El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 173

Oscar bajó la cabeza mirándola, luego se inclinó a besarla en la frente. El perfume de la chica llegó a él, excitando sus sentidos.

Se quedaba mirándola, hasta que ella se despertó con sueño completo.

Ya era la una de la mañana.

Laura abrió los ojos lentamente, los cuales eran tan claros como el manantial cristalino, donde flotaban las ondas delicadas. Las pestañas densas como las alas hermosas y finas de la mariposa estaban temblando levemente a medida que respiraba. Cuando se despertó, el rostro guapo entró en su vista, luego notó que sus ojos cariñosos se quedaban fijándose en ella.

Parecía que se asustó, y le subió el rubor inmediatamente, -¿Por qué no duermes?-

-Estoy mirándote.- Le respondió en voz baja.

-¿Para qué? - Le preguntó con timidez, -¿No estás cansado?-

Sin embargo, después de la pregunta, se volvió más embarazosa. ¿Cómo era posible que no estuviera cansado tras hacer tanto “deporte” ? ¿Por qué él era tan fuerte, que tenía tanta energía?

-Temo que desaparezcas.- Se le acercó de repente, le mostró una sonrisa llevada la tristeza. Su nariz casi tocó la de Laura, los dos podían sentir las respiraciones de la otra. Los alientos cálidos soplaban por la cara de la chica, -Temo que esta felicidad solo sea un sueño.-

Conmovida, en un segundo, ella se perdió y sintió el dolor de corazón. Le dijo acariciando la cara, -No me hagas broma, si me quieres, no se cambiará la felicidad. Levantémonos, ¿no tienes hambre?

-Sí.- Le contestó, y la cara guapa se volvió alegre por que el corazón fue ocupado por el sentimiento dulce gradualmente.

Estaba confusa, -Vamos.-

-Casémonos, mi amor.- Le dijo con los ojos cariñosos pero serios, luego lo dijo otra vez, -¡Casémonos!-

Laura se quedó suspensa mirando sus ojos. ¿Él estaba pidiendo la mano?

¡Pero aquí no había nada! ¿Acaso no debía preparar flores, anillo y mucho más que tenía relación con el amor para pedir el matrimonio? ¿Acaso él quería atrapar a ella con unas palabras? Parpadeó, luego se agitó la cabeza riendo sin voz. En realidad, ella también era una chica secular, que se le ocurrieron las cosas cuando mencionó el matrimonio.

Al ver que ella movía la cabeza, Oscar se volvió nervioso y perdió la confianza de repente, -¿No quieres casarte conmigo?-

Ella no dijo nada, pero entendió claramente que no le rechazaría porque ella estaba enamorada mucho de él, el padre de su hijo. Este hombre era autoritario, cariñoso, suave y responsable, ¡no le quedaba ningún motivo para rechazarle!

Sin embargo, su manera de la propuesta completamente no era romántica. Vale, aunque a ella no le importaba, contaba con la ilusión similar a la de todas las mujeres. ¡Ella quería el noviazgo!

Casarse con él sin estar enamorados, sentía lástima y aflicción.

Oscar vio que ella tardaba mucho en responderle, se volvió más nervioso, -¿Si comienzas a odiarme?-

Le preguntó él con las palabras llevaban la preocupación sin confianza ninguna en sí mismo, pero ella estalló en rio de repente, ¡qué gracioso era este hombre!

-Tonto.-

-¿Qué? -enarcó las cejas.

-Nada. ¿Quieres que esté de acuerdo con casarme contigo, señor Oscar? ¿de manera tan fácil?

Le miraba, mientras tanto, se extendía la sonrisa feliz.

Se asustó porque todavía se quedaba lerdo, -¿No quieres casarte conmigo?

-No. -Se agitó la cabeza.

-¿Pues por qué? - Empezó a desear algo, pero el temor no se desapareció.

-Cariño, ¿has visto a uno que pida la mano de este modo? ¿Si debes mostrarme la sinceridad? No tienes flores, ni anillo, ni cena con velas, ni declaraciones amorosas... y esperas que yo me case contigo fácilmente. Pienso que me falta algo... Cada vez recuerdo que me has engañado y me has hacho bromas, me siento mal... - Mientras se quejaba de él, observaba el cambio de su gesto. Creía que este hombre era más lindo.

-¿Los quieres? ¿Pues si te doy las cosas, estaré de acuerdo conmigo?- Le preguntó con mucha prisa.

Laura vaciló un rato con intención,

-Depende.-

-Mi amor.- Le llamó en voz baja, murmuró, -¿Qué debo hacer para que te case conmigo?-

-Oscar, nunca me has cortejado y yo nunca he estado enamorada como los común y corrientes. ¡No quiero casarme fácilmente!- le dijo sonriendo, -Mi papá y Nico no lo estarán de acuerdo.-

Al mencionar a Nicolás, Oscar se quedó suspenso, de pronto se volvió serio, -Laura, te daré la felicidad sin falta. Pero no me odies, pase lo que pase, ¿bueno?

-Depende, no estoy de acuerdo. En caso de que hagas algo mal con mi promesa, te odiaré.-

Las palabras significaban que ella absolutamente no podía aceptar la infidelidad de él.

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