El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 190

Richard se quedó en silencio por un momento, -¿Estás seguro de que quieres saberlo?-

-¡Por supuesto que necesito saberlo, porque nadie puede lastimar a mi mujer de esta manera!- Oscar estaba muy decidido.

Luego, llegó un nombre a través del teléfono, -¡Serena!-

Oscar se quedó estupefacto, realmente no se lo esperaba, -¿Ella? ¿Estás diciendo que ha buscado a gente para que tratara a Laura de esa manera? ¿Ha buscado a cinco personas para que intentaran violar a Laura?-

-Mejor dicho, es una violación colectiva. ¡Tu mujer casi se convierte en la víctima de esos hombres!- dijo Richard.

-¡Maldita sea! ¡Estaré allí en nada!- Oscar colgó.

¡Era Serena!

Una molestia inundó su mente y Oscar sintió una sensación complicada en su interior.

No pudo evitar levantar el puño y golpear contra la pared, de repente la pared blanca se manchó de rojo. Igual que sus ojos enrojecidos que llevaban colores impactantes.

¡¿Serena casi consiguió arruinar a Laura?! ¿Cómo podía ser tan cruel? La niña ingenua que solía seguir a Alexia, aunque sus nervios faciales fueron lesionados desde que era pequeña, siempre había sido muy amable. ¿Cómo podría ser así?

-¡Oscar! ¿Qué estás haciendo?- Max que vino corriendo hacia él de nuevo agarró a Oscar, -¿Te estás lesionando a ti mismo?-

Le costó mucho llevó a su padre y a su tío de regreso a sus casas, y finalmente supo que Umberto era su tío. Debido a algunas disputas entre los grupos mafiosos en ese entonces, fue enviado a prisión por su padre.

Por eso, durante tantos años, su tío no volvió nunca a la familia Villacrés.

Se podía imaginar el temperamento de su padre, era un poco autoritario. Solo era gentil con su madre. Cuando se trataba de él y Amelia, era excepcionalmente estricto. Sobretodo le trataba muy severamente a Amelia.

Si no fuera porque Amelia se escapó de casa durante un año hacía seis años, ¡tal vez el temperamento de su padre hubiera sido aún peor!

Pero tan pronto como se apresuró a regresar vio tal escena, por lo que se quedó más que impresionado, -¿Por qué te haces daño a ti mismo? ¿Le ha pasado algo a Laura?-

-¡No es Laura! ¡Laura está bien!- Oscar se sorprendió por su llegada, -Es otra cosa, ¡vamos! ¡Ven conmigo a ver a alguien!-

-Estoy preocupado, ¿de verdad estás bien? ¡No esperaba que Laura fuera mi prima!- No era de extrañar que siempre sintió que se parecían un poco.

-¡Serena es quien ha querido lastimar a Laura!- dijo Oscar con cara de descontento.

Cuando Max por fin supo que Serena estaba detrás del secuestro de Laura, de repente gritó emocionado, -¡Ah! ¡Esto es genial! ¡Cuéntale a mi papá sobre esto, que mi papá la envíe a la cárcel! ¡Finalmente no tengo que casarme con ella! Soy libre.-

Oscar lo miró sin habla, -¡Casi, casi ha matado a Laura!-

-Lo siento, estoy demasiado emocionado y no pude evitarlo. Al final no pasó nada, ¿no? Solo fue un susto. Pero hemos visto la verdadera faceta de Serena, una mujer tan viciosa. Afortunadamente fue descubierta, de lo contrario, ¡yo también habría sido víctima suya! Maldita sea, ¿cómo pude acostarme con ella hace seis años?-

-¡Porque eres demasiado mujeriego!- Oscar se quedó aún más sin palabras.

-¿Y tú qué?- Max arqueó las cejas. El Pagani iba a alta velocidad en la carretera, -Antes también eras un mujeriego, ¿qué pasa? ¿Te lo tienes creído porque ahora eres un hombre decente? Pero aún sales ganando, ¡por ser mujeriego has tenido a un hijo tan encantador como Andrés!-

-¿Te gusta? ¡Si te gusta, te lo regalo!- Oscar lo miró de reojo.

-¡Me gusta! ¡Bueno, es mejor tener mi propio hijo! Pero si realmente me lo das, puedo ayudarte a criarlo. De todos modos, ¡me gustan mucho los niños! Además, no me falta dinero, no estaría mal criarlo. Ah, ya que estás, puedes darme a Iker también, ¡también me gusta ese niño! ¡Será divertido criarlos como gemelos!-

-¡Entonces cásate pronto!- dijo Oscar, -¡Ten hijos por ti mismo, no desperdicies los innumerables espermatozoides!-

-¿Con quién? ¿Con una mujer como Serena?- Max arqueó las cejas. Con solo pensar que Serena buscó a cinco hombres para secuestrar a Laura, y que encima usó el vicioso método de drogarla, sintió un escalofrío, -No elegiría a una mujer como ella ni de coña. De verdad que no me lo esperaba. Si en ese entonces solo era una niña simple que seguía a Alexia, ¿cómo se ha convertido en alguien tan terrible?-

Oscar también se lo preguntaba. Nunca esperó que Serena fuera tan terrible. Oscar se quedó en silencio. No sabía qué decir, solo sintió un escalofrío en el corazón.

-¡De todos modos no quiero casarme!- Max negó con la cabeza, -¡Y nunca me casaré con Serena!-

Llegando a eso, una carita juvenil repentinamente apareció en su mente. A veces esa carita lo miraba con intención de querer decir algo, pero parecía que tenía algún motivo de no poder decirlo.

Sacudió la cabeza, “¿Eh? ¿Por qué estoy pensando en Amelia? Por cierto, ¿dónde está esa chica ahora?”. Primero hizo una llamada en la que no lo cogió nadie, cuando volvió a llamar, ¡ya lo tenía apagado!

No quería que pasara lo mismo de hacía seis años, cuando ella desapareció repentinamente durante un año, y nadie pudo encontrarla. Se sintió un poco nervioso al pensar en eso...

Serena no se había imaginado nunca que sería detenida por otros, tampoco se había imaginado que su plan sería interrumpido tan pronto. Quería llamar a Alonso, pero también le quitaron el teléfono.

Y en el salón de esa villa, el hombre de rostro frío la estaba mirando en ese momento. Ella no se atrevía a moverse por la frialdad que emanaba el cuerpo de ese hombre.

Tan pronto como entró, Oscar saludó a Richard.

-¿Dónde está?-

Richard no habló, se limitó a mirar hacia el sofá. Entonces Oscar vio a Serena sentada en el sofá, sintiéndose un poco complicado por un momento.

Estaba enojado, pero también sentía lástima, ¿qué había hecho que esas hermanas se convirtieran en personas tan paranoicas?

Serena también levantó para ver a Oscar y Max. Un rastro de pánico cruzó por su rostro, pero después de una pausa le dijo a Max, -Max, llévame de aquí, ¡esta persona me está encarcelando ilegalmente!-

Max sintió un escalofrío. ¿Llevársela? ¡A menos que no quisiera vivir más!

Serena corrió hacia él y estuvo a punto de abrazar a Max, pero este la esquivó y se escondió detrás de Oscar, -Serena, solo habla si tienes algo que decir, ¡no es necesario que vengas! ¡Soy alérgico a los tactos!-

Estaba claro que no quería abrazarla, no quería en absoluto.

Serena se quedó aturdida, luego apretó los dientes y no se movió, pero sus ojos estaban fríos.

Oscar la miró. En la puesta de sol, estaba rodeado por la dorada luz del sol. Era un poco irreal, pero esa frialdad que emitía era muy evidente, porque todo su cuerpo emanaba una sensación gélida.

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