El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 293

¿Ichiro Matsuda?

Laura no pudo evitar abrir los ojos de sorpresa. No esperaba que en un simple choque, dio la casualidad de que se chocó con esta persona con quien había tenido problemas y a quien quería recompensar.

Al escuchar lo que el hombre dijo de nuevo, Laura dudó por unos instantes y finalmente comenzó a allanar el camino.

-Me malinterpretas. No es que no esté dispuesta a decir mi nombre. No esperaba que fueras el señor Ichiro. He oído hablar de ti, pero una vez que supieras mi nombre, tu actitud puede que no sea la misma que la de ahora. Es posible que no podamos sentarnos en la misma mesa y tomarnos el café tranquilamente.-

-¿Por qué dices eso?-

Ichiro levantó las cejas. No esperaba que le conociera esta mujer hermosa que tanto le gustaba, y pensó en lo que dijo. Sintió que sus oponentes comerciales eran demasiados, y no pudo acordarse ahora mismo. Además, no todos los oponentes se merecían que les prestara tanta atención.

Pensando en esto, un brillo de indiferencia pasó por los ojos de Ichiro. Aunque aparentaba tener la misma actitud que Laura, frunciendo el ceño ligeramente, mostrando su preocupación por eso.

Ichiro fingió a propósito estar dudoso por un tiempo antes de hablar de nuevo, sonriendo.

-No te preocupes, es raro conocer a alguien que me gusta tanto como tú. Aunque hayamos tenido algún roce, no lo tendré en cuenta. Es más, es un honor poder comer con una chica tan hermosa como tú. No voy a perderme esta oportunidad por pequeños asuntos del pasado.-

-Está bien.-

Laura respiró hondo y al ver que realmente no le importaba, volvió a decir, -Hola, señor Ichiro. También puede ser cosa del destino, pero soy Laura, la encargada de Revista LR. Hace algún tiempo, nuestras revistas se habían puesto en contacto, pero entonces no se reunió con mi editora jefa.-

¿De Revista LR?

Después de escuchar las palabras de Laura, los ojos de Ichiro estaban sombríos. Aunque estaba mentalmente preparado, no esperaba que fuera de Revista LR y encima era la jefa.

Después de que Laura terminó de hablar, miró a Ichiro fijamente, por temor a perderse algún detalle de su rostro. Su corazón latía ferozmente. Aunque tuvieran algún roce, no iba a tenerlo en cuenta, ¿verdad?

Pero, después de todo, se probó que su revista plagió al suyo, y antes de eso, la actitud de Ichiro siempre había sido clara, y era seguir los procedimientos legales. No aceptaba sus disculpas en absoluto.

Ahora, dos personas que deberían ser incompatibles como el fuego y el agua, pero a causa de un accidente, se estaban sentando en el mismo restaurante y se estaban tomando un café juntos. Encima fue propuesta del hombre.

Cuanto más lo pensaba Laura, más ansiosa se sentía. El hombre no pensaría que lo había planeado a propósito, ¿verdad?

-¿De verdad eres Laura?-

Justo cuando Laura estaba perdida, Ichiro de repente habló de nuevo. No tenía ninguna expresión en su rostro, por lo que hacía difícil adivinar en lo que estaba pensando.

-Sí, soy yo.-

Laura asintió y explicó en lo que pensando sin esperar a que la otra persona hablara.

-Señor Ichiro, el encuentro entre nosotros dos es realmente una coincidencia. Espero que no pienses demasiado en ello. Si realmente te importa mucho nuestra identidad, puedo pagar el café de hoy y te lo puedes llevar. Los refrigerios de aquí son de verdad buenos -

Ichiro no habló, solo miró a Laura en silencio, dejando que le explicara nerviosamente lo que sucedió.

No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que la sonrisa en el rostro de Laura se congeló, y Ichiro se echó a reír, y luego le explicó a Laura con una sonrisa y con algo de acento.

-Así que eres tú de verdad, señorita Laura. No estoy enojado, pero me sorprendió un poco. Y yo sugerí este café hoy. Por supuesto que no pensaré que es obra tuya. Puedes estar seguro de que no pensaré que lo has diseñado todo.-

Aunque Ichiro dijo esto, miró a Laura y no pudo evitar sentirse un poco arrepentido.

No esperaba que fuera Laura, la esposa legal de Oscar.

Por fin que le había gustado una mujer. Al principio pensaba que podría pasar algo romántico entre los dos, pero no esperaba que fuera una mujer casada y encima con un hijo tan mayor.

En el momento en que Laura dijo su identidad, los pensamientos románticos de Ichiro se desvanecieron de inmediato.

Pero no era un viaje en vano. Aunque las bellezas eran difíciles de encontrar, las oportunidades lo eran más. Ichiro sonrió y comenzó a frotar inconscientemente con los dedos la superficie de la mesa del comedor. De todos modos, tampoco salía perdiendo al conocer accidentalmente a la mujer de Oscar.

Y parecía que sus expectativas para las mujeres eran iguales que las de Oscar. A ambos les gustaba este tipo de chicas guapas.

Si se usaba bien este tipo de bellezas, sería una gran arma.

En solo unos minutos, los pensamientos de Ichiro habían dado mil vueltas.

Miró de arriba abajo el cuerpo de Laura discretamente y luego volvió a decir, -La señorita Laura eres muy diferente de lo que yo pensaba. Como era de esperar, los rumores no son creíbles y deberíamos conocernos de verdad para saber la realidad.-

-¿De verdad?-

Laura sonrió, completamente inconsciente de los extraños pensamientos de Ichiro.

-Lamento mucho lo que le pasó a la revista antes por mi mal ojo para las personas. Y por eso provocó la situación de después, pero prometo que no se volverá a repetir tal cosa en las revistas publicadas por Revista LR en el futuro.-

-No pasa nada.-

Ichiro todavía tenía una sonrisa en su rostro, -Tampoco podemos controlar nuestros empleados. Además, es normal cometer errores ya que era la primera vez que publicabas una revista.-

Mientras hablaban, casualmente llegaron sus refrigerios.

El camarero puso los refrescos en la mesa, luego guardó la bandeja y dio dos pasos hacia atrás.

-Ya están todo lo que habéis pedido. Me retiraré primero. Si tenéis algún problema, podéis presionar el botón que está al lado de su mano. Esperamos a sus órdenes.-

Laura asintió con la cabeza al camarero, -Gracias.-

Ichiro cogió con indiferencia el café, tomó un sorbo. Luego cogió un tenedor y pinchó en el Cupcake frente a él y elogió a Laura no muy sinceramente.

-Esta tienda es buena, Laura. Tu gusto es muy bueno. Por cierto, ¿puedo llamarte solo por tu nombre?-

-Por supuesto.- asintió Laura.

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