Kenneth salió furioso del Hospital Alas Plateadas y se dirigió a toda prisa hacia la casa de la familia Weaver con sus dos guardaespaldas.
Cuando llegó a su puerta, un criado le saludó presuroso y le preguntó: "Señor Wilson, ¿qué hace aquí a estas horas?".
Kenneth lo miró con ojos sombríos. Abofeteó al sirviente y le gritó: "¡Quítate de en medio!".
¡En ese momento, era como un volcán andante con toda la furia y la humillación hirviendo en su interior que podría entrar en erupción en cualquier momento!
Con sus dos musculosos guardaespaldas, Kenneth irrumpió en la casa de la familia Weaver y gritó con saña: "¡Jordan Weaver, sal ahora mismo! Te mataré si me haces esperar".
El estruendoso grito de Kenneth sacudió a toda la familia Weaver como si un terremoto hubiera barrido la casa.
Jordan ni siquiera alcanzó a ordenar su bata mientras salía corriendo de su habitación con la ayuda de Jeffrey. Sus ojos se abrieron de golpe al ver al enfurecido Kenneth de pie en medio del salón, y preguntó: "Señor Wilson, ¿qué está haciendo aquí? ¿No se supone que debería estar en casa, disfrutando del sexo después de tomar la medicina?".
"¿Disfrutando del sexo? Estoy más interesado en matarte".
Kenneth miró a Jordan con gran disgusto y le gritó: "¡Viejo chiflado, ¡cómo te atreves a utilizarme como tu rata de laboratorio para probar la jodida droga! ¡Mi pene está podrido por culpa de tu maldita medicina! Si no resuelves el problema ahora, te mataré a ti y a toda tu familia".
Jordan escuchó un zumbido en su cabeza por el shock. Comprendió al instante el propósito de Kenneth de ir a su casa a esa hora tan extraña: algo debía de ir mal con la medicina.
Se aclaró la garganta y dijo: "Señor Wilson, debe haber algún malentendido, por favor, escúcheme. Le juro que nunca he pensado en usted como una rata de laboratorio. Desde que tuvo la necesidad, le ofrecimos sinceramente ser el primero en tomar la medicina porque estábamos preocupados por usted. Debe creerme".
Kenneth estaba tan furioso que temblaba violentamente. Se quitó los pantalones delante de todos y señalando su pene necrótico dijo, con los ojos tan fríos como una daga asesina: "¡Que se jodan los malentendidos! La úlcera de mi pene es tan grave que tendré que amputarla".
¿Acaba de pedirle este tonto que espere dos días más? El pene se le caería solo para entonces.
Kenneth se subió los pantalones y gritó a Jeffrey indignado: "¡Que te jodan! Todo fue por tu culpa, idiota. Me mentiste diciendo que tu medicina familiar podía curarme. Mira lo que me has hecho".
Se dirigió a sus guardaespaldas y les ordenó: "¡Rompe uno de sus brazos!".
Estos dos guardaespaldas eran de los mejores que tenía.
Había traído seis guardaespaldas a la Colina Aurous, pero cuatro de ellos habían sido lisiados por Charlie, así que se quedó con dos.
Sin embargo, aunque sólo quedaran dos guardaespaldas, la familia Weaver no se atrevía a enfrentarse a él debido a su poderosa trayectoria como presidente del Grupo Modestway.
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