Mientras tanto, Lin Xichen se quedó dormido en los brazos de Lin Xinyan de camino de regreso a la residencia. Un lado de su rostro todavía estaba rojo e hinchado. Lin Xinyan se sentía muy angustiada y quería tocarlo, pero temía lastimarlo; estaba muy callada y no dijo nada, mientras limpiaba sus lágrimas en silencio, pues era la primera vez que Lin Xichen se lastimaba. Tal como decía un dicho chino: «las heridas son en el cuerpo del hijo, pero el dolor queda en el corazón de la madre».
Zong Jinghao la miró a través del retrovisor, intentando consolarla para que no estuviera demasiado molesta, pero después de abrir la boca, no supo que decir. Nunca había sido padre, así que no podía entender sus sentimientos.
No les tomó mucho llegar a la residencia y estacionar el auto frente a la residencia. Zong Jinghao se bajó del auto y le abrió la puerta. No era conveniente que ella se bajara cargando a Lin Xichen.
—Lo sostendré por ti -dijo con los brazos estirados.
—No, yo puedo hacerlo. —Desde que habían rescatado a Lin Xichen, no quería separarse de él.
Lo había estado sosteniendo y no dejaba que nadie más lo hiciera. Zong Jinghao le miró por dos segundos y no podía soportar su actitud. Ese era su hijo, a quien había consentido y amado, pero no podía aceptar que se siguiera culpando a sí misma y pensando que todo era culpa suya.
-No es tu culpa; no tienes que culparte. —Por la fuerza le quitó a Lin Xichen, pero ella no estaba dispuesta a dejarlo ir.
—¿Qué estás haciendo?
-Si no quieres despertar a tu hijo, solo guarda silencio.
Lin Xinyan guardó silencio y murmuró:
-Tiene una herida en la cabeza. Sostenlo con cuidado.
Ella temía que Zong Jinghao lastimara Lin Xichen ya que no tenía experiencia cargando niños. Zong Jinghao
respondió con una afirmación.
Tras haber vivido ahí antes, Lin Xinyan estaba familiarizada con el lugar, que básicamente había permanecido igual que antes. Dentro de la casa, Lin Ruixi se había quedado dormida cuando Guan Jing la había llevado ahí y no se había despertado hasta ahora después de experimentar el incidente durante el día, tal vez porque estuviera asustada o cansada.
La señora Yu se había encontrado una vez a Zhuang Zijin y Lin Ruixin, así que cuando Guan Jing las llevó, se sorprendió al principio, pero se familiarizó con Zhuang Zijin enseguida. Guan Jing no dijo la razón de llevarlas ahí, mientras que la señora Yu tampoco preguntó. Guan Jing trabajaba para Zong Jinghao, así que él debió haberle ordenado que lo hiciera.
Después de ver a los dos niños la última vez, sintió que se parecían a Zong Jinghao cuando era niño. Para volver a verlos de nuevo, seguido iba al supermercado, esperando verlos y preguntar sobre los padres de los niños. Para su sorpresa, no los pudo ver, aunque iba todos los días; sin embargo, ellos la encontraron. Como decía el dicho, «es encontrar por pura suerte lo que uno ha buscado por todas partes».
La señora Yu aprovechó la oportunidad para preguntar sobre los niños. Zhuang Zijin podía adivinar qué lugar era, pero no quería decir mucho sobre su hija y solo dijo que ella había dado a luz a ambos niños. No dijo nada más sobre el resto. La señora Yu no pudo averiguarlo; cuando se puso de pie con la excusa de que quería mostrarle las fotos de Zong Jinghao, la puerta de la residencia se abrió.
Zong Jinghao entró con Lin Xichen en brazos, mientras Lin Xinyan le seguía. Como un hábito subconsciente, abrió el armario de los zapatos y sacó unas pantuflas. Sabía cuáles eran de Zong Jinghao, así que las sacó y las puso frente a él.
-Aún lo recuerdas. -Zong Jinghao bajó la mirada para verla.
Lin Xinyan se detuvo por un momento. Solo se había quedado por menos de mes; aun así, todavía recordaba sus pantuflas.
-Recuerdo todo lo que he visto -dijo con calma después de levantar la cabeza.
Zhuang Zijin se puso de pie, miró a Zong Jinghao antes de fijar la mirada en su hija. La señora Yu los vio entrar. Zong Jinghao con Lin Xichen en brazos y Lin Xinyan a su lado, así que abrió la boca y miró a Zhuang Zijin.
-¿Ella es tu hija?
Zhuang Zijin asintió.
La señora Yu pareció entender todo en un instante, pues se había estado preguntando por qué Zhuang Zijin no quería hablar de su hija. Era porque se había divorciado y dado a luz a gemelos, así que debía estar molesta porque el padre de los niños se divorció de su hija y no quería traerlo a colación.
Le había dicho antes que estaba dispuesta a intentarlo con él. Después, debido a su hermana, se dio cuenta que era imposible que ella y He Ruize estuvieran juntos. No solo no había amor entre ellos, sino que también estaban su madre y hermana obstaculizando su relación.
—¿Entonces por qué hizo algo así? —Zhuang Zijin de pronto pensó en algo-. ¿Le dijiste que su madre habló contigo?
-No. —Lin Xinyan juntó las manos; no sabía cómo decirle a Zhuang Zijin lo que He Ruize le hizo. Le era difícil hablar de ello.
-¿Entonces por qué?
«¿Cómo puede una persona cambiar tanto tan de repente?» Ella seguía preguntándoselo desde que regresó, pero todavía no podía descifrar la razón del cambio de He Ruize.
—Mamá, sabes que no lo amo. -Lin Xinyan juntó sus manos con fuerza, sus palmas estaban húmedas y pegajosas por el sudor. Ahora solo podía decir la verdad y le dijo a Zhuang Zijin lo que He Ruize intentó hacer con ella.
-¿Qué? -Zhuang Zijin se puso de pie de un salto-.
¿Cómo pudo hacer algo así?
Lin Xinyan no quería creerlo, pero lo pudo descifrar después de pensarlo con cuidado. Él la quería a ella, mientras que He Ruilin quería a Zong Jinghao. Si la destruía, He Ruilin todavía tendía una oportunidad de estar con Zong Jinghao. Él estaba dispuesto a hacerlo por la felicidad de su hermana.
-En verdad no podemos saber qué es lo que piensa una persona. -Zhuang Zijin se sentó y no se recuperó en un buen tiempo.
Era cierto lo que decía el dicho: «caras vemos, corazones no sabemos».
-Entonces, ¿qué sucede entre tú y Zong Jinghao? -Zhuang Zijin preguntó de nuevo después de estabilizarse. Miró a su hija-. No me digas que lo quieres.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Enamorándome de ti