese estado. ¿Qué diablos te pasa?

—Tú a mi no me dices que hacer Jenny, ella no puede casarse, yo no voy a dejarla— ella se cruzó de brazos.

—Tú no eres nadie para que le prohíbas, eres solo su maldito jefe, te guste o no Gael, ella tiene derecho hacer su vida con quién más le plazca.

—Jenny — le dijo en tono de advertencia.

—Jenny nada, déjalo, sabes que nunca he apoyado que ninguno sea un puto, pero por si no lo has notado, él la ve distinto, déjalos, y si no están destinados a estar juntos, al menos lo intentaron. —Mason no pudo evitar besar a su esposa con pasión, esa mujer era malditamente perfecta. Él manoseaba sus nalgas a su antojo.

—Te amo, eres lo mejor de mi vida y tienes mucha razón, pero de verdad esa joven me agrada, no quiero que salga lastimada. — dijo cuando se separó un poco de ella, pero aún sus labios se rozaban.

—Lo sé, a mi también me agrada mucho, no puedo prometer que si llega a estar con Gael no salga lastimada, pero sí puedo prometer que si sale lastimada voy a estar ahí para ella. Voy a ser su amiga y voy dar lo mejor de mi.

—Sé que lo harás, porque siempre das lo mejor de ti — volvió a besarla como si su vida dependiera de eso.

Gael salió en busca de Audrey, ella no podía casarse y ser de otro, ella debía de ser de él, no se explicaba porque tenía esos sentimientos de posesión pero no iba a permitir que otro hombre se la arrebatara y menos sin aún a verla tenido.

Entró al baño dando un portazo haciendo que Audrey brincara del susto. Ella al verlo se extrañó pero no pudo decir nada porque lo próximo que sintió fueron los labios de Gael sobre los de ella.

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