El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 453

-No.- Mauren se dio la vuelta, miró las estrellas del cielo y sonrió ligeramente, -Él y yo, no será posible estar juntos.-

Independientemente del malentendido del principio, que ahora se había resuelto o no, o de la contribución que Senda había hecho en el asunto de salvar a la familia López, ella y Senda, nunca tendrían la oportunidad de volver al principio.

Senda era famoso mientras Mauren era infame.

Ella vivía sola, y estas cosas fue del pasado.

Pero si estaba con Senda, la mujer de Senda, una figura tan importante, su pasado, seguramente sería notado por otros.

Ella… no tenía la capacidad de soportarlo todo.

Lo más importante era que tenía que proteger a sus hijos.

-Pero qué pasa por si acaso él encuentra este lugar…-

Si Senda encontró este lugar, entonces no le tocaba a ella decir si todavía había una posibilidad entre los dos.

-No suelo pensar en vano.- Mauren le sonrió y se volvió hacia el vestíbulo.

-Es tarde ya, acuéstate temprano, y mañana dejo que Noan os enseñe la ciudad, no es tan concurrida como Ciudad Norte, pero, es tranquila y silenciosa.-

Xavier sabía que ella no quería seguir discutiendo el asunto y sólo pudo asentir y seguirla de vuelta al salón.

Por casualidad, Noan salió de la habitación y barrió a Xavier, -No molestes a Mauren y al bebé, ven, vamos a tomar una copa.-

Xavier sabía que Noan tenía algo que decirle.

Debería ser para advertirle de algo.

Este Noan, pasara lo que pasara, siempre era Mauren el que más se preocupaba.

Y ahora, presumiblemente, había dos hijos más, hijos de Mauren, pero no de él.

A Xavier le dolía mucho el corazón por él, pero este seguía viviendo feliz.

-Bien, yo también quiero probar los bocadillos de aquí.-

-Ya tienes unas decenas de años, ¿por qué sigues pensando en la comida todos los días?-

Cuando los dos salieron por la puerta, Mauren volvió a su habitación y miró a sus dos hijos dormidos.

Xavier tenía razón, Dulce podría no ser tan obvio todavía, pero, Hugo…

Su mano se extendió, y antes de que las yemas de sus dedos tocaran a Hugo, el niño frunció el ceño, aparentemente percibiendo algo.

Un niño de más de un año, tan despierto, si no fuera como Senda, ¿a quién más podría parecerse?

Sus genes eran demasiado fuertes…

Sin embargo, sin importar el aspecto de Hugo, nunca dejaría que Senda se llevara a su hijo.

El bebé era suyo, para siempre, ¡sólo era de ella!

***

-Quiero decir, ¿qué demonios pasa entre tú y Mauren? ¿Han pasado dos años y todavía no puedes arreglarlo? Ella todavía no puede olvidar a ese hombre, ¡pero tú eres el que ha estado a su lado durante los últimos dos años!-

Xavier estaba realmente de mal humor, y con más vino, las palabras se desbordaron inmediatamente.

-Lo he intentado esta noche y ya me ha dicho que de ninguna manera va a estar con ese hombre.-

-Está tan decidida, ¿no puedes hacer un esfuerzo? Si no es posible para ellos, significa que sí es posible para vosotros.-

No era que quisiera fastidiar, pero conocía demasiado bien el carácter de Noan.

Podría guardar esas palabras en su corazón por el resto de su vida, para no avergonzar a Mauren.

Si no decía nada, Mauren no tenía ninguna presión y ciertamente no tomaría la iniciativa.

Este tonto, si un hombre no toma la iniciativa, ¿aún espera que una mujer se le lance encima?

Con la situación actual de Mauren, ¿cómo podría lanzarse a sus brazos?

¡Era madre de dos niños! Sentiría que ya no era apta para una relación de pareja y que ya no estaba capacitada para buscar la felicidad.

Entonces, ¿cómo podría ella tomar la iniciativa?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El corazón de Señor Peréz