Los chales junto al lago estaban situados en Jardín Lakeside; era la zona residencial más famosa en Eastcliff que consistía en varios chalés lujosos. No era que en la ciudad faltara gente que pudiera comprar un chalé, pero no había muchas personas calificadas para ser dueñas de una hacienda ahí. Jardín Lakeside era una zona residencial desarrollada por Guillermo Navarro, y solo aquellos con ciertas cualificaciones podían tener el derecho de residir en la ahí. Cualquier otra persona que no cumpliera el umbral no tendría esperanzas de poseer un edificio ahí, aunque ofreciera comprar uno con un precio 10 veces superior al original. Por lo tanto, hasta ahora solo se habían registrado menos de 50 vehículos para ser propietarios de una tarjeta de acceso a Jardín Lakeside.
Por esa razón, Francisco Cuevas se alarmó tanto al ver una de esas tarjetas en el Maybach; ¡era porque él no podía ofender a aquellos que vivían en Jardín Lakeside! Una vez, Don Coronel tuvo el honor de ser invitado por un amigo para visitar Jardín Lakeside y a partir de entonces, alardeó varias veces en público sobre la experiencia.
La arrendadora había dicho que los chalés en Jardín Lakeside tenían un valor de 30 millones, pero ese era solo el precio base. El chalé a donde José había invitado a Mateo tenía un valor de 207 millones porque estaba situado en el mejor lugar junto al lago. Su superficie total era de más de 3.600 metros cuadrados, con un patio amplio que abarcaba casi 30 acres. Había una piscina construida en el patio y otra más pequeña construida en el interior. Si alguien se sentaba en el balcón, el cual tenía más de 60 metros cuadrados, disfrutaría de una clara vista panorámica del lago Eastcliff, como si fuera dueño del mundo entero. Su interior estaba diseñado de forma extravagante y con todo tipo de muebles y servicios. Todo era nuevo pues nadie nunca se había alojado ahí; sólo las empleadas domésticas lo visitaban todos los días para limpiar el lugar.
Luego de llevar a Mateo al chalé y ayudarlo a establecerse, José le dejó una tarjeta de acceso antes de despedirse. A decir verdad, José no era el dueño de la casa. Él era dueño de otro chalé más pequeño en la misma zona, el cual fue una recompensa que recibió de una persona importante en la ciudad a quien trató, pero ese chalé tenía un valor de tan solo 70 millones. En cuanto al lugar donde Mateo se estaría quedando, se consideraba el mejor en todo el jardín residencial y fue un regalo que Guillermo le envió a Mateo a través de José. Mateo había salvado la vida de Beatriz y Guillermo decidió recompensarlo con el chalé como una muestra de agradecimiento. Este incluía 5 empleados que podían ayudar a Mateo a cuidar de Natalia, además de encargarse de las tareas diarias.
Cuando terminó de establecerse, Mateo recibió una llamada de Elena Flores, su suegra.
-Mateo, ¿en dónde has estado? ¿No ves la hora que es? ¿No deberías estar aquí para preparar la cena?
Mateo suspiró y salió de Jardín Lakeside con resignación para regresar en taxi. En cuanto llegó, escuchó una conmoción que venía desde la casa.
—Santiago, ya no quiero escuchar tus tonterías. De hecho, solo puedes culpar a tu hija por ser incompetente con el trabajo que le asignaron. El abuelo solo quería que le dijera que ya no tiene que ir a trabajar en el futuro. ¿Esto qué tiene que ver conmigo? Si no estás satisfecho con su decisión, ¡deberías visitar al abuelo y discutir con él!
Además, es más que razonable que les pidan una compensación después de causar una gran pérdida en toda la familia Coronel. No me hables de familia en este momento porque nunca he tomado en cuenta las relaciones personales al hacer negocios. Si ustedes no están dispuestos a darles el dinero, ¡entonces prepárense para ir a la cárcel!
