Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1045

-¿Lo de Naomí? -Simón frunció ligeramente el ceño y apretó un poco más la mano de Xenia, interrogó con cierto enfado,

-¿No te dije que no te metieras? ¿Acaso quieres ser una casamentera?

Inexplicablemente, Simón se acordó de su secretario, Rafael, que le había estado ayudando con la empresa todos estos días, y se preguntó si Rafael había aprovechado la oportunidad para conseguir a Naomí.

-No, nada de eso, Solo quiero hablarle de ella.

-Entonces, déjalo -Simón apretó sus labios antes de añadir-. Ya te dije el otro día que si tu hermano estaba interesado en ella, actuaría por su cuenta sin ayudas ajenas.

-Pero...

-Diego siempre toma lo que dices muy a pecho, y si le haces cambiar de opinión al escoger su pareja, ¿serás capaz de asumir toda responsabilidad?

Xenia obsevaba fijamente a Simón, preguntando seriamente,

-Me dices eso para ayudar a tu secretario, ¿verdad?

-¿Cómo?

-A Rafael también le gusta Naomí... ¿Es por eso que no quieres que yo sea esta casamentera?

Ante su sospecha, Simón enarcó las cejas al instante; en un principio la había detenido porque no quería que ella, una mujer embarazada, se preocupara todo el día por las relaciones de los demás; al fin y al cabo, cada uno tenía su propio destino. Y había una razón para todo, así que no era bueno que ella se entrometiera.

Tampoco se le había ocurrido ayudar a Rafael, porque ya lo había hecho una vez cuando estaba en el extranjero y se había enterado de que a Naomí no le interesaba Rafael. Además, Simón estaba muy ocupado y no podía atender a nadie más que a Xenia.

Simón le dio un toque en la frente de Xenia y respondió con cariño,

-¿En qué estás pensando? Esto no tiene nada que ver con Rafael.

-¿Entonces por qué me impides?

Simón la envolvió con la bufanda para evitar que se congelara y le preguntó con mucha seriedad,

-¿Pasamos mucho tiempo juntos después de regresar del extranjero?

-¿Cómo? -Xenia se desconcertó por sy pregunta- ¿Qué quieres decir?

-Responde a mi pregunta primero.

Xenia se lo pensó detenidamente, y la respuesta era negativa. Los dos se ocupaban en sus propias cosas, y realmente no tenían mucho tiempo para disfrutarse juntos, excepto por las noches...

Pensando en ello, tosió ligeramente, y preguntó,

-No, ¿y qué pasa?

-¿Tienes algo importante que decirme? -preguntó Diego mientras golpeaba con la punta de los dedos la mesa.

No había esperado llegar al punto tan pronto, y definitivamente Xenia no podía hablarle de Naomí. Cuando se estaba esforzando por organizar sus palabras que podrían resultar muy valiosas para contar a él, de repente se le ocurrió una buena idea: hablar de la última situación de Simón.

Tras de enterarse de que Simón estaba un poco mal y actuaba un poco raro, Diego inmediatamente se lo tomó muy en serio, aconsejando,

-Si ese es el caso, te sugiero que busques un especialista al que consultar.

-Estaba pensando lo mismo, pero... no se nota mucho.

-Este asunto puede ser más grave que parece, si se hubiera recuperado enseguida sin ninguna secuela estaría bien, pero tal y como está ahora, es aconsejable tomar un tratamiento. Xenia, ahora estás embarazada, no está bien que te preocupes por estas cosas, dejame hablar con él luego.

-¿En serio? -preguntó Xenia.

Volvió a considerarlo y pensó que funcionaría a lo mejor. Quizás Simón no tendría tantos reparos en hablar con su hermano. Al final Xenia asintió con la cabeza y dijo,

-Bien, te lo dejo a ti, hermano mío. Pero debes cuidarte y dejar de lado el trabajo. Además, a tu edad, de veras no vas a...

Diego sabía lo que iba a decir a continuación, e inmediatamente la interrumpió con una sonrisa en la cara, diciendo,

-Tu hermano ya es viejito, es mejor que no haga a otras chicas sufrir por mi culpa. Además, el amor ya no es tan importante para mí.

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