Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1065

Mateo tuvo la cara descontenta de lo que dijo.

-A ver qué dices, salí de hospital porque estoy bien. ¿Por qué me. tiene que cuidar la hija cuando voy al hospital? Pasó algo tan grave a señor Simón, ¿cómo es posible que no le visite?

-Basta, deja a tu hija ir, es causar molestas si vas tú.

Mateo agitó las manos descontento, quiso lucharse por sí mismo, pero. no tuvo remedio con Brisa.

Naomí lo escuchó al lado y le persuadió en voz baja.

-Papá, mamá tiene razón. No es conveniente para ir usted tan tarde, también tengo que encontrar una oportunidad de llevarte a casa. Es una molestia de la. ida y vuelta. Si te preocupes por señor Simón de verdad, espera hasta mañana. Que descanses bien esta noche y irás al hospital mañana para visitar a señor Simón.

Dicho eso, Naomí no hizo caso de los dos mayores, puso su bolso y cogió a Bernabé.

-Os molesto por cerrar el restaurante para mí, llevo a Bernabé al hospital ahora.

Bernabé giró la mano a Mateo y a Brisa obedientemente.

Naomí acabó de salir de la puerta del restaurante y fue a coger un taxi. No esperó que apareció una figura familiar antes de ella.

-¿Rafael, qué haces aquí?

¨¿No fue que estuvo en el hospital ahora?¨

Rafael oyó el sonido, volvió la cabeza y apareció una sonrisa cálida a los lados de labios.

-Sé que estás preocupada, por eso os recojo cuando tengo tiempo.

Él dijo vosotros, no tú, por eso. esta frase no dio presión a Naomí, además ella ahora también tuvo prisa por ir al hospital, pero ella no supo cuál hospital fue.

Era mejor que les recojo alguien, no hacia falta de hacer llamada.

-Subid.

Después de subir el coche, Naomí abrazó a Bernabé a su lado. El tiempo hacia frío ahora,ella también se preocupó por coger frío Bernabé, le revisó varias veces antes de salir.

-Si tienes sueño, acuéstate en mis piernas para dormir un poco, te despertaré cuando lleguemos.

Bernabé se frotó los ojos,-Tía Naomí, no tengo sueño.

Naomí se rio hacia él levemente y sobó su cabeza suavemente, -Buen chico.

Después, ella pareció que le. ocurrió algo de repente, levantó la cabeza rápidamente.

-No está bien, vienes aquí, ¿así no es que Xenia queda sola en el hospital? Ella estuvo embarazada, cómo puede...

-No hago cosas tan imprudente, señora Xenia tiene compañía ahora.

¿Si no, cómo se atrevió a marcharse del hospital?

Fue porque hubo alguien que estuvo cuidando a señora Xenia, Rafael ya se atrevió a salir.

¿Tuvo la compañía?

-¿Quién?

Cuando se marcharon, sólo hubieron los tres. Se marchó Rafael, ¿quién más estuvo acompañando a Xenia por allí?

Apareció un nombre de su mente, sólo debió ser él.

De todas maneras, siempre le importaba mucho las cosas de Xenia.

Ciertamente, Rafael quien condujo adelante después de escuchar su pregunta, se calló por un rato y empezó a decir lentamente.

-Diego.

Diego…

Esta palabra golpeó a la corazón de Naomí, casi el mismo tiempo, ella volvió la cabeza mirando hacia fuera de la ventana y no habló más.

Hubo decido a evitarle, no esperó que... fue a encontrarse con él dentro de poco.

Pero, ella fue a ver Xenia señor Simón, no le importó quién estuvo allí. Ella sólo necesitó fingirse como no le importó en aquel momento.

Por decir ese nombre, estuvo en silencio en el coche hacia un rato. Rafael también se arrepentió de eso, supo claramente que ese nombre tuvo algún sentido especial para ella.

¿Por qué le mencionó?

Un sonido de pasos rápido y desordenado sonó.

Diego giró la cabeza por lado, en el pasillo que estuvo vacío aparecieron tres figuras ese momento.

Rafael anduvo adelante, Naomí cogió a Bernabé le siguió atrás. Los tres caminaron juntos hacia aquí.

Las sombras de Naomí y Rafael se reunieron por la luz y luego se coincidieron.

Vio esta escena, Diego entrecerró los ojos oscuros.

Pasó una violencia por los ojos, rápidamente.

Naomí hubo planificado, ella fue a buscar a Xenia directamente después de llegar. No esperó que estuvo Diego solo en el pasillo vacío. Él que fue alto y guapo apoyó a la pared, pareció un poco solitaria su figura.

Ella le echó un vistazo y recogió la vista inmediatamente. Luego empezó a buscar a Xenia.

No la vio, pero tampoco preguntó a Diego.

Bernabé que estuvo a su lado tuvo el guiño agudo, llamó a Diego, -Tío.

-Sí. -Diego asintió con la cabeza y explicó, -Tu mamá está en el baño.

-Tío, ¿cómo está mi papá?

-Todavía está dentro, necesita una observación de 24 horas.

Su voz y tono fueron indiferentes, no se oyó ningún humor.

La vista de Rafael coincidió con la de Diego por un instante, luego se movió cada una. Diego apretó los labios finos, tampoco se supo a donde estuvo mirando.

Entonces el silencio embarazoso en el coche se transfirió al pasillo.

Bernabé miró a los tres adultos antes de él, se sintió cansado.

Desde la última vez que la puso a Tía Naomí en triste, no se atrevió a decir y hacer algo sin permiso. Antes, él creyó que él fue muy listo, pero luego se dio cuenta de que él no entendió nada de las relaciones de amor de los adultos.

"Ay, papá malo, ¿por qué entró en el hospital otra vez? Y tampoco estuvo aquí... "

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