Los ojos de Laura estaban llenos de miedo, porque en ese momento parecía ver los rostros codiciosos de los hombres bajo la máscara. Quería luchar, pero sus manos y pies estaban atados y su lucha fue en vano.
-No...-
-Guapa, ¿tu cuerpo todavía no ha sentido nada?- Un hombre se acercó con una sonrisa lasciva.
-No...- gritó en silencio.
-¡Deja de gritar, te hemos drogado y estás sin voz! Cuando estemos complacidos, te dejaremos ir de inmediato, ja ja... Si le hacemos saber a Oscar que su mujer ha sido tirada por innumerables hombres... Mmm…-
-No... Oscar ven a salvarme...- El miedo hizo que sus lágrimas cayeran. No podía imaginar qué pasaría si esos hombres la violaran. Seguro que no tendría el valor de seguir viviendo, “Oscar, ¿dónde estás? Ven a salvarme...”.
En ese momento, una mujer que también llevaba una máscara entró por la puerta. Al ver la escena que tenía ante los ojos, resopló con frialdad, -¿A qué estáis esperando? ¡Daos prisa!-
-¡El afrodisíaco no ha funcionado todavía, no te preocupes, ella nos rogará por hacerle el amor más tarde!- explicó el hombre líder.
La mujer parecía muy insatisfecha y soltó un bufido frío, -¡Apuraos!-
-¡Amigos, darle otra inyección!-
A Laura le dieron otra inyección. En ese momento sintió un flujo cálido en la parte inferior del abdomen y sintió que todo su cuerpo se calentaba. Un profundo deseo surgió de su abdomen inferior.
No...
Laura lloró de angustia, ¡no quería ser violada por esa gente! “Oscar, ven y sálvame...”.
La mujer de la máscara se volvió y salió, -Daos prisa, tiradla fuera cuando hayáis terminado. ¡Luego marchaos de inmediato!-
-¡Sí!- Las cinco personas se apresuraron enseguida para tocar el cuerpo de Laura con sus grandes manos...
¡Era repugnante! ¡Muy repugnante! Ella sentía que su cuerpo estaba extremadamente sucio, “¡No me toques, no me toques!”.
¡Ras! La ropa de su cuerpo se rompió. Varias palmas grandes se dirigieron hacia su suéter para acariciar su cuerpo...
¡No! Quería gritar, pero no podía emitir ningún sonido. Nunca había estado tan desesperada, deseaba desesperadamente morir de inmediato. Las manos sucias sobre su cuerpo no paraban de provocarla, sentía que su fuerza de voluntad se iba desintegrando poco a poco. No quería perder el control, ¡no! Pero su fuerza de voluntad no podía vencer a los efectos del afrodisíaco. Los dientes se hundieron profundamente en sus labios, porque trataba de controlarse con el dolor que conseguía mordiéndose los labios.
En la desesperación, Laura hizo una herida en sus labios. Aunque estaba atada, siguió luchando constantemente, por eso la cuerda se hundió en la delicada piel dejando profundas marcas de sangre.
-¡Desatad!- Alguien gritó, -¡Es aburrido jugar así!-
El afrodisíaco que tenía Laura en su cuerpo estaban haciendo efectos locamente. Calor, sentía que el calor era interminable...
Movió su cuerpo. Bajo el toque de varias manos grandes, sabía que no podía perder la cabeza, no podía, pero no pudo evitar soltar un gemido.
-¡Mirad! ¡Las mujeres son todas iguales de perras!-
-¡Más tarde se desnudará ella misma para rogarnos que la follemos!-
Laura gritó en silencio, su cuerpo aún estaba ardiendo. el tumultuoso calor la atormentaba como si fuera a morir, no, preferiría morir antes que ser tocada por esa gente repugnante.
“Oscar, ven a salvarme...”.
Preferiría morir antes que ser tocada por ellos.
¡Ras! Con otro sonido el suéter también se rompió, entonces la parte superior del cuerpo blanco que solo llevaba ropa interior quedó expuesta frente a esas personas. ¡Laura estaba desesperada! Estiró la mano para cubrirse, pero fue detenida de inmediato por alguien.
La última pizca de juicio que le quedaba la hizo levantarse violentamente y golpear su cabeza contra la cabecera de la cama antigua.
-Ah… ¡La maldita mujer se quiere suicidar!-
Sin embargo, Laura ya había dado contra la cabecera. Enseguida la sangre empezó a derramarse en su frente, la visión se le hizo borrosa y se desmayó.
¡La puerta se abrió de golpe en ese momento!
La figura esbelta apareció en el almacén con una pistola en la mano. Cuando vio la escena de la cama, donde Laura estaba acostaba en la cama con la ropa destrozada mientras los cinco hombres se estaban quitando la ropa.
Oscar se volvió loco de inmediato y tenía muchas ganas de matar a esas cinco personas de un solo disparo. ¡Pero el cuerpo de Laura!
Oscar corrió hacia ella para quitar el traje y cubrir el cuerpo de Laura. Al ver que tenía heridas en todo su cuerpo y sangre en su rostro, se quedó aterrado, -¡Laura, Laura, despierta!-
Después de asegurarse de que estaba herida y no muerta, Oscar exhaló un suspiro de alivio. Pero solo faltaba un poco para que pasaran cosas horribles, si llegara un momento más tarde, era posible que...
