— A juzgar por tus comentarios me dejas estas dos hipótesis —dice Estiben— uno, estas muerto de miedo y tu decisión es ocultarlo mediante comentarios hirientes, lo que para mi es una pésima decisión que me haces pensar que eres más loco de lo que pensé al ver que no temes de lo que pueda hacerte Aidan después.
Oh, que dos, seas homosexual y que te haya dolido que alguno de nosotros te haya ignorado, por lo que ahora estas envuelto en una venganza en la que se conoce quien ganará. Lo que también me parece pésima tu estrategia para llamar la atención. Sin embargo, he escuchado que los gays son muy celosos y vengativos. Así que, en teoría, no me sorprendería tu actitud.
Josep no mostraba emoción alguna, aunque seguramente temía internamemte por como seria su final.
— Tal vez Paulina, aunque fue tu amiga anteriormente ahora era tu mayor rival, cualquiera de los chicos que te interesara bien sea Harry, Aidan, Pablo, Fred, Javier o yo, estábamos relacionados de algún modo con Paulina.
Bien sea por una relación amorosa o una amistad, siempre que Paulina estaba cerca de nosotros en ella se enfocada nuestra atención, bien sea por sus ocurrencias o por simplemente ser ella. Y eso fue lo que te hizo odiarla a tal punto de ser parte del plan de T.W. —puntualizó Estiben—.
Todas las personas que se encontraban como espectadores estaban atónitos por las teorías de Estiben, cada una tenía su lógica y a la vez su locura. No se podía negar ni afirmar totalmente cada una de ellas, pero lo que sí era cierto era que Estiben dijo eso porque él notaba algo que el resto no.
Una sonrisa se formó en la cara de Joseph.
— Tu imaginación no tiene límites —dijo mientras lo miraba a los ojos— tus teorías son fuertes pero con nada de evidencia. Por lo cual, una a una te las desmentiré. Primero, no soy gay, mi orientación sexual está bien definida hacia las mujeres por lo que mi interés hacia ustedes en ese aspecto es nulo.
Me da risa pensar que sus cabezas se han llenado de la basura que las chicas ciegas e idiotas han dicho para alagar tributos que o escasamente tienen o que definitivamente no presentan. Es irónico, en una materia en la Universidad sobre psicología, había escuchado que aunque el cerebro sea tan complejo, si una persona escucha constantemente lo mismo de varias personas, aunque al principio para el sea descabellado o con poca base, después de escucharlo tanto lo va a afirmar con tanta convicción que cualquiera que lo escuché por muy descabellado que parezca le creerá.
Él arquea una de sus cejas mientras lo mira con desdén
— Acabo de comprobar que es cierto. Pero lamentó bajarte de esa nube. El hecho de que muchas chicas suspiren cuando los ven pasar y que muchos hombres los respete. La realidad es otra, no son nada más que una basura más en la sociedad. ¿Bombones de Next In?, para mi son la basura del mundo.
— Vaya, tus palabras están infectadas de tanto odio —comenta Estiben— que por un momento pienso que no te gusta uno de nosotros, si no todos en sí. ¿Es tan difícil querer a uno solo?, ¿No puedes tener un favorito?
A ese punto Joseph estaba rojo del enfado, el chico que hablaba con altivez se había esfumado, dejando a un hombre furioso por las cuestiones de su inclinación sexual. Para muchas mujeres esos comentarios les daría igual, con el pensamiento de que piensen lo que quieran, me da igual. O, el hecho de que sepa que no es así basta.
Pero para un hombre, eso pisoteaba su ser, su orgullo, si todo. Y eso no lo podía dejar pasar.
— ¿Eres estúpido o te haces? —comenta un enojado Joseph — ¡Jamás en la vida me interesaría un hombre y menos si son ustedes! —gritó a todo pulmón—.
Ahora quien lo miraba con altivez y burla era Estiben, notoriamente se habían invertido los papeles.
Todos se quedaron en silencio hasta que Daniela hablo.
— Esa mujer quién nombras era la novia de Pablo —comenta lo que en años nadie se había atrevido a comentar — ella fue quien traicionó no sólo a tu padre, si no también a otros empresarios, entre esos mi familia. Pablo solo fue otra víctima.
— No te atreves a defenderlo —comento Josep indignado por el comentario — a la viste esta, eres su prometida y mira en donde te tiene. No excedas el límite de tu estupidez.
— No es mentira lo que te digo —comenta Daniela— sólo utiliza un poco tu cerebro. Mi apellido es Johnson, los que hace años eran una de las familias más acaudaladas de la ciudad de México, gracias a nuestros hoteles y restaurantes cinco estrellas.
El error al igual que tu padre y el de muchos más fue el confiar en la diosa. Ella era buena en maquillar los negocios a tal punto que nadie se daba cuenta que robaba y tomaba las exportaciones e importaciones de la materia prima para exportar droga y dinero con procedencia oscura. Pero eso no duro mucho tiempo y todas las víctimas quedaron como culpables. Mientras ella desapareció del mapa, los empresarios engañados entre esos las empresas de Pablo tuvieron que pagar un alto precio por dejarse engañar.
— ¿Y por qué Pablo primaba como autor principal de esos fraudes? —pregunto Josep—.
— Por que la diosa era la prometida de Pablo, por lo cual lo que hacía ella repercutió en la imagen de Pablo —Comentó Estiben mientras una tristeza invadía su rostro— ella desapareció con muchos millones de los empresarios que callaron en sus mentiras mientras Pablo como otros empresarios comenzaban de nuevo.
Sólo que Pablo quedó con el amargo de la traición realizada por su prometida y la mala imagen de él ante el mundo. Los asuntos legales se había resuelto ya que Pablo no tenía relación con ninguno, pero una vez que escuchas que alguien estuvo relacionado con droga y lavado de dinero. Por mucho que se demuestre que es inocente, la etiqueta y señalamientos quedará allí. Es por eso que Pablo no es la cabeza de sus empresas, es por eso que Pablo no confía en nadie.
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