El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 185

Laura estaba llamando a Oscar en el auto. Él debía estar muy ansioso en ese momento. Lo único que podía hacer era darle fuerzas.

Pero el teléfono estaba apagado. Lo llamó varias veces de seguido, pero seguía apagado. Laura estaba muy inquieta porque no pudo localizarlo. Solo le quedaba enviarle un mensaje.

-Oscar, pase lo que pase, confío en que lo manejarás bien y superarás todas las dificultades. ¡Siempre confiaré en ti! ¡Te quiero!-

-¡Laura, no te preocupes, para una empresa tan grande como el Grupo Rasgado, este pequeño escándalo no va a surtir efecto!- consoló Milagros.

-¡Lo sé!- asintió Laura,

-Pero no puedo evitar preocuparme. Han dicho que seguirán revelando cosas ocultas. Milagros, ¿qué cosas ocultas crees que habrá? ¿Acaso el Grupo Rasgado realmente se desarrolló por la evasión fiscal y el soborno de funcionarios de alto rango?-

Milagros solo dijo, -Laura, ¿sabes cómo ha levantado el negocio tu padre?-

Laura estaba confundida.

-¡Con contrabando!- dijo Milagros con voz profunda, -No hay muchos empresarios que hayan conseguido la primera fortuna de manera legal, ¡por eso hay tanta gente que hace actos de caridad después del éxito, porque han cometido demasiados pecados y quieren limpiar sus pecados!-

Laura se quedó atolondrada un rato, -¿Entonces qué pasa si es cierto lo que han publicado en la noticia?-

-¡Limpiar la reputación!- exclamó Milagros.

-¿Se puede quedar limpio del todo?-

-¡Por supuesto!-

En la casa de la familia Rasgado.

Lorenzo también vio las noticias del periódico, pero no había expresión alguna en su rostro.

La llegada de Laura provocó algo de duda en su rostro inexpresivo, -¿Por qué estás aquí?-

-¡Lorenzo! ¡He venido a verte!- Laura no se atrevió a mencionar lo del periódico, pensó que Lorenzo estaba tan tranquilo porque no lo había visto.

-¿Es por la noticia?- El tono de Lorenzo no pudo evitar suavizarse. Inesperadamente, Laura vino corriendo a verlo en un momento crítico. Los ojos de Lorenzo no podían evitar suavizarse. ¡Esa chica era muy amable! Oscar no eligió a la equivocada, se podía quedar tranquilo.

-¿Lo viste?- Se sorprendió Laura.

Lorenzo asintió, -¡Ven conmigo!-

Con dudas, Laura siguió a Lorenzo para dirigirse al estudio del segundo piso.

Lorenzo se sentó detrás del escritorio y le indicó que se sentara también.

Laura se sentó en el sofá y Lorenzo encendió un cigarrillo.

-Lorenzo, ¿no estás preocupado?- Ella casi se moría de ansiedad. Tales noticias negativas afectarán la bolsa de la compañía, desencadenarán una serie de turbulencias y podrían causar problemas aún mayores.

-¿De qué hay que temer?- Lorenzo arqueó las cejas, su pinta distante a veces realmente se parecía a alguien.

En la mente de Laura pasó muchas expresiones de Oscar. Concluyó que realmente eran padre e hijo, y se preguntaba por cuál era la expresión de Oscar en ese momento. Lo bueno era que al ver a Lorenzo así, pareció sentirse más aliviada.

Delante de Laura, Lorenzo hizo una llamada sin dudarlo, -¡Ve a investigar qué periódicos estaban involucrados con esta publicación, y luego averigua a la persona que publicó la noticia! No seas descuidado, ¡tienes que conseguirme las cosas que tiene la otra parte!-

Laura escuchó la llamada de Lorenzo y empezó a ponerse nerviosa otra vez.

Al colgar el teléfono, Lorenzo miró a Laura que estaba nerviosa, y le dijo, -Laura, en el ámbito empresarial, tienes que hacerlo todo a la perfección, ¿de acuerdo?-

-¿Eh?- Laura estaba aturdida.

-Además, deja de lado tus nervios, actúa como cuando te amenacé por primera vez, ¿cómo es que ahora ya ni siquiera puedes soportar las amenazas?-

-¡Lorenzo, esto no es igual!- Laura no se hizo ilusiones en ese momento, y tampoco tenía la conciencia culpable, pero ahora el que tenía problema era el Grupo Rasgado, por eso estaba muy preocupada.

-¡Es lo mismo! ¡Que no cunda el pánico!- dijo Lorenzo abriendo el cajón.

Laura estaba un poco perpleja, -¿Realmente tienes la confianza de que la empresa no se verá muy afectada?-

***

-¡La empresa se verá impactada esta vez!- Era un impacto para el mercado de valores y la fiabilidad de la empresa, pero Lorenzo no mostró ningún desempeño.

