Encuentro cercano romance Capítulo 59

Nora vio que el collar que tenía Mauricio en la mano era realmente suyo, pero no tenía ni idea de cuándo se le había caído, ya que esa persona se lo había regalado y siempre lo había atesorado.

—Pues mira, de verdad es mío, gracias. —Nora quiso cogerlo, pero Mauricio lo retiró.

—¿Te lo quedas sin más? ¿No me vas a invitar a comer como agradecimiento? Que he venido hasta aquí a propósito para darte esto. —Mauricio miró a Nora con una mirada que daba miedo.

—¿Invitarte a comer? Claaaro, si me das el collar... te invito a comer. —Nora trató de agarrar el collar de nuevo, pero con su metro sesenta de altura estaba muy lejos de Mauricio, que medía un metro ochenta y cinco.

Como resultado del arrebato, Nora se vio envuelta en los brazos de Mauricio sin que ésta se diera cuenta, ya que su atención estaba en el collar.

Sin embargo, ver la obsesión de Nora por el collar incomodó a Mauricio, quien apretó a Nora en sus brazos y la dejó inmóvil.

—¡Qué haces, suéltame, suéltame! —Fue en ese momento cuando Nora se puso en alerta, y golpeó el pecho de Mauricio tan fuerte como pudo, pero para él, era como si le hiciera cosquillas.

—Pues dime, si le das tanta importancia a este collar, ¿por qué no sabías que lo habías perdido? —Mauricio habló con un tono de estar celoso.

—¿Y a ti qué te importa? Suéltame o te morderé. —Nora amenazó a Mauricio cuando vio que era completamente incapaz de liberarse de su agarre.

—Muérdeme, de todas formas, no te voy a soltar. —Mauricio la seguía abrazando con fuerza, no esperaba que tenerla en brazos fuera una sensación tan cómoda, suave y fragante.

Nora mordió el brazo de Mauricio y éste aguantó el dolor.

«¡Qué mujer más atrevida! ¡Me ha mordido de verdad! Encima lo ha hecho con tanta fuerza. Ay, me duele».

Mauricio levantó la cara de Nora entre sus manos, miró sus labios rosados y, de alguna manera, su cabeza se movió y le dio un mordisco allí.

Por supuesto, el señor Mauricio no mordió realmente a Nora, le daría pena hacer eso, solo cubrió los labios de Nora con los suyos y los chupó hasta saciarse.

Nora estaba tan aturdida por el repentino ataque que su cabeza se quedó en blanco durante unos segundos.

Se quedó mirando a Mauricio, que le cubrió los ojos con la mano, entonces Nora reaccionó a que había sido intimidada por el hombre que tenía delante.

Nora luchó para apartarse de él. Se limpió la boca con fuerza y le señalar con el dedo para insultarlo:

—Tú, tú, tú, malnacido, eres un desgraciado. —Entonces dejó de lado lo del collar, se dio la vuelta y huyó.

Mauricio seguía recordando el sabor del beso de Nora, era tan dulce, tan adictivo, que desearía volver a besarla. Pero, al ver la cara de Nora toda roja de vergüenza, se contentó, «Pequeña, es tu primera vez, ¿verdad? En realidad, también es mi primera vez, je, je, je».

Mauricio no fue tras Nora, se lamió los labios, guardó el collar y se marchó en su coche, conduciendo y silbando, se notaba que estaba de muy buen humor.

Cuando llegó al lugar donde había quedado con Alejandro, tanto éste como Victoria ya estaban allí esperando, entonces Mauricio se sentó junto a Alejandro. Pronto, un amigo que había crecido con ellos también había llegado. Todos venían a toda prisa sabiendo que Alejandro iba a invitar.

Después de saludar a algunos de sus amigos, Mauricio charló con Victoria. Aunque hacía mucho tiempo que no se veían, no mostraron mucho entusiasmo en ese reencuentro.

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