El Invitado de La Boda romance Capítulo 21

Al día siguiente: 17 de septiembre, 2018

Un lunes más, un día laboral más en esta vida y a pesar de que el viaje a Las Vegas ha sido por trabajo, tanto ella como yo debemos presentarnos a la oficina para dar seguimiento a los clientes que hemos conocido y por supuesto para dar una breve presentación de la conferencia al resto del equipo.

Abrocho mi camisa gris frente al espejo mientras pienso en los detalles que no se nos pueden escapar frente a todos y sonrío instintivamente. Me siento un adolescente cuando pienso en ella y no sé si es porque lo nuestro es secreto, si es por la manera que me hace sentir, o porque es una relación entre comillas, prohibida. De lo único que tengo certezas es de que me encanta estar con ella y de que esto es mucho más que algo pura y exclusivamente físico.

—A arrancar el día.— Me digo alto y firme para así tomar mi celular, mi billetera y salir de esta habitación.

Al llegar a la cocina me encuentro con el radiante sol floridano irradiando a través de los cristales y el verde de los arboles a lo lejos desde la distancia de este piso 22, si hay algo que me gusta de esta ciudad son sus paisajes y solo deseo que un día pueda disfrutar de estos amaneceres junto a ella por mas egoísta que esto suene.

[…]

Es llegar a la oficina y tener que disimular mi cara que es una mezcla entre idiota enamorado y preocupado, saludo a todos como suelo hacerlo siempre y me dirijo a mi oficina, ya que al parecer soy uno de los primeros en llegar.

—Señor Daniau.— Me dice Katherine entrando a mi oficina.

—¿Si?— Pregunto y levanto mi mirada para verle.

—¿Quiere que le traiga un café o algo?—

—Si por favor.— Le pido amablemente y luego de darme una tímida sonrisa ella se retira.

Enciendo mi computadora y abro los correos electrónicos para comenzar a revisarlos uno por uno como suelo hacerlo siempre. Respondo a los más importantes, reenvió los que corresponden a otros departamentos de la empresa y mientras hago esto, Katherine llega con mi salvación llamada café. –Muchas gracias Katherine, me hacía falta, el cambio de horario es matador.— Comento haciéndole sonreír.

—Lo sé, supuse que lo necesitaría. Si quiere alguna otra cosa, no dude en pedírmelo. — Me dice y simplemente asiento para luego verle retirarse de mi oficina.

Sigo muy concentrado en mi labor y no sé exactamente cuánto tiempo llevo en esto, cuando escucho el ruido de la puerta de mi oficina cerrarse y al levantar mi mirada, la veo a ella con un vestido corto color blanco muy elegante y zapatos de tacón negro.

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