Laura se asombró, -Entonces, ¿qué haremos?-

Inconscientemente se consideró parte del Grupo Rasgado, lo que dejó muy satisfecho a Lorenzo,

-Investigar y bloquear las noticias ya es imposible, ¡así que solo podemos averiguar quién está detrás de esto y devolvérselo con sus propias estrategias!-

-¿Quieres usar a esa persona para aclarar el asunto?- Laura entendió lo que quiso decir.

-¡Muy lista!- asintió Lorenzo, -¡Esperemos a que aparezca esa persona!-

No mucho después, sonó el teléfono de Lorenzo, -¡Oscar! ¡Dime!-

Laura se puso nerviosa, ¿era Oscar quien estaba al teléfono?

-¡Le diré a alguien que investigue de nuevo!- dijo Max.

-¡No! ¡No sacarás nada!-

-Oscar, ¿me estás subestimando?- Max entrecerró los ojos y sonrió con picardía, -¡Te recuerdo que no soy un inútil!-

-¡No es que te subestime, nunca he dudado de tu capacidad! Es porque el oponente nos conoce demasiado bien, por eso ha ocultado todos sus métodos de comunicación, e incluso ha cambiado la ubicación de su móvil. Su capacidad de ocultar sus verdaderos datos es muy buena, ¡es muy astuto!-

-¡Sigues subestimándome!- Max le echó un vistazo.

-¿Crees que no conozco tu poder?- Después de una mirada de advertencia, Oscar negó con la cabeza, -¡No quiero que te expongas demasiado! ¡Es mejor que seas un hombre de negocios honesto! ¿O acaso no quieres seguir con ese negocio?-

Preferiría coger el poder de Richard que dejar que Max fuera expuesto. A la vista de todo el mundo solo eran hombres de negocios, hombres de negocios honestos.

Aunque sabía que Max estaba trabajando para el gobierno en secreto, no usaría sus contactos.

-¿Lo sabes?- Max enarcó una ceja.

-Quieres hacer negocios públicos y en secretos al mismo tiempo, ¿cómo podría exponerte? Los casos de soborno comercial que han pasado en los últimos años han sido revelados una y otra vez, me temo que tiene algo que ver contigo, ¿no? ¡Todos los que han tenido cooperación con el Grupo Rasgado y han cometido algún soborno comercial han sido enviados a la comisaría!- Mientras su mirada perspicaz se dirigía hacia la ventana, Oscar dijo con frialdad, -Parece que te gusta mucho este negocio, así que no te lo puedo arrebatar cruelmente, ¿no?-

-¡Dios mío!- Cuanto más hablaba, más asustado estaba Max. Agitó las manos rápidamente en estado atónito y su hermoso rostro cambió horriblemente. Oscar era demasiado aterrador. Pensaba que trabajar a escondidas para el gobierno en el Grupo Rasgado era ya la organización más secreta que había en el mundo. Pero al final, hasta lo de que era jefe de esa organización fue descubierto por Oscar.

-¡No reveles tu identidad!- Volviendo a mirar a Max, los indiferentes ojos negros de Oscar brillaron con agudeza, -El Grupo Rasgado no ha hecho nada ilegal estos años. La empresa es el esfuerzo de mi padre, así que de ninguna manera voy a permitir que se le pase nada en mis manos. ¡Todo lo que hizo la empresa legal o ilegalmente ya forma parte del pasado! Max, ¿lo entiendes?-

-¡Oscar! No tengo intención de investigar al Grupo Rasgado, ¡la empresa es un lugar donde me puedo quedar tranquilamente escondido! ¡No tengo ninguna intención de arruinarlo!- Max se encogió de hombros débilmente. De repente sonrió ambiguamente, y algo de bromo apareció en su guapo rostro, -Oscar, ¿cómo supiste de mi identidad?-

Oscar lo miró a la ligera, pero no le hizo caso.

***

-¡No tengo ninguna intención de perjudicar al Grupo Rasgado!- Se apresuró a decir Max.

-Si eres tú quien está detrás del asunto, ¿crees que te daría la oportunidad de sentarte aquí conmigo para discutir quién instigó a Josefina a publicar la noticia?- Con la mirada gélida y silenciosa Oscar resopló con frialdad. Sus rasgos faciales severos llevaban indiferencia.

-¡Bueno, pero tengo que aclarar que no soy tan aburrido como para hacer eso!- Una pizca de diversión brilló en los ojos de Max, -¡También tengo curiosidad por saber quién es esa persona! Incluso si revelando mi identidad podría perder mi trabajo, ¡sigo interesado en averiguar quién es el atrevido!-

-¡Lo sabremos pronto!- Oscar apagó la colilla y la tiró por la ventana.

Justo cuando ojeó su reloj, le llegó una llamada.

Después de contestar el teléfono, preguntó con voz profunda, -¿Cuál es el resultado?-

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