Encuentro cercano romance Capítulo 66

Danitza fue llevada al quirófano y el médico salió para preguntar a Alejandro.

—Señor Alejandro, usted trajo a esta chica aquí, ¿cree que deberíamos esperar a que su familia firme el consentimiento o lo hace usted? —el médico le dijo a Alejandro.

—Yo firmaré. —Alejandro cogió el bolígrafo y se limitó a firmar con su nombre.

—¡Esta chica estaba decidida a suicidarse! Ese mordisco ha mordido la mitad de su lengua, ¡me pregunto lo que le ha pasado! —El médico dijo con gran conmoción mientras veía a Alejandro firmar los papeles.

Volvió a mirar a Alejandro, quien parecía un hombre bueno, pero ¿por qué dejó así a esa chica?

Para el médico, la impresión que tenía de Alejandro era muy mala. Pero, al señor Alejandro no le importaba su pensamiento.

El médico entró en el quirófano.

Y Alejandro no se percató del desprecio que le tenía el médico, solo escuchó que le decía que Danitza estaba decidida a suicidarse, «¡Qué tonta! ¡Tenía que vivir como fuera! ¿Si no cómo iba a vengarse si estaba muerta?».

No paraba de dar vueltas cerca a la puerta del quirófano, pues se sentía muy intranquilo.

El asistente vino y le informó a Alejandro que habían acabado con Sergio y que habían encontrado un documento en esa habitación. Al parecer alguien le había pedido a Danitza que se lo entregara y así había caído en la trampa.

—Ve inmediatamente a preguntar quién ha enviado a Danitza a entregar esto, y cuando lo sepas, interroga quién le ha tendido esta trampa. —Los ojos de Alejandro estaban llenos de odio.

Moisés Ordóñez miró a su jefe, él nunca se había puesto así.

«¿Acaso el presidente ha abierto los ojos?».

Sin embargo, solo se lo preguntó en su mente, y rápidamente se fue para averiguar quién había tendido la trampa a Danitza.

***

Danitza se despertó aturdida viendo a un hombre sentado en el borde de su cama, limpiándole las manos.

Con un esfuerzo, abrió los ojos, y al ver la persona que tenía delante hizo que ella se sobresaltara.

—Mmm —Danitza intentó saludar a Alejandro, pero no pudo hablar, esa lengua no se movía en absoluto.

Al oír el sonido que hizo Danitza, Alejandro levantó la cabeza.

—¡No hables! Nunca he visto a alguien tan estúpida como tú, ¡cómo puede haber alguien que se muerda su propia lengua! —Alejandro estaba tan emocionado de ver a Danitza despierta que quiso decir algo bonito, pero cuando las palabras llegaron a la punta de su lengua, se enfadó y todo lo que le salió solo fueron regaños.

Danitza miró a Alejandro que tenía una lágrima en el rabillo del ojo y éste se lo secó.

—Ay, mis ojos están muy secos últimamente y las gotas no se absorben. —Alejandro se apresuró a secarse las lágrimas.

—Danitza, ¿estás despierta? —Laura y Nora entraron corriendo.

Cuando se enteraron del accidente de Danitza, quisieron venir a verla, pero Alejandro no se los permitió, y solo recién las llamó y les dijo que vinieran inmediatamente.

Danitza miró a sus dos amigas e intentó sonreír, pero tenía la boca entumecida y no sentía nada.

—No te muevas, Danitza, eres increíble, casi te partes la lengua en dos. Yo tengo miedo con solo pensarlo. —Laura se tapó la boca.

Ese día, Camila la mandó a hacer otra cosa, no esperaba que en cuanto se fuera, algo le pasaría a Danitza.

—Danitza, has sufrido mucho. —Entonces Nora rompió a llorar, le dolía mucho el corazón al ver a su amiga así.

Danitza tomó la mano de Nora y la estrechó con fuerza, para decirle que no se pusiera triste porque estaba bien.

—Danitza, te cuento, le dimos una paliza a Camila, no lo sabes, ella te tendió la trampa. El señor Alejandro mandó a alguien a buscarla y lo confesó todo. Laura y yo no nos contuvimos y le dimos puñetazos y patadas. Esa mujer es realmente una desgraciada. —Nora puso a Danitza al corriente de las novedades de la empresa.

Cuando Danitza se enteró de que Alejandro había enviado a alguien a investigar a Camila, se sorprendió. «¿Cómo es que lo ha hecho todo, entonces qué más me queda por hacer?».

—El señor Alejandro dijo que deberías descansar bien y volver al trabajo cuando estés totalmente recuperada. Las facturas del hospital lo pagará la empresa y te tratarán con los mejores medicamentos. Además, el señor Alejandro advirtió que no está permitido que pase ese tipo de cosas en el Grupo HD, y si algo así volviera a ocurrir, no le tendrá piedad a nadie. ¡Realmente que el señor Alejandro es un macho alfa lomo plateado!

Nora no esperaba que el señor Alejandro, que solía ser un tipo raro, fuera a ser tan servicial con una nueva empleada cuando se trataba de un asunto importante.

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