Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1162

Antes que nada, ella era una madre.

Y luego era una partidaria de Naomí cuando estaba enamorada.

Si a esta persona le gustara su hija, no importaría las críticas sociales o los status familiares, siempre y cuando los dos estuvieran felices.

Pero desde que Brisa supo esto, ¿cuántas veces Naomí se había quedado triste? Ella lo sabía todo, y en la actualidad...

-Mamá, no me preguntes ahora, te diré si tengo resultado.

Naomí también percibió el cambio de Diego, pero todavía no estaba segura, después de todo, él no lo dijo claramente y no ella se atrevió a preguntarle.

En los últimos días, Diego le envió mensajes a ella todos los días en los que consultó su estado, lo que parecía que se estaba preocupando por su novia.

Probablemente era una cobarde. Todavía no se atrevió a preguntarle qué significaba ese beso.

Estaba muy molesta, y cuanto más pensaba en eso, más molestaba se sentía, por lo que decidió salir y tomar aire. Justamente podía visitar a Xenia, quien estaba embarazada y quedaba en casa. Ya había concertado una cita con Bernabé, y resultó que Simón no estaba en casa esta noche. Ella también podía contentar a Xenia quien se sentía aburrida en casa.

-Está bien, tienes tus pensamientos y soluciones. Solo sigue tu voluntad. Ni yo ni tu padre son personas irracionales. Además, después de que tu padre tuvo un accidente tráfico, solo desea que estés en felicidad. Incluso te metieras en el lodazal contentamente, él no te detendría.

Naomí no supo qué decir.

-Vete, ve a buscarle y cuídate.

-No voy a...

Ella se molestó en explicar más, ya que Brisa no lo escucharía de todos modos.

Naomí se arregló y luego salió de casa.

Los dos no se habían visto desde hacía mucho tiempo. La última vez que se vieron fue cuando la nueva tienda de Naomí estaba en funcionamiento, Xenia fue a visitarle, pero a medida que la barriga de Xenia se hizo cada vez más grande, no le quedó conveniente salir afuera.

Xenia no pudo evitar quejarse cuando vio a Naomí.

-Cuando estaba en el extranjero embarazada, no sintió tanto sufrimiento como ahora, aunque Simón no estuvo a mi lado. No sé qué pasa ahora. Parece que me convierto en una persona delicada. Naomí, ¿Acaso me encuentro delicada porque estoy embarazada de una niña?

Naomí sabía de esto. Xenia estaba embarazada de una hija. Todo el mundo estaba feliz después de saber que esta vez era una hija. Después de todo, ya tenían un hijo, y si hubiera una hija, tendrían de todo.

Xenia también estaba satisfecha de tener una hija e incluso le había dado un nombre de infancia a su hija.

-Suponen que las niñas deben ser más delicadas, ¿no? No te preocupes. De todos modos, estás a puntos de dar a luz. Cuando tengas un hijo y una hija, la vida será perfecta.

Originalmente Xenia estaba molesta por sus propios asuntos. Al escuchar el tono de admiración de Naomí, no pudo evitar mirarla. Bernabé era el corazón de Xenia, entonces ¿cómo era posible que no le dijera a ella sobre lo que había pasado sobre Naomí? Se enteró de lo pasado reciente entre Diego y Naomí por Bernabé.

Mirando a Naomí, Xenia sonrieron inconscientemente. El destino era realmente asombroso, ¿verdad?

Pensaba que se había separado de otros, pero, de hecho, no sabía cuándo se reunieron de nuevo.

Naomí y Diego eran así.

-¿Y tú? Ya he tenido de todo, y también tienes que hacer esfuerzos. Intenta tener buenas noticias también por el día en que mi bebé da a luz.

Al escucharlo, la cara de Naomí se sonrojó repentinamente y mencionó a Diego inconscientemente frente a Xenia.

-Yo, todavía está pendiente la relación entre yo y tu hermano. No lo menciones.

Xenia se rio temblando, -No mencioné a nadie, ¿por qué lo confesaste todo sin que nadie lo mencionara?

-... ¡Xenia!

-Te lo dijo Bernabé, ¿verdad? -Naomí dio una patada exasperadamente, con la cara y las orejas enrojecidas- Estaba diciendo tonterías. Fue lo que pasó hace un tiempo...

-¿Realmente eran tonterías? ¿No quieres intentarlo de nuevo?

Cuando pensaba en eso, alguien llamó a la puerta.

-¡Naomí! -al verla Bernabé corrió a abrazar el muslo de Naomí y dijo- Invitó también a mi tío para ti.

¿Cómo?

¿Diego vendría aquí?

-No lo invitas en nombre de mí, ¿verdad? -Naomí tartamudeó.

-En nombre de mi madre -Bernabé negó con la cabeza-. Naomí, quédate y almuerza con nosotros.

En cuanto a la relación entre Diego y Naomí, Xenia y Bernabé habían alcanzado un consenso que harían todo lo posible para que ellos se enamoraran.

Debido a que tenían trabajos de los que debía ocuparse, Diego llegó a la casa de Xenia puntualmente. Tan pronto como se sirvieron los platos, él entró por la puerta.

Al entrar, Diego vio una figura familiar sentada allí intranquila, se puso parado por un rato, y luego se comportó como de costumbre.

-¡Tío, bienvenido!

-Me apresuré aquí después de terminar los trabajos -Bernabé se le apresuró a pedir un abrazo, Diego lo levantó fácilmente, caminando hacia la mesa y explicando en un tono frío-. ¿Cuánto tiempo habéis esperado?

-Acabamos de sentarnos -Xenia estaba sentada con una gran barriga y respondió-. No esperamos mucho.

Naomí estaba a su lado no les hizo caso, fingiendo que no escuchó nada, bajando la cabeza, sin decir nada.

Xenia la miró con decepción.

Viendo el comportamiento de Naomí, ¿aún esperaba que ella pudiera tantear a Diego?

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