El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 285

-¿Amor? ¿Tú te crees cuando mientes?-

Iker levantó su cara y le miró, no había ninguna expresión en su dulce y lindo rostro.

Manuela miró su cambio con cierta incredulidad. Bajo la mirada de Iker, su corazón temblaba incontrolablemente. Si solo era un niño, ¿cómo podía darle una sensación tan terrorífica?

Además, además solo era un niño, ¿por qué tenía miedo de un niño? Esto era simplemente inexplicable.

Manuela cerró los ojos y siguió diciéndose para sí misma que Iker era solo un niño de seis años. No tenía ninguna amenaza y no entendía nada. Los niños de esta edad no sabían nada acerca de los pensamientos complejos de los adultos.

Pensaba demasiado, sí, eso era.

Después de prepararse mentalmente Manuela, sonrió y se obligó a calmarse.

-Señorito, ¿de qué quiere hablar a solas conmigo? Aunque Manuela no tengo mucha cultura, me considero tener cierta experiencia en las relaciones. Si el señorito no entiende algo, puede preguntarme a Manuela antes de que me vaya y le diré todo lo que sé.-

-Nada en especial, solo quiero saber, si Manuela realmente amabas tanto a papi como dices, porque pienso que lo que dijiste Manuela era un poco falso.-

Iker inclinó la cabeza. Si ignorabas la extraña escena de este momento, quienquiera que viera a Iker pensaría, ¿cómo podía existir un niño tan lindo como él en este mundo?

Sin embargo, Manuela al ser observado por los ojos oscuros de Iker, el sudor frío se deslizó de su rostro uno por uno, apenas pudo mantener su expresión de enamorada.

-Por supuesto.- el corazón de Manuela no pudo evitar temblar, -Realmente amo mucho al señor Oscar, así que cuando me preguntó hace un momento, ni siquiera dudé en contestarle que haría cualquier cosa por el señor Oscar. Porque era lo que pensaba de verdad.-

-Así que es eso.-

Iker frunció el ceño, como si no entendiera muy bien algo.

-Pero Manuela, escuché a mami decir que amar a alguien es hacerle feliz. Especialmente en tu caso, aunque te guste mucho papi, papi ya tenía a mami. Estás destruyendo la familia de los demás, ¿acaso es esto amor?-

Manuela al ser cuestionada por un niño que ni siquiera tenía siete años con tanta franqueza, casi no pudo mantener la sonrisa de su rostro.

-Por supuesto que lo es. Lo entenderá más tarde, y además, nunca tuve la intención de destruir a esta familia, ni afectaré a la relación entre la señora y señor Oscar. Solo envidio el ambiente entre ustedes tres, por eso quería unirme a ustedes.-

-Ya lo veo.-

Iker asintió con la cabeza, su rostro era juguetona. De repente, como si hubiera recordado algo, frunció el ceño inconscientemente.

-Pero, ¿por qué es tan familiar este discurso? Ya me acuerdo, es la literatura de amantes que había mencionado mami antes. Mami nunca me dejó leer estas cosas, pero aun así los leí. No se lo cuentes a mami, Manuela. Pero lo que acabas de decir, de verdad que se parecía mucho a las protagonistas de la literatura de los amantes.-

Cuando fue llamada públicamente amante por un niño, las emociones que Manuela había reprimido durante tanto tiempo ya no pudo contenerse. La sonrisa de su rostro desapareció gradualmente y miró a Iker con una expresión sombría.

-¿Qué vas a saber un niño como tú? Te digo que existe una expresión en el que dice que el ganador dicta la historia. ¿De verdad crees que el señor Oscar ama tanto a la señora? Escuché que el señor al principio tenía una prometida, y la señora no era más que una amante que tuvo éxito y pudo casarse con el señor Oscar. Tú no eres más que un bastardo nacido de una amante. ¿Qué derechos tienes para decirme eso? Además, si la señora pudo hacerlo, yo que soy más joven y más guapa que la señora, ¿por qué no puedo?-

¿Un bastardo nacido de una amante?

La mirada de Iker se oscureció, de repente apareció en su mente la escena de unos niños traviesos que se reían de él porque no tenía padre en esos años en el extranjero.

Las escenas de ese momento se fusionaron gradualmente con el rostro arrogante de Manuela. Iker alargó de repente la cara. Solo era un niño que no medía más de un metro, pero la sensación que transmitía hacía temblar a la gente.

-No compares a mi mami con una puta como tú, no eres digna.-

Después de decir eso, Iker pareció recordar el propósito de su visita de hoy, y de repente se rio de nuevo.

-Pero nada de esto importa, Manuela, ¿no dijiste que, harías cualquier cosa por papi?-

Manuelanunca pensó que algún día estaría tan alerta de un niño.

Dio un paso hacia atrás inconscientemente y miró a Iker con alerta.

-¿Qué quieres hacer? -

-Nada.-

Iker se rio levemente, completamente incapaz de ver la inocencia que tenía normalmente, -Solo quiero ayudarte a cumplir tu deseo.-

-¿No había dicho papi, que quería que te fueras de nuestra casa? Manuela también deberías de tener tu propia casa, así que ¿por qué no cumples el deseo de papi y te vas de aquí hoy?-

Después de decir eso, Iker volvió la cabeza, se puso de puntillas y abrió la puerta del dormitorio. Salió de la habitación sin mirar atrás.

Manuela miró cómo se marchaba Iker, exhaló un suspiro de alivio cuando su figura desapareció por completo donde las escaleras.

Pensó al principio que pasaría algo terrible. Pero por mucho miedo que diera Iker, al fin y al cabo solo era un niño. Probablemente vino a buscarla porque se sentía ofendido por su madre y dijo un montón de cosas extrañas, pensando que así podría asustarla.

Al pensar en esto, Manuela se sintió completamente aliviada.

En cualquier caso, no podía abandonar de ninguna forma la familia Rasgado.

Al otro lado, Iker se subió con sus piernas cortitas como si no hubiera pasado nada a la silla y se sentó junto a Emma, viéndola preparar los ingredientes para el almuerzo de hoy.

-Emma, ¿conoces a Manuela?-

Emma hizo una pausa mientras recogía los frijoles, luego asintió y miró a Iker desconcertada.

-La conozco, Manuela no es muy mayor, pero no tiene muy buen carácter. Pero después de todo, no había ido al colegio y tampoco recibió mucha educación. Es normal que no viera con claridad su identidad. ¿Por qué pensaste de repente en esta persona, señorito?-

-¿Nunca ha ido al colegio Manuela?-

Iker abrió los ojos de incredulidad y sostuvo la barbilla con ambas manos, como si de repente se interesara por este tema.

-¿Cómo puede ser que haya alguien no había ido a la escuela en la actualidad?-

Emma no pensó mucho, solo creyó que sus palabras despertaron la curiosidad de Iker. Y respondió a Iker mientras seguía preparando la comida.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El hombre con la máscara de zorro