Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1104

-No. es. necesario, mamá. Ese hospital es el mejor, muy profesional, no hace falta de cambiar otro.

Brisa asintió con la cabeza, pero todavía se preocupó, por eso la revisó otra vez. Después de asegurar que ella no tuvo más heridas, ya quedó tranquila.

-¿No te hicieron nada excepto los golpes, ¿no?

Naomí entendió sobre qué Brisa preguntó, y negó con la cabeza.

-Menos mal, todos estos malditos deben ir al infierno. ¿Sus padres no les enseñaron que no pueden hacer daños a las chicas? ¡Son realmente condenados cabrones!

-Mamá, no te enfades.

-Por cierto, hasta dicho que fue Miguel que te salvó?

-Sí, cuando mandé la comida a domicilio, me encontré con él que fue a buscar alguien allí. Luego a lo mejor que se diera cuenta de que no salí de allí, por eso vino a salvarme. Entonces llamemos a la policía y fuimos a la comisaría juntos.

-Es así, pues tenemos que dar gracias a señor Miguel la próxima vez. Si no fuera él, no podríamos imaginar en qué situación encontrarte.

En ese situación, nadie en la sala privada ayudó a Naomí, además todas las personas que la maltrataron eran hombres, se sintió desesperado y miedoso sólo por pensarlo.

-Sí, buscaré una oportunidad de agradecerle.

Por la noche, cuando Mateo se enteró de esta cosa, volvió a hacer la misma cosa que Brisa hizo por el día. Mateo estuvo más emocionado que Brisa. Fue a la cocina después de saberla, Brisa cogió su abrazo y le preguntó qué quiso hacer.

Mateo dijo que fue a matarles con el cuchillo.

Naomí que estuvo al lado apoyó la frente sin remedio.

-Papá, matar a una persona es ilegal, tú también vas a entrar en el cárcel.

Mateo, -¿Acaso mi hija fue maltratada y no hago nada?

-La hija ha dicho que les van a ser castigados según la ley. No necesitamos meternos en esto. A lo más encontraremos a alguien para darles una lección, les haremos saber que nuestra hija no es maltratada fácilmente.

Dicho eso, Brisa apuntó el cuchillo en la mano de Mateo.

-Ese cuchillo no se usa así, es para cortar el carne. Ponlo en el sitio que debe estar apresuradamente.

Mateo sólo pudo poner el cuchillo en la cocina.

Naomí quitó el sudor débilmente.

Menos mal que sus padres eran personas que escucharon persuasión y no eran extremados.

***

Naomí quedó en casa recuperándose todo el día, todavía no consiguió su móvil, tampoco se atrevió a llamar a su móvil, sólo pudo quedar en casa el día entero.

El. día siguiente, ella quiso ir al restaurante. Al principio, sus padres no estuvieron de acuerdo de eso. Luego Naomí juró que sólo fue a ver el restaurante sentada y la pareja por fin la permitieron.

Poque ella no fui al restaurante ayer, por eso los empleados la preguntaron sobre lo de ayer con curiosidad cuando ella llegó al restaurante. Naomí les contó poco levemente y les envío a trabajar. De todas formas, no era necesario de contar esta cosa por todas partes, tampoco era una cosa honrada.

Por eso Naomí dijo que se cayó desde la bicicleta eléctrica con descuido, por eso anduvo cojeando. Los. empleados eran delicadezas, la dijeron que quedó sentada hoy y no movió mucho si no hubo algo importante. Naomí fue conmovida por eso.

Por el mediodía, vino Miguel.

Cuando vio a Naomí, Miguel no aguantó subir las comisuras de boca.

-Lo siento señor Miguel, mis padres son las personas entusiastas y candorosas. Ellos le. agradecieron mucho después de saber que me salvó usted. Por eso... aportaron demasiado entusiasmo, siento mucho que le molesten.

-Los padres de señorita Naomí son muy sinceros, señorita Naomí, no necesitas pedir disculpa. Buscarte hoy es para otra cosa.

Naomí adivinó qué fue más o menos, con un nudo de nervios agarrado a los intestinos, movió sus labios y miró a Miguel morderse la lengua.

-¿Qué quieres decir?

Miguel la miró con una sonrisa, -¿Por qué no empiezas a hablar tú? ¿Qué opinión tienes ahora?

Naomí estuvo muy confundida, pareció que tuviera una opinión y también pareció que no. Por fin negó con la cabeza bajo la mirada de Miguel.

-No tengo nada para hablar, diga señor Miguel.

-¿No quieres decir algo? Bueno, parece que eres introvertida, pues es mejor hablar yo.

Naomí bajó los párpados, no le respondió.

-Primero, hablamos de este local. Ayer en la comisaría supiste que Diego y yo nos conocimos, la primera reacción era creer que él me buscó, ¿ y también yo te arrendé este local por él?

Naomí no dijo nada, los labios estuvieron apretados fuertemente.

Ella pensó así ciertamente aquel entonces, pero luego no estuvo segura de eso después de pensar más cuando llegó a casa. Según la personalidad de Miguel, ¿cómo era posible que él entregara la cosa de su favorita esposa a una persona así?

-Te digo la verdad, Diego me buscó realmente aquel momento, pero también le expresé nombradamente, si no pudieras llegar a mis requisitos, pues le daría vergüenza aunque eramos amigos por tantos años.

-Pero por fin, pasaste el examen, lo ganaste por tu capacidad y también el pensamiento fino.

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