Ian estaba al lado de la omega en una clínica privada, había salido disfrazado bastante bien ese día para que nadie lo reconociera y que todo se fuese a la mierda. Aunque, bien podía dejar que alguno de sus trabajadores fuese con la omega, pero como es un cabeza dura no dejó que nadie fuera con la omega.
El mismo doctor que había estado al pendiente de su salud por largos años ahora iba a poner todo su empeño en Rachel por orden del alfa.
Justamente ese día Ian tenía que dar la cara ante todo el país, y también pondría su plan en marcha para acabar con su hermano antes de que él lo hiciera. Sólo tuvieron que esperar unos cuantos minutos antes de que el médico entrará regalándoles una pequeña sonrisa a ambos.
Se colocó la bata y unos guantes indicando al alfa que colocara a la omega en la camilla para hacerle los estudios correspondientes por el momento.
Ian tomó a Rachel en sus brazos y la colocó en la camilla quitándole el suéter que traía. Después de un rato, el doctor se acercó a ellos con un gel y lo esparció por el vientre poco abultado de Rachel.
Rachel se mantenía en silencio, escuchando como la respiración de los dos alfas en esa habitación llenaba el aire y sus nervios estaban a más no poder porque en verdad quería saber qué estaba pasando o al menos poder ver algo en ese momento.
— Bien — comenzó a decir el doctor —. Al parecer el embarazo será más rápido de lo que pensamos, señor — movió un poco el sensor.
— ¿Qué quiere decir con eso? — dijo, confundido —, ¿El embarazo de Rachel no será como cualquier otro?
— Así es — asintió —. Por lo visto su omega tiene dos meses de embarazo normal, pero según esto tiene apenas unas dos semanas si no me equivoco desde que pasó su celo.
— Así es — frunció los labios —. Pero se supone que deben de pasar al menos setenta y dos horas para que el espermatozoide de un león haga efecto en una omega.
—En Rachel no — negó, con la cabeza sin despegar la vista del monitor —. Es una híbrida, tiene genes gatunos como de zorros lo que hace que todo sea más rápido. Los gatos tienen a sus crías en sesenta y cuatro a sesenta y siete días. En cambio las zorras tienen la gestación aún más rápido — se dio la vuelta —. Al ser de esas dos especies, puede hasta incluso tener a sus bebés antes de que nos diéramos cuenta. Por lo que será más rápido que un embarazo normal. Calculo poco menos de cinco meses a lo mucho… al ser usted un león , su embarazo puede hasta llegar en menos tiempo que ese, por esa razón debe de ir a menudo las citas médicas.
— ¿Qué?
— Los genes de Rachel no son igual que los de la jerarquía y eso lo comprobé cuando vi su cola y cuando me mostraron los resultados de sangre que le hicimos hace unos días — se pasó la lengua por los labios —. Los genes de Rachel no son normales y de eso es testigo su cola, es más larga y cada vez que la mueve cambian sus arterias de posición lo que indica que es una híbrida no muy desarrollada.
— ¿Qué quiere decir con eso? — preguntó Rachel, sin entender —. Siempre me han dicho que mi cola es larga e incluso un poco pesada.
— Tus orejas — señaló —. Tus orejas son de la jerarquía felina de las omegas y alfas. Es la única parte de tu cuerpo que tiene un lugar en todo esto...
— ¿Hay riesgos de que algo salga mal con el bebé?
— Los — corrigió —. Son dos bebés o quizás tres o cuatro..., aún no se sabe — dijo, como si nada.
— ¡¿Qué son más de uno?! — gritaron, al mismo tiempo.
— Es algo de lo cual deben de saber, tanto como las gatas y las zorras tienen más de una cría — puso los ojos en blanco.
— Estuve pensando en hacer la operación de Rachel estando embarazada...
— No le pasará nada — les sonrió, amistosamente —. La operación es en los ojos y si me lo permite todo puede hacerse en una semana para que nada le pase a los bebés — suspiró —. Es mejor hacerla ahora que los genes de Rachel están pequeños y poco formados.
Ian no dijo nada, sabía que los genes de Rachel no pertenecían a la jerarquía solo por ser una híbrida. Además, Rachel tenía ciertas cosas que la hacían diferentes a las demás.
