Ella es mi medicina romance Capítulo 57

— A juzgar por tus comentarios me dejas estas dos hipótesis —dice Estiben— uno, estas muerto de miedo y tu decisión es ocultarlo mediante comentarios hirientes, lo que para mi es una pésima decisión que me haces pensar que eres más loco de lo que pensé al ver que no temes de lo que pueda hacerte Aidan después.

Oh, que dos, seas homosexual y que te haya dolido que alguno de nosotros te haya ignorado, por lo que ahora estas envuelto en una venganza en la que se conoce quien ganará. Lo que también me parece pésima tu estrategia para llamar la atención. Sin embargo, he escuchado que los gays son muy celosos y vengativos. Así que, en teoría, no me sorprendería tu actitud.

Josep no mostraba emoción alguna, aunque seguramente temía internamemte por como seria su final.

— Tal vez Paulina, aunque fue tu amiga anteriormente ahora era tu mayor rival, cualquiera de los chicos que te interesara bien sea Harry, Aidan, Pablo, Fred, Javier o yo, estábamos relacionados de algún modo con Paulina.

Bien sea por una relación amorosa o una amistad, siempre que Paulina estaba cerca de nosotros en ella se enfocada nuestra atención, bien sea por sus ocurrencias o por simplemente ser ella. Y eso fue lo que te hizo odiarla a tal punto de ser parte del plan de T.W. —puntualizó Estiben—.

Todas las personas que se encontraban como espectadores estaban atónitos por las teorías de Estiben, cada una tenía su lógica y a la vez su locura. No se podía negar ni afirmar totalmente cada una de ellas, pero lo que sí era cierto era que Estiben dijo eso porque él notaba algo que el resto no.

Una sonrisa se formó en la cara de Joseph.

— Tu imaginación no tiene límites —dijo mientras lo miraba a los ojos— tus teorías son fuertes pero con nada de evidencia. Por lo cual, una a una te las desmentiré. Primero, no soy gay, mi orientación sexual está bien definida hacia las mujeres por lo que mi interés hacia ustedes en ese aspecto es nulo.

Me da risa pensar que sus cabezas se han llenado de la basura que las chicas ciegas e idiotas han dicho para alagar tributos que o escasamente tienen o que definitivamente no presentan. Es irónico, en una materia en la Universidad sobre psicología, había escuchado que aunque el cerebro sea tan complejo, si una persona escucha constantemente lo mismo de varias personas, aunque al principio para el sea descabellado o con poca base, después de escucharlo tanto lo va a afirmar con tanta convicción que cualquiera que lo escuché por muy descabellado que parezca le creerá.

Él arquea una de sus cejas mientras lo mira con desdén

— Acabo de comprobar que es cierto. Pero lamentó bajarte de esa nube. El hecho de que muchas chicas suspiren cuando los ven pasar y que muchos hombres los respete. La realidad es otra, no son nada más que una basura más en la sociedad. ¿Bombones de Next In?, para mi son la basura del mundo.

— Vaya, tus palabras están infectadas de tanto odio —comenta Estiben— que por un momento pienso que no te gusta uno de nosotros, si no todos en sí. ¿Es tan difícil querer a uno solo?, ¿No puedes tener un favorito?

A ese punto Joseph estaba rojo del enfado, el chico que hablaba con altivez se había esfumado, dejando a un hombre furioso por las cuestiones de su inclinación sexual. Para muchas mujeres esos comentarios les daría igual, con el pensamiento de que piensen lo que quieran, me da igual. O, el hecho de que sepa que no es así basta.

Pero para un hombre, eso pisoteaba su ser, su orgullo, si todo. Y eso no lo podía dejar pasar.

— ¿Eres estúpido o te haces? —comenta un enojado Joseph — ¡Jamás en la vida me interesaría un hombre y menos si son ustedes! —gritó a todo pulmón—.

Ahora quien lo miraba con altivez y burla era Estiben, notoriamente se habían invertido los papeles.

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