Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1118

Naomí no supo qué decir. Escuchando las palabras directas de Carmen, se sintió demasiado nerviosa. Al mismo tiempo, Diego se fijó en Naomí.

Los dos se vieron.

-Vete.

Carmen empujó a Naomí, indicando que anduviera adelante.

Pero Naomí no se movió ni se atrevió a dar pasos. Dudando, miró hacia Carmen, que estaba sonriendo. Carmen le preguntó, -¿Qué pasa? El presidente Diego está esperándote delante. Si fueras más tarde, él entraría solo. Esta noche perderías la oportunidad y habrías venido en vano.

Después de escucharla, Naomí se dio cuenta de que ahora ella debería armarse de valor a dar pasos ya que le había prometido a Diego que asistiría al banquete como su pareja.

Como no quería irse, solo tuvo que adelantarse.

-Gracias.

Naomí respiró profundamente, se armó de valor y fue hacia Diego.

Diego era alto y guapo como si fuera rodeado de halo, que llamaba mucha atención.

Los que se presentaron en el banquete eran de clase alta, entre los cuales había padres que querían que sus hijas ampliaran el horizonte y conocieran personas importantes, como cita a ciegas.

Naturalmente, los que tenían hijas se fijaban en Diego.

Antes de que entrara Diego, muchas chicas ya prestaban atención en él. Entonces, algunos padres aspiraron y dijeron, -No lo mires. Ese hombre es demasiado obstinado, con quien no vas a tener buen resultado.

Otros añadieron, -Es verdad. Dicen que ha rechazado muchas mujeres y salvo su secretaria, nunca llega al banquete con pareja. Pero, también he escuchado hablar que la secretaria ya lleva muchos años casada y tiene hijos.

-¿Acaso no le gustan las mujeres sino los varones?

-Creo que es imposible ya que a su lado no hay varones sobrados. Lo horrible es que su horario es demasiado regular. Dicen que una vez el Señor Gerardo le invitó especialmente al palco y pidió muchas guapas, que lo sedujeron de todas formas, pero a él no le interesaron nada.

-Se ve que es imposible conseguirlo.

Algunas chicas insistieron y arrastraron la manga de su padre, -Papá, creo que la razón por la que se comporta así es que no se ha encontrado con su amor. Esto es la única razón si no tiene problemas en todos aspectos. No le interesan las chicas de antes, lo que significa que todavía no se ha encontrado con su medio naranja, ¿por qué no intentamos?

Al padre sus palabras le parecían muy tontas, pero él no supo qué decir. Tal vez era él quien la había mimado demasiado, por eso, ella dijo estas tonterías.

Cuando él quería reprocharla, una persona con quien recién habló se volvió y dijo a la chica, -Tiene razón. No hay hombres que no quieran las mujeres. ¡Esto solo pasará cuando la mujer no sea guapa! ¿Y por qué no lo intentas con ella? Podéis acompañaros mutuamente.

Las dos chicas se miraron y mostraron deprecio, pero pronto se fingieron muy simpáticas.

-Pues vamos.

-Vale.

Diego prestaba atención a Naomí todo el tiempo. Al principio, él se vio bien. Pero gradualmente, se puso molesto porque cuando ella estaba viniendo hacia él, de repente un hombre la detuvo y le sonrió como si estuviera hablando con ella.

Inexplicablemente, toldo esto molestaba a Diego.

Diego frunció la boca intensamente y se puso frío. Cuando estuvo a punto de acercarse hacia ella, las dos mujeres lo detuvieron.

-Presidente Diego.

-Hola, presidente Diego. Soy Débora Carballar del grupo Carballar. De lejos le veo a usted estar aquí. ¿Está esperando a alguien?

Se oyó un grito, -¡Ah!

Débora presenció que Covadonga fue lanzada y se cayó en el suelo muy embarazosamente, quien se había mostrado orgullosa hacia ella misma antes.

Todo el mundo se sorprendió que pasara este accidente, incluso algunas personas no sabían qué había pasado.

Algunas personas que vieron todo se regocijaron por la desgracia.

Obviamente, Débora era una de ellas.

“Huf, esa chica quería ser más cordial con él. Afortunadamente me he retirado”, ella pensó.

Pero Diego no volvió a ver cómo estaba Covadonga, porque le había advertido que lo soltara. Sea como sea, ella debía encargarse de todo lo que pasó después.

***

Naomí no había pensado que el hombre la detendría. Él dijo que como Naomí estaba sola, quería invitarle como su pareja.

Al comienzo Naomí le dijo cortesanamente que alguien estaba esperándola.

Pero después de que el hombre le preguntara, Naomí habló con tapujos. Por eso, él no la creía.

-Nadie te espera, ¿no? En realidad, no tengas miedo de mí, no soy malo. Es que veo que eres demasiado hermosa y me has atraído. Nunca he invitado a ninguna mujer a ser mi pareja y eres la primera.

Después de terminar de hablar, el hombre se creía que sus palabras eran tan bonitas que Naomí se sentiría conmovida.

Pero en ese momento, se oyó una voz, -¿Sí?

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón