Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1075

De verdad, estaba bien así.

Que así fuera de ahora en adelante. Escondió el amor a Diego en el fundo del corazón y no lo dejaría a la luz.

Sonó de nuevo el celular. Naomí descubrió que era el mensaje de Rafael.

-He salido del hospital, ¿dónde estás?

Naomí se quedó pasmada. Debido al nervio, se había olvidado de lo que dijo.

Naomí le contestó a prisa.

“Estoy en el camino, no me lleves especialmente, muchas gracias.”

Al recibir el mensaje de Naomí, Rafael se sintió amargo.

¿Ni una oportunidad de mostrarse?

Aun siendo eso, Rafael todavía estaba preocupado por la seguridad de Naomí, así que le envió el otro mensaje.

-Dame el número de placa, ten cuidado.

¿El número de placa?

Naomí frunció el ceño. ¿Él creía que ella tomó el taxi así que le pidió el número de placa? Naomí le contestó, -No hace falta, estoy en el coche del señor Diego, él va al hospital a encontrar a Xenia.

A Rafael le sorprendió mucho el mensaje, incluso lo revisó varias veces para asegurar algo.

Un rato después soltó una sonrisa, mientras miraba el mensaje.

Así era.

Cuando llegaron al hospital, Naomí vio a alguien conocido que estuviera no muy lejos después de bajarse del coche. Al principio, le parecía que se había equivocado, pero al prestar la atención, descubrió que era Rafael.

¿Era él?

Naomí supo que había salido del hospital al llamarla y pensaba que debería subir ahora, pero no sabía que todavía estuviera abajo.

Al verla, Rafael dio una sonrisa cálida. Bajo la luz de farola, la cicatriz en la cara se suavizó mucho.

-¿Qué tal?

Ante Rafael como así, Naomí se sentía un poco complicada.

Ella asintió con la cabeza, -¿Por qué no subes?

-¿Para qué subo? Quieres venir, por cierto, te espero aquí.

Alguien podía enviarla de paso, ¿por qué no podía esperarla por cierto?

Naomí se quedó sin palabras.

Ella se puso rojo por las palabras de Rafael, con las orejas calientes. Si no se equivocó, había dicho a Rafael que no le molestara antes de que ajustase la emoción.

Ahora él lo hizo…

¿Acaso él creía que ella ya había ajustado la emoción?

De verdad, hacía un poco Naomí estaba muy tranquila.

Pero después de ver a Diego, se quedaba confundida de nuevo.

-Señor Diego.

Cuando estaba pensando Naomí, Rafael lo llamó a Diego desde atrás y dijo con una sonrisa, -La señora Xenia está esperándole.

Diego asintió mientras le daba un vistazo ligero y luego subió directamente.

Al marcharse Diego, Naomí subconscientemente apretó la mirada en su espalda. De repente, Rafael apareció frente a ella y tapó la espalda de Diego.

-¿Tienes frío? ¿o hambre? Ya que los hermanos tienen algo para decir, ¿te llevo a comer algo? -aunque Rafael le preguntó, Naomí sentía que él ya había tomado la decisión.

Por supuesto, si Naomí lo rechazó, no se vería obligado a ir con él.

Pero Naomí no era una persona pesada. Si los hermanos tenían algo que decir, ¿por qué se metió como una persona insignificante?

Cuando la escuchó, Rafael se paró y giró la cabeza para verla.

-Sólo un plato, no debes estar agobiada mentalmente.

Pensando como lo que dijo, Naomí se quedó callado.

-Aunque te quiero, ¿no crees que te invito a comer a propósito? Sólo es que tengo hambre, ni quiero comer solo, así que te invito.

¿Así era? Naomí parpadeó ligeramente.

-Por lo tanto, no hace falta estresarse, recuerdo lo que me has dicho, no te preocupes.

Al escucharlo, Naomí se sentía aliviada sin razón.

Supo claramente que Rafael le quería durante mucho tiempo.

Debido a que se había enamorado de una persona, entendió perfectamente la tristeza. No querría hacerle daño a Rafael si nada podía darle. Estaba muy confundida.

Los dos llegaron al hospital y entraron en el ascensor, donde estaba tan silencioso que se podía oír las respiraciones.

-Rafael.

De repente, Naomí lo llamó.

Rafael dio la vuelta, -¿Qué pasa?

-No tardes mucho tiempo en mí, no vale la pena -Naomí levantó la vista, con dos ojos encontrados, eligió una forma más eufemística de rechazarlo-. Sabes que tengo alguien en mi corazón. Sólo perderás el tiempo si me solicitas. Te conocí desde hace muchos años, sé qué tipo de persona eres, eres realmente muy bueno, debes poder encontrar...

Antes de que terminara Naomí, Rafael la interrumpió.

-Naomí, si crees que soy una persona muy buena, ¿por qué no me darás una oportunidad?

Naomí se sintió asfixiadora.

Ella sólo quería rechazarlo cortésmente, sin saber que dijera eso.

Rafael dio unos pasos cercanos a Naomí y su existencia se volvió más fuerte, -Quizás, realmente podamos intentarlo, tal vez estemos hechos el uno para el otro.

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