Después de unas dos horas más Ian salió junto con Rachel del lugar, pero la omega fue en otro vehículo porque Ian tenía una conferencia de prensa ese día. Sus amigas le hicieron miles y un millón de preguntas acerca de cómo iba el embarazo por lo que solo les respondió las que podía.
Carla hizo que se sentara en el suelo frente al televisor para escuchar el discurso de Ian sobre algo que cambiaría todo el país. Rachel estaba muerta de miedo sin saber porqué, pero aun así siguió escuchando todo hasta que Ian apareció en la pantalla.
— ¿Qué creen que diga? — preguntó Carla, comiendo un poco de su papas fritas —. Leonard se ve sexy — Valeria miró a Carla sin entender a qué vino ese comentario —. Tenía que decir algo suave y después dar el cañonazo.
— Eres una omega muy hormonal — negó Rachel, con la cabeza —. Pero no estoy segura del todo.
— Creo que ya va decir que nos vamos a morir todos.
Rachel solo negó una vez más y Valeria no se contuvo dándole un golpe en el estómago sacándole casi todo el aire que tenía en los pulmones.
*****
— El día de hoy se les convocó a esta conferencia de prensa la cual será breve — miró varias cámaras —. Por más de un década y media he sido el presidente de este país..., todos ustedes me han elegido como tal durante años porque creen en mí y en mi mandato y eso es algo de lo cual voy a estar agradecido de por vida — miró los papeles en el podio —. Pero ese no es el caso — subió la mirada —. Este día diré unas palabras que dijo un antiguo presidente de este país — sonrió de lado —. Joaquín Balaguer dijo que la constitución es un papel que podía romperse en un parpadeo si alguien quería quedarse en el poder por un tiempo indefinido.
Los murmullos en el lugar no se hicieron esperar en el lugar y más aún cuando levantó el papel que era nada más y nada menos que la antigua constitución que había escrito el primer mandatario y que en esta imponían que cada veinte años de estar como líder del país debía ceder a todo a otra persona.
—No lo haré — Ian apretó más el agarre en el cuello de Jessica —. No sé mucho de ellos, pero Edward hizo un trato con alguien que se hacen llamar los trinitarios — Ian aflojó el agarre —. Ellos son los que están ayudando a tu hermano por si algo sale mal.
— Esa mierda dejó de existir desde hace miles de años... — se sentó en su lugar —. No sabes nada.
— Lo sé, pero se creó otro grupo que en verdad sigue los pasos de tu hermano desde hace años... desde que eres presidente.
Ian soltó un gruñido lleno de furia, era lo único que le faltaba para que toda la mierda siguiera, pero tenía la información que deseaba por el momento.
— Espero que maten a esa omega con la cual me has estado siendo infiel — dijo, entre dientes y Ian soltó una carcajada.
— Al menos esa omega me da buen sexo no como tú perra arrastrada — suspiró —. Además, los dos nos hemos estado portando infieles… te recuerdo que sé tu historial de perra.
— Sólo sé que las cosas no te saldrán como crees, Ian.
— Créeme que ahora todo saldrá mejor que nunca — se encogió de hombros —. Es mejor que seas una buena esposa y le sonrías a las cámaras hemos llegado a nuestro nido de amor.
Jessica respiró varias veces antes de tomar la mano del chofer y salir del vehículo. Ian salió arreglando su saco y mostrando una sonrisa llena de superioridad ante todos en ese lugar.
*****
En otro lado estaba Edward rompiendo todo a su paso. Es increíble como su hermano siempre estaba un paso delante de él. Las cosas daban un giro total a todo, Ian se volvió el máximo mandatario del país al que él debería de estar gobernando. Esperaba que sus padres se pudrieran en el infierno por siempre escoger a Ian antes que él en todo.
Se frotó el cuello varias veces para no entrar en crisis y perder todo en un movimiento en falso porque estaba a nada de matar a alguien.
Miró los papeles en la mesa, los cuales ya no le servían de nada. Debía de volver a iniciar todo de nuevo sin dejar el plan B atrás. Ian iba a morir y él se iba a encargar de eso aunque sea lo último que haga en la vida.
Miró las cámaras de seguridad para ver a sus hombres custodiando la casa como lo había ordenado. No quería ver aun a los trinitarios y menos si no tenía un plan que acabara con ellos.
Debía de hacer algo lo antes posible, Ian ya era un hombre muerto y él se iba a encargar de eso lo antes posible.
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