Lin Xinyan nunca había pensado en eso, una de las razones por las cuales querían herirla era que ella podía vengarse de ellas al tener el apoyo de Zong Jinghao. Era cierto que ella nunca lo había pensado, pero ahora todo era diferente. Ahora tenía un trato que hacer no solo por ella, sino también por tu bebé.
Para ellas, su compromiso era un signo de debilidad.
—¿Y qué si lo escuché?
Ahora que no podía ocultarlo, Shen Xiuqing se rindió y dejó de pretender que no sabía nada.
-Es cierto. ¿Quién te crees que eres? Solo eres una dejada.
—¿Por qué hacen tanto escándalo en la mañana? ¿Y tú a qué viniste?
Lin Guoan estaba a punto de comenzar a regañarlas, pero cambió de tema cuando miró a Lin Xinyan, quien pasó la mirada sobre Shen Xiuqing y Lin Yuhan y por último miró a Lin Guoan.
-¿No querías la propiedad de Repulse Bay?
Lin Guoan estaba atónito.
—¿La conseguiste?
Al mismo tiempo, ambas mujeres le dedicaron una mirada atroz mientras parecían sorprendidas. Zong Jinghao la estaba tratando bien, o de lo contrario él no le daría el contrato por Repulse Bay. Lin Xinyan podía verlo en sus expresiones. Ella debía usar el poder del nombre de Zong Jinghao ese día y pretender que ella también tenía ese poder, así que pretendió que era una situación informal y colocó la mirada de una mujer tímida que estaba feliz y enamorada.
-Somos marido y mujer. ¿Qué tiene de malo que él me dé algo?
—¡Es imposible! -Lin Yuhan no quería creer en sus palabras, pues había estado tratando de convencerse a sí misma de que lo que había visto era fingido.
Zong Jinghao nunca se enamoraría de ella.
Shen Xiuqing agarró a Lin Yuhan y sacudió con la cabeza, señalándole que no debía agitarse. Si Lin Xinyan de verdad tenía el terreno de Repulse 8ay, la actitud que Lin Guoan tenía con ella cambiaría de manera drástica; a fin de cuentas, los miembros de la familia Zong eran de gran categoría, misma que él estaba dispuesto a escalar ahora que su empresa estaba teniendo dificultades.
De hecho, después de que Lin Guoan escuchara las palabras de Lin Xinyan, una sonrisa trepó por su rostro.
-¿Ya desayunaste? Si no es así, come algo antes de retirarte.
No era como si Lin Guoan nunca sonriera, más bien era que él nunca le había sonreído a Lin Xinyan. Ella lo miró y sintió amargura. ¿Había cambiado su actitud porque había visto que podía aprovecharse de ella? ¿Acaso en su corazón ella solo valía la pena si podía usarla? Él era su padre biológico. ¿Qué tan horrible era esta situación?
—Ya comí. Solo vine a decirte que empaques el dote de mi madre y mis pertenencias. Mañana te lo entregaré.
Ella se dio la vuelta y bajó las escaleras. El dolor en su pierna no era nada comparado con el dolor en su corazón.
-Regresa -dijo Lin Guoan tras seguirla—. No has comido en casa. Solo te puedes ir después de que hayas comido.
—¿Qué más estás tratando de conseguir?
Lin Xinyan giró la cabeza para mirar a su padre. Él no se preocuparía por ella a no ser que quisiera algo porque era ese tipo de hombre. Incluso si sus intenciones no habían sido descubiertas, él aún mantenía su tono de voz suave.
-Yanyan, la empresa ha estado enfrentando algunos problemas estos días —dijo con franqueza—. ¿Podrías pedirle a Zong Jinghao que me ayude?
Lin Xinyan se sostuvo del pasamanos mientras bajaba.
-¿Qué le pasa a la empresa? -preguntó con un tono indiferente, sin mirarlo.
—Una propiedad en la que invertimos colapso.
La empresa estaba enfrentando una demanda y eso afectaba su reputación, el público perdió interés en cualquier cosa en que la empresa haya invertido. Ahora él apenas estaba y recibía ganancias.
Incluso si Lin Xinyan le diera la propiedad de Repulse 8ay, él no tendría fondos para invertir en ella, por lo que su prioridad era resolver el incidente del colapso. Si Zong Jinghao apareciera para calmar a los medios, entonces ellos podrían ser capaces de superar las adversidades.
Lin Xinyan lo miró desde las escaleras.
-No puedo ayudarte sin recibir nada a cambio. Tendremos que hacer un trato.
La expresión de Lin Guoan se congeló como si no esperara que ella le ofreciera eso. «¿Qué quiere esta vez?» Su rostro se ensombreció.
—No te quedes ahí, entra al auto.
Lin Xinyan avanzó y lo hizo. He Ruize cerró la puerta y se sentó en el asiento del conductor y se giró para verla.
—¿A dónde quieres ir?
—Wanyue. —Lin Xinyan se recargó en la ventana—. Ahora trabajo ahí.
He Ruize frunció el ceño.
-Si tuviera un mejor trabajo que ofrecerte...
-Hice un trato con Zong Jinghao para trabajar ahí, así que no puedo dejarlo.
He Ruize detuvo el auto, sintiéndose ansioso al pensar que ella estaba demasiado involucrada con Zong Jinghao. Veinte minutos después, ellos llegaron al edificio de la oficina del Grupo Wanyue. He Ruize salió para abrirle la puerta a Lin Xinyan, pero ella ya la había abierto. Ella lo vio acercarse y le sonrió.
—Puedo hacerlo yo misma.
He Ruize la apoyó.
—¿Ya no recuerdas que estás herida? Cuídate y llámame si necesitas algo.
Lin Xinyan asintió y se alejó del auto.
En ese momento, había otro auto detenido en la entrada. Una alta figura delgada descendió del auto y Lin Xinyan lo miró. Zong Jinghao estaba de pie junto a su auto, su mirada parecía la luz de luna más fría de todas. Un ligero toque la haría temblar.
La mirada de Zong Jinghao era tan poco amistosa que incluso He Ruize la detectó y se movió frente a ella, bloqueando su vista.
Zong Jinghao estaba molesto ya que Lin Xinyan no había ido a casa la noche anterior; ahora, He Ruize estaba ahí protegiendo a la mujer frente a él, por lo que solo sintió que la frustración ardía en él amenazándolo con quemarlo. ¿Ella no había ido a casa en toda la noche y ahora un hombre la acompañaba?
Mientras más lo pensaba, más sentía que el fuego quemaba su corazón...
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Enamorándome de ti