-¿De qué estás hablando? ¿Eres rico? ¡Jajaja!-
Zaloa estaba muy alegre ahora.
Yoana siempre había sido orgullosa y arrogante, no esperaba que encontrara un novio tan extraño.
Como un tonto.
Nazario también se burló, -Entonces Diego, ¿a qué te dedicas? ¿Qué tipo de propiedad tiene tu familia?-
Mientras hablaba, levantó la muñeca y miró su reloj, quería que todo el mundo supiera que llevaba un Rolex.
Diego los miró con frialdad, -¡La propiedad de mi familia, vosotros dos no merecéis saberlo!-
-¡Puff, jajaja!-
Los dos rompieron a reír.
Yoana tiró levemente de la ropa de Diego, indicándole que dejara de hablar.
Lo dijo apresuradamente, pero no esperaba que Diego realmente actuara de acuerdo con lo que ella dijo.
Yoana ciertamente sabía que Diego solía ser pobre en la escuela y sufría acoso escolar, simplemente luego ganó la lotería.
Pero incluso ganó la lotería, todavía tenía una gran diferencia con Nazario.
Solo quería cabrear a Zaloa.
Pero inesperadamente, Zaloa no estaba enojada, ¡sino que se rio de ella!
Justo cuando las cuatro personas pensando en sus propios planes.
-¡Bam!-
Se escuchó el sonido de una furiosa caída de la botella.
-¡No me importa! Voy a obtener la licencia de conducir, voy a conducir hoy mismo, no importa qué método uses, ¡tengo que obtener mi licencia de conducir de todos modos!-
Diego lo miró.
Era una chica de unos 20 años que estaba enfadada con su novio.
Ambos estaban vestidos con ropa extraordinaria.
La chica probablemente no había pasado el examen, por lo que se enojó.
-¡Anita, no te preocupes, encontraré la manera y buscaré alguna relación, haré todo lo posible para sacarte la licencia de conducir!-
-Bah, vale. ¿Por qué otras chicas la han conseguido tan rápido? ¡Es obvio que mi coche no es fácil de manejar, o cómo no puedo manejarlo ni estacionarlo bien! ¡Voy a conducir tu Lamborghini Gallardo lo antes posible y tomar una vuelta por mi escuela de antes!
¡Anita estaba furiosa!
El chico estaba allí para consolarle.
Diego dijo en voz baja, que parecía que a estos dos los había visto en algún lugar, pero no se acordó realmente en dónde.
-¿Señor Vicente, señorita Anita?-
Nazario de repente gritó sorprendido.
-¿Eh? Nazario, ¿conoces a ese chico que conduce Lamborghini?-
Zaloa ordenó el pelo y preguntó.
-Sí, el señor Vicente era un compañero mayor de nuestra Universidad Norte, su familia hace la industria de leche, que es muy rica. Hace unos días vi en su Instagram que acabó de comprar un Lamborghini Gallardo, madre mía, ¡costó 3,8 millones!
Nazario estaba presentando con bastante orgullo.
Estaba orgulloso por conocer a una persona tan rica.
-¡Vaya! ¡El coche deportivo Lamborghini de 3,8 millones, qué guapo!-
Zaloa lo dijo sorprendida.
El Ferrari de Nazario costó solo 750 mil.
¡Hizo que Zaloa se sintiera increíble!
Nazario ordenó su ropa.
Inmediatamente se acercó a saludar.
-¡Nazario, eres tú!-
El señor Vicente vio venir a Nazario, y Anita, que estaba llorando y gritando a su lado, dejó de hacer caos.
Empezaron a charlarse.
-No esperaba tal casualidad. ¿No nos hemos visto durante varios años después de la graduación...? Uy, déjame ver, ¡ya tienes un Ferrari, qué bien!-
Nazario sonrió amargamente.
-¿Cómo puedo compararlo con usted, conduce un auto deportivo Lamborghini. Por cierto, señor Vicente, ¿dónde está su coche? ¡Quiero verlo!-
Zaloa abrazó el brazo de Nazario y sonrió al señor Vicente.
-Señor Vicente, ¿luego vamos a comer en este coche mismo?- Dijo Zaloa con envidia.
-¡Vale! ¿Eh? Nazario, estos dos, ¿son tus amigos?-
El señor Vicente se fijó en Diego y Yoana.
Sin embargo, evidentemente no fue Diego a quien le prestó atención, sino la elegante y hermosa Yoana.
Esta chica era tan hermosa, incluso un poco más guapa que la novia de Nazario, Zaloa.
-¡Ella es mi prima, y el pringado a su lado es su novio!-
Dijo Zaloa irónicamente.
Especialmente la palabra novio, la dijo muy fuerte y la destacó.
-¡Eso es!-
El señor Vicente sonrió y se acercó a Yoana para darse la mano.
Obviamente, a Yoana le molestó cuando vio su mirada erótica, así que dio un paso atrás.
Diego la apretó, -¡Hola Señor Vicente!-
-¡Mierda!-
El señor Vicente frunció el ceño, su mano estaba cogida por un pringado.
En ese momento, miró a Diego con decepción, -Hola...mierda, ¿cómo es usted?-
Después de ver la cara de Diego claramente.
El señor Vicente se quedó totalmente pasmado.
Incluso temblaba todo el cuerpo, fue increíble.
Aunque Diego no era feo, no le reconocerían en la multitud. Además, Diego siempre llevaba ropa ordinaria, era difícil que le reconocieran a la primera vista.
El señor Vicente sorprendió por acabar de reconocerlo.
¡Este, fue el señor Diego que compró un Lamborghini de 18 millones sin dudar ni un segundo!
-¡Señor Diego, es usted, me alegro volver a verlo!- El Señor Vicente le dio la mano emocionado.
-¿Qué?- Zaloa se sorprendió.
-Señor Vicente, ¿cómo lo llamas?-
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