El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 407

¡Bita gritó sin parar cómo iba a morir Vicente!

Las palabras eran tan viciosas. Incluso sólo escuchándolas, el corazón de Emiliano sintió un dolor.

Como un hombre tan bueno, ¿por qué su abuelo había conocido a una mentirosa tan despiadada?

Pero las palabras de Bita hicieron que sus dedos se apretaran alrededor de su cuello. Aflojó un poco el agarre.

Sí, el abuelo tenía una enfermedad cardíaca y no había mucha gente que lo supiera.

Pero Bita vivió en su casa durante un mes más o menos y había estado en contacto con todos.

Aunque no dijeran nada, ¡ella siempre supiera esta información!-

Y además, ¡siguió unida a su tía!

Esta familia era tan tranquila y serena, pero todo había cambiado por esta mujer.

¡Emiliano se odió tanto a sí mismo!

Al principio, ¿cómo pudo ser ciego? ¿Cómo podía confiar en esta mentirosa?

¿Por qué no hicieron más identificaciones para recuperarla?

¡Nunca lo pensó que esa única identificación fue manipulada de antemano!

¡Qué tonto!

-Primo. No tienes que culparte a ti mismo. Cualquier otro habría caído en la trampa sobre esas cosas. ¿No es así?-

¿Quién iba a pensar que iban a arreglar las cosas tan perfectamente?

El informe de identificación al que si mismo acudió. ¿Quién lo hubiera creído que era una falsificación?

-Primo. Te admiro de verdad. Eres una persona tan brillante y tienes un buen temperamento. Si no me gusta Senda, creo que probablemente tú también me gustes.-

-¡Cállate!- Esa desvergüenza era una mujer viciosa con el corazón de una serpiente!

La mano de Bita cayó sobre su muñeca, pero no para alejarlo sino le tocó ligeramente.

Emiliano se sintió como si hubiera sido tocado por algo venenoso. Se apresuró a retirar la mano, ni siquiera quería tocarla.

-Huh. ¿No soy suficientemente hermosa?-

Bita estaba un poco enfadada. ¿Cómo es que estaba tan mimado con Mauren cuando estaba con Mauren en la cama?

¡Incluso puso su brazo suavemente alrededor de Mauren cuando los dos fueron a la sala!

¿Y ella no podía ni siquiera tocarlo?

Emiliano no quería hacer tonterías con ella.

¡Estaba de mal humor!

-¿Dime qué es lo que quieres?-

En este momento, realmente no pudo decirle al abuelo la verdad de inmediato, pero era imposible mantener esto en secreto.

Bita comprendió por supuesto que Emiliano iba a reaccionar pronto.

Naturalmente, era imposible para seguir ocultándolo desde que se descubrió el engaño.

Ella sonrió y dijo, -No quiero mucho, sólo cinco mil millones. Primo, puedes sacarlo, ¿verdad?-

-¡No lo tengo!-

Era el hombre más apreciado de Vicente, pero todos estos años sólo había trabajado para su abuelo.

Nunca buscó sus propios intereses. La participación estaba en su nombre, pero sólo podía tomar dividendos mientras no se cobrara.

No tenía gran riqueza.

-Primo, no seas modesto. El Grupo López te da muchos dividendos cada año. ¿Cómo es posible que no consigas ni siquiera cinco mil millones?-

Bita sabía muy bien su situación financiera.

-No es un pago único incluso con los dividendos. Y además, no se puede cobrar inmediatamente.-

¡No pudo vender la participación del Grupo López!

-Dos mil millones. ¡Eso es lo mejor trato que puedo darte!- Parecía furiosa su cara y no había lugar para la negociación.

-Y necesito tiempo.-

-Bien. Cinco días.- Bita extendió su mano blanca.

-No intentes negociar de nuevo. Cinco días es mi límite. Dos mil millones ni un céntimo menos.-

¡Eso era ridículo!

-No me importa lo que hagas, tienes que conseguir que Vicente transfiera tus acciones hoy. Si no lo consigues hoy, ¡nunca lo lograrás!-

El hombre colgó el teléfono.

Bita se quedó mirando la pantalla de su teléfono que se apagaba con una cara resentida.

Siempre era lo mismo. Colgar cuando dijo que lo haría y no había ni el más mínimo respeto por ella.

De hecho, ya no era la Bita sin estatus ni posición de entonces.

¡Al menos era la nieta de la familia López ahora!

Una posición tan exaltada. ¿No era eso suficiente para que la gente lo admitiera?

¿Cómo podían ellos seguir tratándola tan mal? ¡La trataban a su antojo!

¡Era una humillación que ser tratada así!

Tarde o temprano diría a todo el mundo que ¡Bita ya no era alguien a quien pudieran controlar!

Estaba muy enfadada que iba a tirar el teléfono.

Inesperadamente, la pantalla del teléfono se iluminó de repente.

Esta llamadas hizo que los ojos de Bita se iluminaran. El ambiente mejoró al instante.

Se apresuró a coger el teléfono, cambiando a su voz más suave y dulce, -Senda...-

***

Emiliano realmente no iba a esperar.

Sin embargo, también era consciente que la gente que había detrás de Bita no le dejaría que Bita esperara realmente cinco días en silencio.

Aunque todavía no sabía quién estaba detrás de Bita, ella sola definitivamente no podía hacer todo esto.

-Averigua a quién está apoyando a Bita. Y a partir de ahora, vigila el paradero de Bita.-

Sus ojos se calentaron al instante cuando veía un número de llamada después de colgar el teléfono.

Lo cogió, -Mauren, ¿dónde estás ahora? Quiero verte.-

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