Ella es mi medicina romance Capítulo 39

Tres meses después.

— ¿Será que puedes despegarte un poco de Paulina? —Comenta Estiben burlándose—.

— Si, aquí y en China, tu comportamiento es descrito como acoso —comenta Ismael—.

— Ahhh —dice Mamá Mariana— Crecen tan rápido, pero hay acciones que no desaparecen, aunque pase el tiempo.

Soy yo quien me río mientras vemos a Aidan y Pablo discutiendo por quien va a compartir asiento conmigo.

— Ya te dije que tú no vas a estar con mi novia —dice Pablo a Aidan—.

— Sí, es tu novia. Pero también es mi amiga —comenta Aidan— y yo la necesito.

— Yo la necesito más — comenta Pablo —.

— Yo en serio la necesito — comenta Aidan— es una situación de vida o muerte.

— ¿Qué? ¿Tienes hambre ? —Comenta Harry mientras se burla de los chicos—.

— No, es algo más serio que la comida —dice Aidan y todos se sorprenden— hablar con Paulina, definirá mi éxito o fracaso con el amor de mi vida.

— Mira Aidan, si piensas tratar de conquistar a mi novia estas muy equivocado, si piensas que te lo voy a permitir —comenta Pablo— e incluso si te lo permito, vas a fracasar porque ella es mía y yo soy de ella. Por lo tanto, tú estarás de sobra.

Aidan toca su pecho como si le doliera y después sonríe.

— Vamos, hermano. Tú jamás eras tan mezquino —comenta Aidan acercándose a mí y abrazándome— no quiero a Paulina conmigo porque me guste, si no por otra situación.

— ¿Situación? —Pregunta Pablo y Aidan asiente — ¿Qué tipo de situación?

— Una muy importante y confidencial —comenta sin más—.

Harry asiente y luego contesta — seguramente le gusta una compañera de trabajo de Paulina y por eso necesita a Paulina en estos momentos — y con eso camina hacia el auto entrando en él —.

— ¡Guau! Me conoces tanto —comenta Aidan asombrado—. Sí, es eso. Ahora ya sabes la situación, no creo que haya problema con que te robe a Paulina por unas cuantas horas.

— Ya te dije, Girop —comenta Pablo— no te vas a sentar con Paulina.

— Si sigues así vas a aburrir a Paulina rápidamente —comenta Miguel— andas todo el tiempo pegado a ella. Así que no veo el porque unas cuantas horas lejos de ella te van a matar.

— Te lo dije, es acoso —comenta Ismael—.

Y todos reímos.

Tres horas después.

Llegamos a nuestro destino.

Después de un mes bastante cansado en el trabajo. Mi compañera Yohana y yo, hemos sido escogidas para ir a un "voluntariado" no tan voluntariado, para prestar ayuda médica en zonas conflictivas de África.

No sabemos cuáles fueron los criterios para que nuestros superiores nos enviarán a ese lugar. Sin embargo, como médicos del hospital no podemos negarnos a realizar nuestra labor.

— Lo raro es ¿Por qué nosotras y no los hombres del departamento? No se sabe ni tampoco responderán.

Sin embargo, eso no fue lo increíble de la situación.

Lo increíble como tal es la reacción de Pablo al contarle todo eso.

Flashback

— Repite lo que me dijiste que no te escuche bien — comenta Pablo—.

Sin embargo, se que escucho perfectamente lo que dije ya que su expresión de alegría cambió totalmente. Mientras que la sala en la que estábamos todos reunidos llega una sensación incómoda.

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