Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1174

Miguel sabía que Naomí y Diego estaban juntos por el señor Iker.

Las dos partes se reunieron mientras tomaban el té y, como mucho, se limitaron a asentir y charlar, pero el señor Iker vio a Miguel y se acordó de la niña que estaba antes con Diego. Conociendo la relación de Miguel con Diego, quiso subir a cotillear el tema.

Después de todo, tenía una bonita familia y dos hijos. Aparte de la grasa que tenía que perder, ahora sólo le interesaba los cotilleos.

Así que cuando vio a Miguel, el señor Iker no pudo resistirse a acercarse a él y hablar con él. Al ver que Miguel parecía no entender del todo la situación, el señor Iker se alegró de acariciar su palma con alegría y se apresuró a hablar.

-Señor Miguel, aunque usted y el señor Diego tienen la mejor relación, pero ahora parece que hay cosas que no sabe, jajajaja.

Miguel puso cara de desconcierto, sin entender por qué sonreía Iker. Pero no tenía prisa y miró al señor Iker con una ligera sonrisa, esperando tranquilamente a que le revelara la verdad.

Efectivamente, al ver que Miguel no iniciaba la pregunta, Iker le increpó con impaciencia.

-Mi mujer siempre me dice que corra para adelgazar estos días, así que salgo a correr todas las mañanas, pero un día me encontré con el señor Diego y ¿adivina qué vi?.

Miguel mantuvo la calma. La mente era bastante curiosa. "¿Qué le sorprendió tanto? ¿Será que Diego tiene una mujer de su lado?"

-Diego está siguiendo a una chica.

-¿Una chica?

Cuando escuchó esa palabra, Miguel pensó en alguien conocido. Sólo había una chica emparentada con Diego, que le importaba y que Miguel conocía.

-Sí, una chica, probablemente un poco mayores que mi hija. El señor Diego solía tener ese aspecto y pensé que pensaba estar soltero el resto de su vida. No pensé que fuera tan descarado como para enamorarse de una niña -el señor Iker seguía moviendo la cabeza después de decir eso.

Miguel no pudo evitar sonreír al escuchar esto.

-Iker, ¿es eso lo que le has dicho a la cara?

-¿Cómo es posible? ¿Cómo me atrevo? No me lo esperaba. ¿Es posible que esta joven sea más atractiva? ¿Por qué si no le iba a gustar a Diego? Qué extraño.

-Es el destino -Miguel levantó su taza de té y le dio un sorbo con un movimiento lánguido, diciendo con voz ligera, -El destino no lo explica nadie, sea una joven o una mujer madura, mientras a Diego le guste, es la mejor opción para él.

-Tienes razón. Pero, ¿por qué no te sorprende?

Ante sus palabras, Miguel sonrió débilmente y dejó la taza de té en su mano. -¿Tal vez porque esperaba que los dos estuvieran juntos?

Gritó Iker con disgusto, acusando a Miguel de faltar a la verdad.

-Me da vergüenza interrumpirte viendo lo feliz que estabas hace un momento.

Iker se quedó sin palabras.

Después del té, Miguel fue a la tienda de ramen por la tarde.

Algunos quisieron comentar, pero Bernabé ya había entregado el menú. Les daba demasiada vergüenza decir que no a un niño pequeño, sobre todo a uno tan guapo.

Después de pedir, Bernabé recupera su menú con una sonrisa en la cara.

-Muy bien, por favor, espere.

Cuando la gente se fue, alguien habló.

-¿Quién es este niño? Es demasiado guapo, no es el hijo ilegítimo de esa mujer, ¿no?

Alguien no pudo evitar mirarla fijamente, -¿Ella puede producir un niño tan guapo con ese aspecto tan ordinario?

-Tienes razón.

La recepcionista se quedó mirando la espalda de Bernabé, pensó un momento y dijo en voz baja, -¿no cree que este niño parece una persona?

-¿Cómo quién?

-Señor Simón del Grupo Freixa.

-¿Simón Freixa? -exclamó alguien.

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