Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1040

-Señorita Naomí, Señora Brisa, ustedes han venido, ¿está frío en el camino?

Brisa le vio a la cara, mientras sentía que el introductor tenía mala intención. Incluso ella estaba a punto de decir si quería saber si estaba frío o no, saliera para sentir en vez de preguntarles.

Pero cuando las palabras llegaron a su boca, pensó en las palabras que Naomí le había aconsejado últimamente, por lo que cambió la opinión.

-Hola, no está frio, un buen tiempo exacto para hacer ejercicio, ¿estás aquí esperándonos por mucho tiempo? Lamento mucho haberte mantenido esperando tanto tiempo.

La actitud era totalmente diferente a la anterior, lo que le confundió mucho al introductor. De todos modos, era profesional en los negocios, pronto les contestó en una actitud correspondiente.

-Señora Brisa, no hay de qué, como un introductor, debo esperarles. Ahora, vamos a ver ese señor.

-¿Señor? -Brisa escuchó el sexo, entrecerró los ojos, -Bueno, dígame pro favor, ¿cuáles es la condición? ¿Adónde vamos? ¿Hay algún peligro?

Naomí se quedó sin palabras.

A Naomí no le quedó tiempo para detenerla, y Brisa había dicho todo lo que quería.

Por un momento, la atmósfera se volvió un poco extraña.

Un momento después, Naomí explicó con las comisuras de la boca crispadas, -Lo siento mucho, mi madre es muy cauta, ya ha escuchado muchos consejos de los demás en el barrio, debes entenderlo, pero también espero que lo entiendas, ella no es maliciosa, solo teme que me lastimen.

El introductor asintió con la cabeza, -Así es, Señora Brisa, puedo entender la preocupación, pero no se preocupe, somos de una empresa formal de introducción, hemos revisado todos los clientes, generalmente no sucederá el accidente.

-Mamá, no te preocupes, quítate de las malas ideas de la cabeza.

Brisa asintió.

El introductor luego las llevó a conocer al dueño del restaurante de fideos.

Era una villa ubicada en las fueras. Cuando entraron por la gran puerta, Brisa estaba muy aturdida, porque el ambiente de la villa era muy bueno. El dueño debería ser un rico.

El alquiler de la fachada de repente no era muy importante para el dueño.

Porque a lo mejor al dueño no le importó el dinero.

-El dueño de la tienda se apellida Mastache y se llama Señor Mastache. Dicen que después de que su esposa murió, el Señor Mastache cerró el restaurante de fideos. Era una pareja muy amorosa, por lo que el Señor Mastache no tenía gusto de operar un restaurante de fideos después de la muerte de su esposa. Y además, se dice que el restaurante de fideos fue diseñado y renovado por su esposa, eso también es la causa de prohibir la renovación si alquila esta tienda.

Al escucharlo, Brisa hizo un eco.

-Como dices, el señor es un hombre muy enamorado, ¿desde cuándo murió su esposa?

El introductor sacudió la cabeza, -No lo sé, también llevo varios días enterándome de la noticia que acabo de informarles, supongo que el alto alquiler de la tienda también está relacionado con su esposa-

Hasta ese momento, Naomí lo entendió.

Parecía que el Señor Mastache no quería que se alquilase la fachada en particular, y además, por el amor profundo por su mujer, tampoco quería dejar que la gente cambiara la decoración.

Tanía el miedo de no poder restaurar la apariencia original después de la renovación.

Sin embargo, lo que Naomí no entendió era que el alquiler dicho antes era de treinta mil euros al año, ¿cómo ha reducido tanto hoy? En estos días, Naomí tampoco pidió los favores de los demás, ni tuvo que alquilarla.

Incluso esta tienda estaba fuera de su consideración.

-Lo veo, pero ¿por qué el Señor Mastache permite bajar el precio? Incluso reduce tanto a una vez, ¿cuál es la razón de eso?

Pero esta condición debería ser difícil cumplir, ¿no?

Brisa realmente no podía imaginar qué tipo de condición podría hacer que el alquiler fuera gratuito. ¿No estaba pensando en su hija? Pero como el introductor dijo que tenía un profundo afecto por su esposa, ¿cómo podría lidiarse con otras mujeres?

Entonces Brisa decidió escuchar a su hija. Antes de que dijera algo, mejor estaba callada.

-Señor Mastache, dígame por favor, si soy capaz, lo haré, pero si...

-Señorita Naomí, no se preocupe, soy una buena persona y no le pediré que haga algo excesivo.

-No sé qué indica usted.

-Mi esposa prefirió los fideos en su vida, y este restaurante de fideos fue diseñado y decorado por ella misma. Los platos de fideos también fueron estudiados por ella misma. Si la señorita Naomí puede crear un sabor igual que suyo hoy, el alquiler será gratuito.

Durante la conversación, alguien a su lado les presentó un menú.

¿Hizo un plato con el igual sabor que su esposa?

Al escucharlo, Brisa no pudo evitar musitar, -Naomí no conocí a su esposa, ¿cómo es posible hacer una comida con un mismo sabor?

Señor Mastache sonrió sin decir nada, mostraba un aspecto misterioso.

Pero Naomí vio un profundo dolor por sus ojos.

Ella apretó los labios, bajó la cabeza para ver el menú, mientras decía, -Haré todo lo posible.

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