Inicialmente, la familia Weaver esperaba que la nueva medicina llevara a su empresa al siguiente nivel, pero aparentemente, ¡la vieja medicina era mucho mejor!
El peor efecto secundario de la vieja medicina era inducir toxicidad en el hígado y los riñones, pero no induciría necrosis en el pene.
Sin embargo, la familia Weaver no era rival para el ataque de Kenneth.
En ese momento, los guardaespaldas de Kenneth se adelantaron y agarraron a Jeffrey por el hombro a pesar de su lucha y de su fuerte oposición. Retorcieron su brazo derecho en un ángulo horrible, rompiéndolo eficazmente, haciendo que toda la gente que observaba la escena se estremeciera.
"¡Maldita sea! ¡¡¡Argh!!! ¡Oh, Dios mío!".
Jordan estaba enfadado y asustado al mismo tiempo. Jeffrey era su hijo mayor y también el más querido, pero sólo podía ver aterrorizado cómo se rompía el brazo de su hijo y no podía hacer nada al respecto.
Finalmente, el profesor Cruz entró corriendo en el vestíbulo y dijo: "Sr. Weaver, Sr. Wilson, ¿qué está pasando?".
Kenneth volvió su mirada hacia la voz familiar y sonrió: "Oh, hola, imbécil, buen momento. Chicos, ¡denle una paliza!".
El profesor Cruz lo miró aturdido y murmuró: "Señor Wilson, debe haber algún malentendido. ¡Le he curado! ¿No dijo usted que quería darme una villa?".
La frígida mueca de desprecio seguía pegada en el rostro de Kenneth. "Oh, ¿la villa, dices? Tendré una para ti... ¡en el infierno!".
Los guardaespaldas presionaron al profesor Cruz contra el suelo y le golpearon como si fuera un saco de arena. Después de que uno de ellos le diera un puñetazo en la sien, los ojos se le pusieron en blanco y se desmayó.
Toda la familia Weaver observó con horror. ¡Kenneth era realmente cruel!
De todos modos, era comprensible que Kenneth se comportara así. Había sufrido un gran golpe que nadie podía imaginar, empezando por la impotencia y la necrosis. Si hubiera tenido que ser amputado, se habría vuelto loco en un santiamén.
Por suerte, el tratamiento les daba unos días para pensar en una solución.
Si no podían encontrar una cura para Kenneth, la amputación sería la solución final.
Cuando Kenneth estaba con el tratamiento intravenoso, se dirigió a la familia Weaver con voz fría: "Les doy un día. Si no podéis resolver mi problema para mañana por la noche, la familia Weaver desaparecerá de este mundo".
Jordan asintió y dijo respetuosamente: "No se preocupe, señor Wilson. Haremos todo lo posible".
Jeffrey le apartó y le susurró: "Papá, el médico ha dicho que no hay cura, ¿qué más podemos hacer?".
Jordan rechinó los dientes con ansiedad. "¡Todavía tenemos que pensar en algo! ¿Quieres que nuestra familia desaparezca?".
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