Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1103

¡Ah! ¿Por qué no se lo devolvió?

Si ella no recordó mal, el bolsillo que puso las medicinas debió ser el mismo que puso el móvil. ¿Por qué le devolvió las medicinas pero el móvil no?

Al pensar así, Naomí estuvo muy deprimida. Pero no tuvo otro remedio de momento, de todas formas, se marchó ya. Ella sólo pudo usar el teléfono fijo de casa para llamar a Brisa.

Brisa escuchó que ella volvió a casa de anticipación, se dio cuenta de algo raro inmediatamente.

¿Qué te pasa? ¿Por qué vuelves a casa de anticipación si todo está bien? ¿No te encuentras bien Naomí?

-No, mamá, sólo que me siento cansada por pasear de fuera y hay muchos ruidos en el restaurante, por eso quiero volver a casa a dormir un poco secretamente, ¿está bien para tí?

Cuando habló, Naomí sacó la lengua hacia el teléfono y hizo mueca.

Resultó que pasó algo triste cuando hizo mueca, porque afectó las heridas y la dolió de hacer un frío grito sofocado.

-Naomí, ¿Qué pasó?-Brisa escuchó su suspiro detenidamente.

Naomí aclaró apresuradamente.

-Nada, nada, di un puntapié a la tapa de mesa con descuido, me duele...

-Chica, eres una adulta ya y todavía no sabes tener cuidado. Dar un puntapié a la mesa, ¿no es una cosa que hace una niña?

Brisa empezó a quejarse de su hija en otro lado del teléfono otra vez.

-Ay, mamá, ¿no soy de descuido? No se quejes de mí más, mis orejas van a tener las callosidades. Bueno, estoy cansada de verdad, quiero acostarme, te dejo.

-Vale, la chica jodida, sólo sabes holgazanear después de abrir el restaurante. Menos mal que tu padre y yo somos jóvenes y todavía podemos ser revueltas. Si seamos más mayores, no aguantemos tu jaleo.

-Mamá y papá sois los mejores, os quiero. Vale, no hablo más, hasta luego, besos.

Dicho eso, Naomí colgó el teléfono rápidamente, luego dio un suspiro y caminó hacia su habitación cojeando.

Ella se cambió de ropa y se acostó a la cama descansando.

Cerró los ojos después de acostarse, la cabeza llenó de lo que pasó en la sala privada.

El hombre que abocó un cigarro con una cara feroz agarró sus pelos y la arrastró hacia dentro de la sala privada con fuerzas, por fin la hizo ver todas las estrellas del cielo por una bofetada.

Mierda, cómo existió una persona tan violenta, fuera como una pesadilla.

Naomí entró en el sueño pensando en eso.

Por fin, todas escenas en su sueño fueron que ella fue pegada. Nadie la salvó en el sueño, sus pelos y ropas fueron desgarrados por alguien, tuvo diversas heridas en el cuerpo. Naomí grito en diferentes formas, pero nadie vino a salvarla aunque su garganta estuvo ronca por el grito.

-No, no... no me trates así, no vengas...

-Naomí, soy mamá, despiértate. -Brisa se sentó al lado de la cama y miró a la hija sintiéndose cariño. Cogió sus hombros levemente agitando y intentó despertarla.

Pero Naomí fuera como cayera en la pesadilla, no importaba cómo la llamó Brisa, ella todavía quedó dormida. Por lo contrario, la situación estuvo peor, ella gritó mientras llamó socorro.

-Naomí, eso es todo falso, despiértate rápido.

Naomí gritó en voz alta y por fin abrió los ojos.

Una vez abrió los ojos, todas las ilusiones horribles en el sueño desaparecieron. A cambio, fue la habitación iluminada y acogedora. No. hubieron las caras y voces disgustas alrededor, sólo hubo una cara moderada y preocupada.

Naomí no dijo nada, aunque su intención a lo mejor era buena, era incorrecto de ocultar eso de sus padres definitivamente. De todas formas, ellos fueron a preocuparse de verdad.

-Bueno, a ver cómo llores, ¿qué pasó? ¿Puedes decirme ahora?

Pensó un poco, por fin Naomí contó todo lo que pasó en el club a Brisa. Al principio, Brisa todavía pudo mantenerse en calma, escuchó lo que pasó luego, casi saliera el. fuego desde sus ojos. Entonces saltó directamente desde la cama y se abalanzó hacia fuera.

-Mamá, ¿qué haces? -Naomí aguantó el dolor de su pierna y bajó de la cama deteniéndola.

-No me pares, voy a matar estos cabrones. Se atrevieron a maltratar a mi hija, ¿realmente creen que yo Brisa soy nadie? ¡Cabrones, si no les mate, mi apellido no sea Garrido!

Peor para su propia hija, Brisa estuvo súper enfadada, incluso tuvo la intención de matar a las personas.

-Mamá, ellos han entrado en la comisaría, las policías van a tratar con ellos, no vaya a causar molestias.

-¿Qué pasa en entrar en la comisaría? Soy una madre, ¿no puedo defender por mi hija?

-Ellos serán castigados según la ley y recibirán los castigos debidos. No haga así, me duele la pierna, no puedo retirarte...

Brisa se quedó atónita después de escuchar eso, bajó la cabeza mirando la pierna de su hija.

-¿También tienes heridas en la pierna?

Naomí asintió con la cabeza, -está morada por el golpe, pero hice la radiografía, el médico dijo que no hubo problema de los huesos, estaría bien por descansar unos días.

Aunque estuvo muy enfadada, Brisa encontró que la pierna de su hija también estuvo herida, pues no dijo más sobre pegar a la gente, sólo pudo ayudar a su hija a sentarse en la cama y miró las heridas por ella.

-¿Segura que no tienes fisuras hueso? ¿Si es necesario que cambiemos otro hospital para hacer una radiografía? Es mejor de tener más cuidado.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón