El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 284

-Julio, sé que me equivoqué y sé que involucrarse en la familia de otra persona es un comportamiento que debería ser insultado y humillado. Pero de verdad que no pude evitarlo. Amo demasiado al señor Oscar. Le amo desde el primer momento que le vi, estoy locamente enamorada de él. Y esta vez, tampoco pensé en influir a la señora. Yo, yo solo quería que el señor Oscar supiera de mis sentimientos. No es tan difícil, ¿verdad?-

Julio había trabajado en la familia Rasgado durante toda su vida. En los últimos años, rara vez había podido entrar en contacto con este tipo personas. Bajó la mirada y miró a Manuela con cara de póquer. Viéndola actuar con frialdad. Después de mucho tiempo, éste se rio sarcásticamente.

-Manuela, ¿te crees lo que has dicho?-

Manuela abrió la boca y quiso seguir discutiendo, pero Iker, que había estado al lado observando todo el proceso, no le dio este tiempo en absoluto.

Con las manos a la espalda, sonrió dulcemente. No se notaba casi su presencia, solo parecía un niño normal que vino con Julio.

-Manuela, he oído todo lo que acabas de decir. ¿Realmente te gusta tanto papi? ¿Te gusta tanto que estás dispuesta a hacer cualquier cosa por él?-

Iker solo era un niño, pero sin saber por qué, Manuela al ver el rostro sonriente de Iker, el miedo que sentía se hizo cada vez más evidente. Pero solo era un niño, ¿por qué iba a tener miedo de admitirlo?

Al pensar en esto, Manuela forzó una sonrisa y luego dijo de nuevo, -Sí, señorito. Sé que es posible que aún no lo entienda, solo me vio tratando de desmantelarme e intervenir en tu familia, pero cuando crezca y comprenda qué es el amor, comprenderá cómo me siento Manuela en este momento.-

Iker no tenía la intención de interactuar con ella en absoluto. La miró fijamente, esperando que pudiera decir lo que quería oír, pero después de oír su respuesta, no esperaba que no mencionara en absoluto lo que le había preguntado. Casi instantáneamente, la sonrisa de su cara se borró un poco, pero volvió a preguntar con paciencia.

-Manuela, sientes un profundo afecto por papi. Le amas tanto que no puedes contenerlo. Escuché todo esto y tampoco tengo intención de criticarte. Solo quiero saber, hasta qué punto Manuela amas a papi. ¿Estás realmente dispuesto a hacer cualquier cosa por él?-

Al ver los ojos de Iker, el corazón de Manuela tembló incontrolablemente, sus labios se movieron ligeramente, no podía entender su comportamiento.

-¿Manuela?-

Iker abrió más los ojos, inclinó ligeramente la cabeza, tenía una cara de inocente, como si no entendiera por qué de repente dejó de hablar.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué dejaste de hablar? ¿Me pasa algo a Iker?-

Después de escuchar esto, Manuela se quedó atónita por un momento, y la sensación de escalofrío se hizo más fuerte. Dio un paso hacia atrás inconscientemente y luego continuó preparándose psicológicamente.

Era solo un niño que no entendía nada, ¿cómo podía pensar que era terrorífico?

Manuela cerró los ojos, sí, era solo una ilusión. De qué tenía que temer de un niño que no entendía nada, un niño que ni siquiera terminó la guardería.

Al pensar en esto, Manuela abrió los ojos nuevamente y sonrió forzosamente.

-Lo siento, señorito, Manuela me había despistado, por eso no respondí a su pregunta a tiempo. Pero ahora, Manuela puedo responderte.-

Dicho esto, Manuela reprimió a la fuerza el sentimiento de inquietud de su corazón y respondió a su pregunta como si nada.

-Sí, Manuela amo al señor Oscar. Le amo tanto que no puedo controlar mis sentimientos. Por eso molesté a la señora. De verdad que lo siento mucho. Pero estoy realmente dispuesta a hacer cualquier cosa por el señor Oscar. Por eso, señorito, aunque sé que esto tendrá un gran impacto en su familia, no me arrepiento, porque amo demasiado al señor Oscar.-

Manuela dijo esto rápida y despiadadamente, y no dejó a Julio tiempo para reaccionar. Cuando reaccionó Julio, Manuela ya había terminado de hablar.

-¿Sabes qué tonterías estás diciendo?-

Julio frunció el ceño con fiereza, no esperaba que fuera tan desvergonzada como para decir eso delante de un niño que no entendía nada.

-No pasa nada, Julio, no te enfades.-

Justo cuando el Julio estaba a punto de hacer algo, Iker de repente levantó la cabeza e interrumpió a Julio con una sonrisa.

-Julio, déjamelo a mí esta chica, por favor. Tengo mucha curiosidad por el amor que había estado mencionando. Así que quiero preguntarle, ¿qué es el amor en realidad? ¿Puedes dejármela temporalmente a mí? Quiero tener una buena charla con ella.-

-Señorito, esta mujer tiene pensamientos muy erróneos. Habla de amor, pero en realidad, todo lo hace por el dinero. Dudo que te pueda ayudar. Creo que no deberíamos relacionarnos más con ella... -

-Shhh.-

Iker no dejó a Julio terminar y puso un dedo directamente frente a sus labios, haciendo una expresión de que tenía que callarse. Parpadeó y tenía una mirada astuta.

-Julio, no te preocupes, sé lo que vas a decir. No me dejaré engañar por ella, solo quiero hablar con esta chica a solas.-

Julio en realidad no estaba de acuerdo con la decisión de Iker, pero nunca le había rechazado antes. Por lo que al verle así, aunque sabía que estaba mal, no pudo evitar ablandarse.

-Vale, vale. Pero señorito, solo un día. Después de hoy, esta mujer debe salir de la familia Rasgado.-

-Sí, lo sé, gracias Julio por tu aviso.-

Julio después de eso, se dio la vuelta y salió de la habitación mirando cada dos por tres hacia atrás.

Iker sonrió de principio a fin, hasta que no pudo ver la espalda de Julio. Retiró las manos que estaban a la espalda y la sonrisa en su rostro se desvaneció gradualmente.

Iker volvió la cabeza para mirar a Manuela, y hubo un destello de desprecio en sus grandes ojos redondos.

-¿Eres tú, quien tratabas de destruir a mi familia?-

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El hombre con la máscara de zorro