El hombre con la máscara de zorro romance Capítulo 49

Sin esperar que su hijo se le abalanzara, Oscar se acuclilló para recogerlo. Sin embargo, no se esperaba que Andrés lo ignorara, en cambio, se dirigió hacia Laura, dijo emocionado, -Tía, ¿por qué vienes?-

A Oscar le dio un impacto de la realidad. "¡No podía ser! ¿De quién era el hijo?"

Al verlo así, Laura sentía una pena por dentro. "Era muy probablemente que no tuviera mamá durante un largo tiempo, de allí que les tratara muy amable a las tías, incluso las que acabó de conocer."

Radicalmente Laura era una persona compasiva. Al ver este pobrecito, incluso se mojaron los ojos y se acuclilló para abrazarlo. -Andrés, vino a verte hoy, ¿has hecho bien en la escuela?-

-¡Hum! Andrés he hecho genial, y la próxima vez, ¿tía también vendrá con papá a ver Andrés?- Se trató de la primera vez de visitar, pero este niño ya había pensado en la próxima vez. ¡Qué angustioso!

Con los ojos rojos, Laura asintió con la cabeza, -Buen chico, vendré a verte con tu papá, cariñito.-

Laura lo miró amorosa, pensando que Andrés era un niño tan mono como Iker. Laura le ordenó el pelo, le levantó los pantalones y le organizó la ropa arrugada. Todas partes mostraban el amor materno.

Ante esta escena, Oscar apartó la cara, cuyos ojos estarían cubiertos por la humedad, que se desapareció dentro de poco. Se escondió la emoción rápidamente. -Andrés, ¿me ha olvidado? Sólo cuidas a tía.-

-¡Papá!- Andrés bajó la cabeza un poco avergonzado, se dirigió a Oscar, quien se agachó para recogerlo.

-Hijo, hoy te doy una sorpresa enorme, ¿estás alegre?- dijo Oscar.

Andrés estaba un poco tímido, susurró al oído de Oscar, -Papá, el maestro dice que vienes con mamá, ¿le has dicho que la tía es mi mamá?-

Oscar le hizo un guiño inexplicable, en voz similar, dijo, -No puedes hablar de eso con tu tía, si se lo dices, ella no vendrá otra vez. ¿Lo entiendes?-

-¿Pero por qué papá le ha dicho que es mi mamá?- Al oírlo, Oscar se quedó un poco pasmado, pero luego sonrío.

-¿Andrés, no te gusta la tía?-

-¡Sí! Me gusta-

-¿Qué estáis murmurando vuestros dos?- Laura los vio susurrando, sin evitar bromear.

-¡Nada!-

-¡Nada!-

El padre y el hijo dijeron con un entendimiento tácito.

-¡Oh!- Laura sonrió, parecía que era fácil olvidar el problema cuando se llevaba bien con los niños. Justo a la hora de comida, Laura no sabía si Iker se cuidaba bien de sí mismo.

Los niños sin padre eran patéticos, pero los sin madre era más patéticos. Laura pensó de nuevo en su hijo robado, sin saber cómo estaba. ¿Si lo cuidaban? ¿Si lo amaban?

Andrés quitó el abrazo de Oscar y se dirigió a Laura para tomar la mano.

En ese momento, en la puerta de la clase había muchos niños, quien fueron atraídos por el guapo y la belleza. Incluso uno de ellos empezó a gritar, -Andrés, ¿son tus padres que vienen a verte?-

-Andrés, tu papá es super hermoso.- También gritaron los niñas, -¡Guau! Es más guapo que mi papá, Andrés, ¿puedes darme tu papá?-

-¡Así que tienes mamá!-

-…-

Escuchando gritando los niños, Andrés la echó un vistazo a Laura, quien no lo reveló, ¡Qué bien!

Entonces, él dijo audazmente, -¿Quién ha dicho que no tengo mamá, mira, mi mamá está aquí, viene a verme?-

De repente, eso le dio un pasmo a Laura, y le hizo mojarse los ojos otra vez.

Oscar la miró de reojo, la acercó, la mantuvo la cintura y dijo en voz baja, -¡Muchas gracias! te agradezco por proteger el autoestima de mi hijo.-

Aunque no fuera capaz de mentir, valía la pena esta visita al presenciar la felicidad y la satisfacción de Andrés, cuya cara llenó de una sonrisa brillante y satisfecha.

-Hijo, ¿salimos a divertirnos?- Eso despertó la gana de Oscar.

Al oírlo, Andrés estaba muy emocionado, pero luego sacudió la cabeza. Se quedó allí reflexionando las cejas fruncidas. Oscar y Laura lo miraron dudosamente hasta que Andrés murmurara, -Hoy no es el fin de semana, esta tarde el profesor va a enseñar el nuevo vocabulario. Aunque quiero ir con vosotros, mi abuelo me ha dicho que me debo estudiar bien.-

-¡Ah!- Oscar estaba un poco sorprendida, y luego sonrío, tocándole la nariz, -Mi hijo sabía que se debe concentrarse en los estudios desde tan pequeñito, ¡genial!-

Debido a estas palabras, Laura sentía más lástima por este crío. Eso la dejó pensar en Iker, quien también ha pasado duro. Era verdad que se debería relajarse a esa edad, sin embargo, Iker comportaba como un adulto, lo que le dio a la gente una extraña tristeza.

¡Qué lástima fuera!

-¡Hum! Bien, ¡me gustas mucho!- Laura sonrío, tocándole la cara, -Vendré a verte frecuentemente en el futuro.-

-¡Vale!- Al oírlo, Andrés se quedó emocionado otra vez, y inmediatamente le agitó la mano, dijo, -Tía, ¡qué bueno sería si fueras mi mamá!-

-¡Eso!- A Laura le sorprendió. Se levantó, mirándole a Andrés la cara seria donde se produjo una sonrisa dulce. Cuando ella dio la vuelta hacia atrás, vio a Oscar, quien la miró con una sonrisa confusa. Oscar dijo, -Creo que está bien el consejo, Laura, deberías pensar bien en esta propuesta.-

El corazón de Laura se estremeció. "¡Dios míos! ¿Cómo podría ser que un hombre malo tenía un niño tan encantador como Andrés? ¡Jolín!"

-Presidente, ¿esta tarde no tiene trabajo?- Ante el niño, Laura tuvo que bajar la voz y mantener una cara normal.

-Bueno, es que estás herida. Creo que debo acompañarte, pues no te preocupe sobre el trabajo. Laura, ¿qué piensas sobre la propuesta de mi hijo?-

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