Encuentro cercano romance Capítulo 56

Cuando Laura vio que Danitza no era tan rápida como ella, llamó inmediatamente a Fernanda y le pidió que le enviara un portátil de inmediato.

—Laura, no hace falta, puedo hacerlo, tres días es más que suficiente. —Danitza se detuvo en cuanto escuchó a Laura llamar a su madre. Ese portátil costaría más de mil euros, era caro y no podía permitirse gastar tanto dinero ahora.

—No pasa nada, piensa que es un regalo mío. Mi madre te ha hecho un regalo y yo aún no. Justo no sabía lo que te gustaba y ahora que necesitas esto, me has dado la idea. —Laura se sintió genial por poder regalarle también algo a su cuñada, no era tan caro como el que le había regalado su madre, pero era muy práctico.

Pronto llamaron a la puerta y trajeron un portátil, así que Laura encendió el ordenador y descargó varios diccionarios antes de entregárselo a Danitza.

—Venga, definitivamente serás el doble de eficaz con esto. Usar diccionarios en línea es mucho más rápido que usar un diccionario manual.

Danitza no pudo objetar, después de todo, terminar el trabajo era lo más importante.

El sonido del incesante golpeteo del teclado se oía en todo el reservado, y ninguno de las dos habló más, pues ambas estaban muy concentradas en su trabajo.

Pero, mientras las dos estaban ocupadas, alguien estaba muy libre. De pronto, en el reservado se oyó en un momento que alguien llamaba a la puerta para traer comida, luego, en otro era para traer bebidas y en otro para traer bocadillos.

Laura, ansiosa, volvió a llamar a su madre.

—Mamá, no estamos aquí para tomar café y charlar, estamos trabajando, ¿entiendes? No vuelvas a molestarnos. —Dicho eso Laura colgó el teléfono, y entonces ya no vino nadie más a molestarlas.

Danitza, durante todo el día tradujo en la cafetería, y por la noche siguió traduciendo en casa, pensando que si lo acababa pronto podría ayudar a Laura.

Su marido aún no había regresado y no sabía qué le había pasado, pero Danitza no tenía tiempo para preocuparse por él, tenía que hacer bien su trabajo y entregarlo a tiempo.

Danitza trabajó duro para terminar su tarea en dos días y luego ayudó a Laura con su traducción. Pero Laura se había ido a divertir cuando apenas llegó a casa por lo que iba más atrasada.

—Danitza, ¿trabajaste horas extras en casa? Te dije que podemos terminarlos en dos días y medio, ¿qué prisa tienes? Trasnocharse no es bueno. —Laura se avergonzó al ver a Danitza ayudándola.

—Es que soy una persona impaciente, me siento inquieta y no puedo dormir bien hasta que no termine el trabajo. —Danitza ayudó a Laura con su traducción mientras le pedía que se quedara a descansar a un lado.

Pronto las dos terminaron con el trabajo, Danitza ordenó su traducción, hizo una copia para su correo electrónico y lo tenía todo listo en una memoria USB. Ya solo faltaba imprimirlo en la oficina mañana.

—Danitza, quedamos en que te invitaría a comer cuando termináramos el trabajo a tiempo. Ahora dime, ¿qué te apetece? No intentes elegir un lugar económico, que te puedo invitar a cualquier lugar que quieras —dijo Laura generosamente a Danitza.

—Entonces, ¿puedo invitar a alguien más? —Danitza pensó en el restaurante al que le había llevado Alejandro, le pareció delicioso la comida de allí. Como Nora aún no había ido, quería llevarla con ella.

—¿Alguien más? —Laura levantó las cejas.

—Olvídalo, solo lo decía por decir, no te lo tomes en serio. —Danitza pensó que Laura no quería.

—No pasa nada, te lo preguntaba por si solo era una persona, por mí parte, te puedes traer a diez personas. Yo invito, pero tú decides el número de personas, trae a toda la gente que quieras. Tú me caes bien, así que tus amigos también me caerán bien. —Laura lo dijo como si fuera el novio de Danitza.

—No, solo quiero traer a una persona más, es mi mejor amiga, tiene una personalidad como la tuya, quizás puedan ser buenas amigas. —Danitza pensó que la personalidad de Laura encajaba bien con la suya y que le gustaba Laura y su madre.