Mateo prestó toda su atención y lucía agitado al escuchar lo que el hombre dijo. Él pudo reconocer la voz; era Carlos, el primo de Sasha. Carlos Coronel era el hijo de Jaciel Coronel, y se le consideraba el sucesor del negocio familiar de los Coronel. Nadie se atrevía a ofenderlo pues era conocido por su actitud arrogante y pedante.
Jaciel fue quien se apoderó y ocupó el chalé de un solo piso en el cual residían Santiago y su familia. Además, Carlos era un hombre extremadamente perverso. Para lograr sus propios asuntos privados, muchas veces había intentado hacer que Sasha les hiciera compañía a sus amigos. Una vez, incluso conspiró contra ella para sabotear su carrera. Si Sasha no hubiera estado lo suficiente alerta como para mantener constante distancia con él, podría haber caído ya en su trampa. Por ello, Carlos siempre le guardó rencor a Sasha y socavaba su posición en la empresa en cuanto encontraba una oportunidad para hacerlo. Sin que Carlos se interpusiera en su camino, Sasha podría haber estado ocupando una posición más alta en la jerarquía de la empresa que la que tenía en ese momento. La puerta se abrió de golpe y Carlos salió de ella. Al ver a Mateo ahí, apareció un rastro de desprecio en su rostro mientras se burlaba diciendo:
-Vaya, vaya, ¿no es mi cuñado? Has regresado para pedir dinero a tu esposa, ¿Cierto? ¡Qué maravilloso ser un yerno mantenido! ¡Es tan envidiable que puedas vivir una vida cómoda sin tener que esforzarte!
Mateo lucía serio y no dijo ni una sola palabra mientras Carlos se marchaba a grandes pasos, soltando una gran carcajada. Cuando entró a la sala, Mateo se dio cuenta que todos en la familia estaban presentes; Santiago y su esposa estaban tumbados en el sofá con sus rostros luciendo blancos como el papel mientras que Sasha tenía los ojos llenos de lágrimas que caerían en cualquier momento.
—¿Qué está sucediendo? —preguntó Mateo en voz baja. -¿Que qué sucede? ¡De lo único que eres capaz es de hacernos esa pregunta! -Elena se agitó y se puso de pie mientras gritaba—. Mateo Lara, ¡en verdad eres un pedazo de inútil! Además de regresar a casa para comer y dormir ¿qué más puedes hacer? No espero que hagas nada grandioso para que Sasha gane más respeto en la familia, pero ¿podrías al menos no ser un obstáculo en su carrera?
-Sasha, ¿te estás haciendo tonta o de verdad eres tan ingenua? -preguntó Santiago—. ¿Acaso crees que otras empresas te contrataran después de ser despedida por tu propia familia? Jaciel es un hombre despiadado ¡y se asegurará de que ningún otro corporativo en la misma industria de contrate!
Sasha lucía desalentada porque sabía que su padre tenía razón. Después de que la despidieran, de ahora en adelante no tendría ninguna esperanza de seguir una carrera en el mismo campo.
-Ahora mismo, lo único que necesitas hacer es... divorciarte de Mateo y casarte con otro hombre. Por ejemplo, el joven Cuevas. Así, ya... ya no tendrás que preocuparte por tu carrera, ¡y Jaciel deberá tenernos más respeto! Sasha, todo este tiempo, tu padre y yo hemos pasado por muchas humillaciones. Eres nuestra única esperanza para luchar por un futuro mejor después de todo lo que hemos sufrido... —opinó Elena con nerviosismo.
Mateo sintió un dolor punzante en su corazón, pues sus suegros le estaban aconsejando a Sasha que se consiguiera otro hombre en su presencia. Era claro que no lo tomaban en serio.
—Deja de intentar persuadirme porque no usaré mi matrimonio como una herramienta para intercambiar por el éxito del que tanto hablan, ¡incluso si debo morir de hambre! -dijo Sasha con los dientes apretados, dejando cada palabra en claro.
-Sasha... -Elena estaba ansiosa por seguir con sus intentos para convencer a Sasha. Sin embargo, no pudo decir nada más porque Sasha empujó la puerta y se retiró de inmediato.
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