Enamorándome de ti romance Capítulo 23

Lin Xinyan se quedó junto a la puerta y miró con atención a Bai Zhuwei.

Su mirada hizo que Bai Zhuwei se sintiera incómoda y trató de ver la pantalla de su teléfono, pero estaba lejos y no podía ver lo que había en él; tenía que mantenerse digna frente a Zong Jinghao, así que sólo pudo preguntar en voz baja:

—Señorita Lin, ¿por qué me mira así?

La voz de Bai Zhuwei devolvió la atención a Lin Xinyan, hubo un instante en el que quiso precipitarse de forma impulsiva y preguntarle delante de Zong Jinghao; sin embargo, no lo hizo una vez que se tranquilizó.

Bai Zhuwei era la mujer que Zong Jinghao amaba y sin importar que fuera lo que había hecho, Zong Jinghao no castigaría a la mujer que amaba por ella, una esposa de un acuerdo matrimonial; entonces, agarró con fuerza el teléfono que tenía en la mano y tardó un rato en poder calmarse, por lo que se limitó a dedicar una sonrisa a Bai

Zhuwei.

-Creo que la señorita Bai es demasiado bonita, así que no podía dejar de mirarla. Espero que no le importe.

Se acercó a ellos tal como dijo y su mirada se posó en la carpeta de la mesa de café, extendiendo la mano para recogerla. Era el contrato de Repulse Bay.

—¿Es para mí? —preguntó sonriente, mirando a Zong Jinghao.

Zong Jinghao, que nunca había mostrado ningún cambio de expresión, tarareó en respuesta. Bai Zhuwei abrió los ojos. «¿En verdad le estaba dando esto a Lin Xinyan? ¿Por qué?» No podía comprenderlo.

Lin Xinyan miró a Bai Zhuwei, era obvio que estaba enfadada, pero se estaba conteniendo.

-Señorita Bai, soy la esposa del señor Zong —se burló—. No debería ser un gran problema si me diera algo.

Bai Zhuwei tembló de rabia. «¡Esta maldita mujer de verdad era insensible! ¿Quién era ella para llamarse esposa de Zong Jinghao?» Si Zong Jinghao no estuviera allí, Bai Zhuwei le habría dado una bofetada.

-Por supuesto. -Bai Zhuwei bajó la cabeza y sus lágrimas cayeron como una queja silenciosa—. La Srta. Lin es su mujer, ¿quién soy yo para decir algo?

-Eres la mujer que le gusta al Sr. Zong, lo has seguido tantos años y aun así... ¿Por qué sigues haciéndote esto? -Guan Jing miró a Lin Xinyan.

No sólo actuaba de forma incorrecta, esta mujer era indolente. Claro, era un trato, ¿pero de verdad pensaba ella que era la verdadera señora? Sin embargo, era la esposa de Zong Jinghao, por lo que no podía faltarle al respeto en público aun si no le gustara, así que lo único que podía hacer era ponerse del lado de Bai Zhuwei y atacarla de forma deliberada. Lin Xinyan permaneció serena, como si no hubiera escuchado sus sarcásticas palabras para aislarla.

-Srta. Bai, ya que ha reconocido cuál es mi lugar -dijo sonriendo-. Por favor, quítese.

Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Todos los ojos miraron a Zong Jinghao, que aún no había hablado.

«¿Reconoció su lugar? Si lo hacía, ¿en qué posición quedaría Bai Zhuwei?»

Las luces parpadeantes y atenuadas no podían cubrir la gravedad del rostro de Zong Jinghao.

-¿Qué lugar?

Podía oler un inexplicable aroma de peligro inminente, Lin Xinyan se mantuvo firme y lo miró a los ojos.

-Somos marido y mujer, aunque sólo sea por una hora, sigue siendo así; mientras todavía estemos casados, ¿hay algo malo en que pida sentarme a tu lado?

Lin Xinyan utilizó sus palabras para responderle. Había sido intimidada durante mucho tiempo y, aunque se sintiera de esa manera, no importaba. Sin embargo, no toleraría que Bai Zhuwei utilizara a Zhuang Zijin y que le provocara problemas mentales. Si ella temía que se acercara a Zong Jinghao, entonces se acercaría a él a propósito justo en su cara.

Zhuang Zijin era la única familia que le quedaba y ella era su límite.

—¿Por qué? ¿No estabas siendo astuta hace un momento? —Zong Jinghao le agarró la barbilla y dijo—: Parece que te he subestimado.

De no ser por Bai Zhuwei, no habría querido ofenderlo, pues conocía las dificultades de la vida. Desde los diez hasta los dieciocho años, había crecido tanto en edad como en madurez. Si solo era amable con los demás, pensarían que era un blanco fácil, así que no podía serlo frente a la gente que quería hacerle daño. Tenía que proteger a su madre y al bebé que llevaba dentro; tenía que ser fuerte, tenía que ser valiente.

Lin Xinyan estaba inmóvil, cerró los ojos y dejó de concentrarse en su vista y su oído. Zong Jinghao nunca

había sido tratada así por nadie. «Esta mujer...»

-Lin...

Lin Xinyan llevaba una camisa blanca con cuello redondo. Ahora que estaba medio tumbada en su abrazo, la vista de su pecho se asomaba ante sus ojos; ella era delgada, pero el desarrollo de sus pechos no estaba mal e incluso en este estado de asombro, él podía ver un poco los dos bollos blancos, redondos y alegres. Su pecho subía y bajaba con su respiración, lo que tenía un toque de seducción, el cual provocó un calor ardiente en él que corrió por sus venas, antes de asentarse en su vientre.

Como Lin Xinyan no escuchó la respuesta de Zong Jinghao, sus pestañas se agitaron y abrió despacio los ojos, admirando su rostro estoico que parecía que intentaba mantener la calma. «Su mirada...» Lin Xinyan siguió sus ojos y miró hacia abajo, pero la rabia de ser mirada así desató la fuerza oculta en sus huesos y Lin Xinyan lo empujó.

Sucedió de forma tan repentina que Zong Jinghao no pudo reaccionar a tiempo y ahora estaba medio tumbado en el sofá, con un aspecto desaliñado.

-¡Bruto! -gritó ella cubriéndose el pecho.

Luego, se levantó del sofá con prisa por salir de este lugar, pero quizás estaba demasiado asustada ya que no se dio cuenta de lo que había en el suelo, así que tropezó con la pierna de Zong Jinghao y cayó hacia él.

-Ah...

Zong Jinghao no pudo apartarse a tiempo.

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