Enséñame el placer romance Capítulo 2

Narra Amelia.

—¿Cómo te sientes?—me preguntó Daniel durante el camino.

—Un poco mejor, creo que él efecto está pasando—le confirme.

—Quizás no bebiste  mucho de la bebida que te dieron y por eso el efecto ya esta pasando—pronunció unos segundos antes del que el auto se detuviera frente a su edificio.

 

Bajamos e ingresamos, luego tomamos el elevador hasta llegar a su puerta, me invitó a pasar de inmediato, era la primera vez que conocía su nuevo departamento, cuando se encendieron las luces pude ver lo elegante que era el lugar.

—Esto es hermoso—dije asombrada.

—No tanto como tú—dijo él, luego me dio  una pequeña bolsa de regalo—. Feliz graduación, ahora eres una adulta—agregó observándome de una manera que no pude descifrar.

—Gracias—le pude decir tomando su regalo, cuando lo abrí pude ver una pequeña caja negra, dentro de está pude ver  un collar fino que tenía un dije en forma del ave fénix: era el favorito de mí madre, no pude evitar conmoverme—. Es perfecto—pronuncie con la voz entre cortada.

Él tomó mí manos y me vio con ternura.

—Ella estaría orgullosa de ti—pronunció,  me había comentado que mí padre, mí madre y él eran amigos desde la secundaria. Cuando quería saber algo sobre ella siempre le preguntaba a Daniel, ya que no quería poner triste a mí padre preguntándole cosas sobre ella, sabía que él la extrañaba y que aún la seguía amando. Ha estado solo desde la muerte de mí madre y eso me entristecía—. Permíteme ayudarte—se ofreció tomando el collar, luego se colocó detrás de mí, con su mano hizo un lado mí cabello, su tacto estremeció mí cuerpo, mí corazón comenzó a latir con mucha rapidez. Después sentí sus dedos sobre mí cuello deslizándose lentamente como si disfrutará tocar mí piel,  luego pude sentir su respiración cerca de mí oreja, la temperatura en la habitación parecía haber subido—.Tu olor me fascina, hueles a inocencia—dijo de repente, eso provocó que me diera vuelta y lo viera a los ojos, la expresión de su rostro era  una que nunca había visto antes. Sus ojos parecen cambiar de verde a un tono oscuro profundo, sus palabras me indicaban que él me estaba hablando con deseo, pero no estaba segura si era real o estaba soñando. En ese momento iba a decirle las palabras que siempre había querido confesarle, no sabía si era la adrenalina del momento o el pequeño efecto de la drogas,  pero estaba decidida en pronunciarlo.

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