El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 288

Ante la mirada de sorpresa de todos, Bianca dio unos pasos hacia adelante y se abrazó directamente al muslo de Laura.

-Jefa, de verdad que me equivoqué. Por favor, dame otra oportunidad. Si hubiera una próxima vez, definitivamente no lo volveré a hacer. También sé que no sé hacer nada. Trabajaré duro y me esforzaré para mejorar. Nunca más jugaré sucio.-

Laura también se sorprendió por el acto repentino de Bianca. Después de escuchar estas palabras, no pudo evitar conmoverse. Después de un suspiro, dio un paso atrás y le consoló, -Las cosas ya han sucedido. Es demasiado tarde decir esto, pero mientras trabajes duro, seguro que puedes empezar de nuevo en el futuro.-

Esto significaba que no planeaba dejarla volver, Bianca no era tonta y pronto entendió el significado de sus palabras.

Miró a Laura con odio, le dio un empujón para apartarla y se puso de pie.

-Laura, eres tan hipócrita. Dices palabras agradables, pero después de todo me despediste igual, y me cargaste con toda la culpa. ¿Cómo puedes fingir a ser una buena persona aquí? ¡Ya no te soporto más!-

Cuando Bianca dijo esto, pareció sentirse aún insatisfecha. Cuando miró a su alrededor y vio que todos en la revista la estaban mirando como si fuera una payasa incompetente, se enojó más aún.

-¿Qué estáis mirando? Tarde o temprano os pasará lo mismo que a mí. Seréis tratado como fichas abandonadas. Esta mujer os pateará en cuanto no le sirváis de nada. ¿Os creéis muy superiores? En realidad no. Somos todos iguales, pero yo puedo ver la realidad con claridad, pero vosotros no.-

-¿Quién es igual que tú?-

Un interno que entró después no pudo evitar replicar en voz baja.

-Nosotros no haremos una cosa tan vergonzosa como cometer plagio y luego no admitirlo.-

-Eso, eso.- cuando terminó de hablar el interno, de inmediato provocó el descontento entre el grupo de empleados, -Si no hubiera pasado ese asunto del plagio, por los buenos resultados que había obtenido el primer número de la revista, podríamos haber tenido una bonificación extra. Pero ahora, por culpa tuya, nadie va a poder recibir las bonificaciones. Encimas has causado una pérdida tan grande a la revista. Solamente te ha hecho asumir tus debidas responsabilidades y ya no puedes soportarlo.-

Bianca no esperaba que todos pensaran así de ella, y de repente estalló.

-¿Qué queréis decir con esto? ¿Me estáis echando toda la culpa? ¿Qué hice mal de nuevo? Sí, me equivoqué al plagiar, pero ya me disculpé después. ¿Qué más queréis que haga?-

Laura miró a Biancacon decepción.

-Vete, no quiero llamar al guardia de seguridad. Si te vas ahora, todavía podremos mantener algo de dignidad entre nosotros.-

-Dignidad, ¿para qué quiero yo la dignidad? ¿Puedo comer con la dignidad?-

Bianca se burló, -Una mujer como tú, que no conoces la realidad y solo piensas en amores y fantasías, no puedes entender los sentimientos de la gente común como nosotros. Tienes al presidente Oscar para gastar mucho dinero por ti, amarte y quererte. Pero nosotros, no tenemos nada más que el salario. ¿Quién eres tú para sermonearnos a nosotros?-

-No somos nosotros, solo eres tú.-

Valeria se encontró con esta escena tan pronto como volvió del exterior, frunció el ceño y miró a Bianca con mala cara.

-Bianca, ¿qué demonios estás haciendo aquí? ¿No sabes que la revista te ha despedido ya? Y sabes perfectamente el por qué. ¿Por qué estás fingiendo ser la víctima aquí?-

-¿Fingiendo ser la víctima?- se burló Bianca, dio un paso atrás y miró a Valeria con odio, -Cuando trabajábamos juntos antes, no te caía bien. ¿Ahora me acusas de esto? Para mí, tú eres la más hipócrita de todos. Si no fuera por ti, cómo podría toda la compañía rechazarme tanto.-

Las comisuras de la boca de Valeria se apretaron en una línea recta, no quería seguir hablando con ella. Al principio, ya estaba muy molesta por el asunto de Revista CRoad. Hizo directamente una seña con la mano y llamó al guardia de seguridad.

-Por favor que venga la seguridad y que se lo lleven. No es de nuestra revista.-

Bianca abrió los ojos de la sorpresa. No podía creer que fuera expulsado con tanta humillación.

-Valeria, ¡quién te ha dado el derecho para hacer esto!-

A estas alturas, Laura finalmente habló y le miró con cara de póquer.

-Yo le di este derecho. No eres miembro de nuestra revista. Ya he sido lo suficientemente bondadosa por escucharte decir todo esto.-

Cuando terminó, Laura no volvió a mirar a Bianca, sino que volvió la cabeza directamente y dejó que el guardia de seguridad se lo llevase.

-¡Laura, te arrepentirás de haber hecho esto hoy, te lo aseguro!-

-Jefa, ¿vas a dejarle marchar así a esta loca?-

Hasta que la espalda de Bianca desapareció, Valeria volvió la cabeza, frunció el ceño y dijo preocupada.

-Si simplemente le dejas ir así, esta mujer puede hacer cualquier cosa después.-

-Olvídalo, déjala ir.-

A Laura no le importaba en absoluto la repentina presentación de Bianca.

-De todos modos, ya hemos aclarado todo lo que había que aclarar, y la revista tampoco tiene otros problemas. Tendremos que ser más estrictos en el control del plagio en el futuro para evitar problemas con el contenido u otros aspectos. En cuanto a Bianca, ya no tiene nada que ver con nuestra revista. Que haga lo que quiera.-

-Eso está bien, pero todavía tenemos que emitir un comunicado como prueba. Para evitar que cause problemas después por este asunto y entonces perderemos la iniciativa.-

Valeria pensó por un momento y añadió, -¿Qué tal si hacemos esto? Describiré este asunto con disimulo en Facebook, para dejarlo como prueba y nos evitamos problemas respecto a esto.-

-Está bien.-

Laura asintió, miró la hora y se dio cuenta de que casi era la hora a la que había quedado con el guionista. Se arregló el atuendo y se aseguró de que todo estaba bien. Entonces cogió su bolso y salió de la revista.

-Entonces está decidido, te encargarás de este asunto por ahora. Confío en tus habilidades.-

-Sí.-

Valeria vio a Laura irse, luego volvió la cabeza y cuando estaba a punto de regresar a su puesto para seguir trabajando, fue detenida por Rigoberto, quien tenía una expresión incómoda .

Al mirar a Rigoberto, Valeria frunció el ceño de forma refleja.

-Rigoberto, ¿pasa algo?-

Rigoberto tosió, como si quisiera aliviar la incomodidad del ambiente.

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