Cuando los hombres de detrás lo vieron, se quedaron un poco asombrados. También vieron a Max parado en la puerta con su pistola, y en ese momento, un hombre alto e indiferente entró por la puerta, así que uno de los hombre dijo, -No tiene nada que ver con nosotros, ¡alguien nos pagó para violar a esta mujer!-
Oscar envolvió a Laura en su chaqueta para que nadie pudiera ver su cuerpo. En ese momento, su expresión era de airado y furioso, “Maldita sea, ¡¿cómo se atrevían a lastimar a su mujer?!”. Oscar agarró su pistola para disparar.
-¡Oscar! ¡No, la gente de mi papá está afuera, no podemos matar a nadie! Él te meterá en la cárcel.- Max corrió para detener a Oscar, -¡Hay muchas formas de vengarse! ¡Podemos dejarlos medio muertos con una paliza, pero no podemos matarlos!-
-¡Dejádselo a la policía!- dijo Richard en la puerta. Echó un vistazo a Laura y dijo, -Parece que no le han hecho nada, ¿no?-
Oscar no estaba de humor para bromear con Richard.
La luz fría en sus ojos era aguda.
Se volvió para mirar a la mujer en la cama. Laura estaba sin vitalidad como una muñeca de porcelana. Tenía marcas de sangre en sus manos y pies por haber resistido. Afortunadamente sus pantalones no se rompieron.
Incluso podía imaginar su dolor e impotencia en ese momento. ¡Debía estar muy desesperada, por eso pensó en suicidarse!
Tan pronto como salió del almacén, Max se quedó aturdido por un momento porque vio a Umberto. Esa persona le parecía inexplicablemente familiar. Esa cara… ¡Max estaba atónito! Casi soltó la palabra “papá”.
¡Pero sabía que no era su padre! Porque vio a Máximo bajarse de otro auto.
Umberto acababa de salir del auto. Al ver a Oscar salir con Laura en brazos, se apresuró a revisar la herida de Laura, -¿Está bien? ¡Ah! ¿Por qué está sangrando tanto? ¿Cómo está Laura?-
-¡Está bien!- dijo Oscar solemnemente, -¡Solo está herida y asustada, la llevaré de regreso primero!-
Pero viendo a Laura así, Umberto todavía estaba muy ansioso, -¡Sí! ¡Ve a casa primero, tenemos que buscar un médico, Milagros ve a buscar un médico!-
Cuando Umberto miró hacia atrás y vio que las cinco personas habían sido sacadas, inmediatamente se tiró hacia ellos, las agarró y las pateó salvajemente.
-¡Detente!- De repente, una voz majestuosa vino desde atrás.
Umberto de verdad se detuvo y miró hacia atrás impactado. Al ver la persona que se acercaba, quedó estupefacto. Entonces frunció los labios, respiró hondo, luego se dio la vuelta de nuevo y pateó a una de las personas en el estómago con una patada.
-¡Umberto Villacrés, he dicho que te detengas!- gritó majestuosamente Máximo.
Las palabras de Máximo hicieron que Max y Oscar se quedaran boquiabiertos, ¡y enseguida los dos le dirigieron las miradas!
Solo entonces Oscar notó que los ojos de Umberto realmente eran parecidos a las de Máximo, ¡y que Max y Umberto también se parecían mucho! ¡No era de extrañar que Laura y Max se parecían un poco! Resultó que…
-¿Umberto Villacrés?- murmuró Max, -Papá, ¿no es el tío?-
Máximo se limitó a mirar a Umberto. Umberto tuvo que volver la cabeza para mirar a Máximo con un poco de indiferencia. La expresión de su rostro estaba llena de ira, así que furioso dijo, -Yo no conozco a este oficial de policía. ¡Mi apellido es Hurtado! ¿Quién coño se apellida Villacrés?-
-¡Jum!- Máximo resopló con frialdad, también tenía un mal genio, -¡No creas que puedes deshacerte de tu crimen usando el apellido de mamá!-
-¿Qué pasa? La ley solo me ha condenado diez años, pero ¿tú quieres condenarme toda la vida? ¿Eres mejor que la ley? Máximo, te lo voy a dejar claro, ni lo sueñes. ¡Hoy voy a acabar con esos hijos de putas que han lastimado a mi hija! ¡Me cago en tu puta madre, si te atreves a entrometerte, acabaré contigo también!- rugió Umberto.
¿Resultó que eran hermanos biológicos? Oscar se quedó estupefacto.
-¿A quién estás insultando?- Máximo se puso aún más enojado cuando vio que no había cambiado nada, -¡No has hecho ningún progreso después de tantos años!-
-¿Qué pasa si te he insultado?- Umberto también se enojó, -¡Es a ti a quien quiero insultar!-
Oscar, Max y un grupo de personas se quedaron atónitos. ¡Quién hubiera pensado que el oficial Máximo, que había sido un gran personaje durante muchos años sería insultado por alguien! ¡Encima ese alguien era su propio hermano!
¿Qué situación era esa? ¡Oh! ¡Realmente magnífico!
En ese momento, Laura se movió y Oscar inmediatamente exclamó, -Laura, ¿estás despierta?-
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