Encuentro cercano romance Capítulo 109

—¿Danitza? —Danitza estaba a punto de subirse al autobús cuando fue detenida por alguien, así que retrajo el pie y miró a aquella persona.

El rostro de Victoria estaba exquisitamente maquillado y tenía un aspecto muy animado. Parecía que se estaba bien con Alejandro, por lo que parecía mucho más feliz.

—¡¿Qué te pasa?! —Danitza le preguntó.

—Danitza, lo siento mucho. Por mis asuntos..., hice que Alejandro me acompañara a Francia y así... el no pudo cuidar de ti... después de que abortaste. —La cara de Victoria era toda de culpabilidad, como si realmente lo sintiera por Danitza, pero dentro de sí estaba completamente satisfecha por lo ocurrido.

—No importa, me da igual, si no tienes nada más que decir, me voy. —Al ver que el autobús se alejaba, el corazón de Danitza se puso triste, ya que el próximo autobús no llegaría hasta dentro de media hora.

—Me gustaría invitarte a tomar un café, ¿te parece bien? Tengo algo que quisiera habalr contigo. —Victoria puso esa expresión inofensiva.

—Si tienes algo que decir, dilo de una vez, no iré a tomar café contigo. —Danitza rechazó la oferta, pues no quería tratar con Victoria.

—Es sobre ti y Alejandro, ¿no quieres escuchar de qué se trata? —Victoria miró la cara de Danitza, quería saber los sentimientos de ella hacia Alejandro. Después de todo, solo quería ver la expresión de decepción y tristeza de Danitza.

—No quiero escuchar. Tengo muchas cosas que hacer, así que deja de hacerme perder mi tiempo. —Danitza no daría ni una oportunidad a los que vinieran a lucirse delante de ella.

—Bueno..., solo quería... pedirte perdón por lo ocurrido... con Alejandro, ya que tú... eres su esposa...es mi deber decírtelo, Alejandro y yo... —Victoria parecía querer decir algo pero no lo hizo.

—Si ustedes dos quieren estar juntos, ¡Adelante! Ya le he entregado los papeles de divorcio a Alejandro, él cual ya ha sido firmado por mi persona. Ahora, si me disculpas, me tengo que ir. —Danitza no quiso dejar que Victoria siguiera hablando, así que se dio la vuelta y levantó la mano para detener un taxi, se subió y se fue.

Victoria, estando a espaldas de Danitza tenía muchas ganas de reírse, pues solo había utilizado una pequeña estratagema, en el que Danitza cayó redondita. Su madre es realmente inteligente, parecía que escucharla sería lo correcto.

Victoria no se quedó más tiempo, y se fue a casa para escuchar el plan de su madre sobre cómo podía mantener a Alejandro a su lado.

—¡Alejandro, máldito mocoso! ¡¿Adónde has enviado a mi nuera?!, ¡Quiero que me la devuelvas de inmediato! —Fernanda había estado tratando de encontrar a Danitza para que la acompañara de compras, pero como no pudo ponerse en contacto con ella, fue a la villa de Alejandro, pero éste le dijo que ella había salido.

Pero sucedió que cada vez que Fernanda iba, Danitza siempre estaba fuera, así que le pareció extraño todo eso. Bajo su interrogatorio, Laura tuvo que contarle sobre el aborto de Danitza.

Cuando Fernanda se enteró de que su nieto se había ido de viaje de esa manera, se enfadó tanto que se dirigió a la villa de Alejandro junto con Laura para pedirle una explicación.

Cuando Alejandro vio lo enfadada que estaba su madre, se apresuró a dejar su trabajo y fue a calmarla.

—Mamá, ¿por qué has venido tan de repente sin avisar? —Alejandro ayudó a Fernanda a sentarse en el sofá.

—¿Qué no puedo venir? ¡¿O es que solo puede venir aquella zorra?! —Cuando Fernanda estaba enfadada, sus palabras no eran tan agradables, y sucedió que justo Victoria le estaba trayendo una taza de té cuando oyó que ella le llamaba puta.

—Mamá, cálmate, bebe un poco de té. —Alejandro tomó entonces el té de la mano de Victoria y se lo entregó a Fernanda.

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