Al escuchar esto, Diego, sin embargo, se mantuvo tranquilo como siempre, con un toque de frialdad en su rostro,
-¿Estás tan ocioso que hiciste un viaje especial hasta aquí?
-Oye, es cierto, es demasiado tiempo libre, así que he venido a ver a mi hermana.
-¿Hermana? -Diego entrecerró ligeramente los ojos, sin entender del todo el significado del epíteto.
-Sí, Naomí ya me llama hermano, ¿por qué no te cambias el nombre cuando me veas en el futuro? -En ese momento, Miguel no pudo evitar que se le dibujara una sonrisa en los ojos,-¿Cómo es eso, cuñado?
Naomí, que estaba al margen, se dio cuenta de que Miguel se estaba bromeando de Diego. Le había parecido bien que llamara a Miguel hermano, pero no esperaba que le hiciera una broma a Diego sobre esas cosas.
Era una broma que a ella le parecía bien, pero no sabía qué pensaba Diego de ello.
Con esto en mente, Naomí habló ansiosamente en nombre de Diego.
-Miguel, yo...
Antes de que pudiera terminar su frase, su mano fue tomada por Diego y entonces la interrumpió, -¿Cuál es la prisa?
Naomí se congeló y ladeó la cabeza para mirarle.
-Que sea una broma, no importa mucho.
Lo más importante era que la niña estaba bien a su lado, y el hecho de que le defendía así ya era lo más feliz para él.
Miguel miraba esta escena, dijo agrio, -Yo pensaba que aunque te enamores un día, definitivamente no eres el tipo de cuidar a las chicas, nunca pensé que puedes estropear más de lo que pensaba, ¡Naomí, este hombre no lo puedes encontrar ni en el futuro!
Naomí se sonrojó ante las palabras de los dos hombres y se sintió completamente incapaz de quedarse aquí, así que sólo pudo retirar la mano y decir, -Puede que haya un poco de trabajo abajo, así que bajaré a ayudar mientras vosotros dos habláis.
Con eso, y sin esperar a que Diego le pidiera que se quedara de nuevo, Naomí se levantó rápidamente y se fue.
Cuando ella se hubo ido, la cara de Miguel aún mantenía una sonrisa coqueta.
-Unas cuantas bromas y no se puede superar.
Ante sus palabras, Diego lo miró levemente, -Si lo sabías, ¿por qué lo dijiste?
-La vida es aburrida, hay que darse algo que hacer, si no sería aburrido, ¿verdad cuñado?
Teniendo en cuenta que el aniversario de la muerte de su esposa era dentro de unos días, Diego sólo podía empujar sus emociones más adentro de su pecho.
-¿Qué, hablas en serio? ¿Es el único que has decidido?
Después de la broma, la sonrisa en el rostro de Miguel no se había borrado del todo, pero la seriedad estaba claramente escrita en sus ojos cuando hizo las preguntas, -Como tu amigo de toda la vida me gustaría advertirte que con esta niña no se puede jugar, y si no puedes prometer que la tratarás bien de por vida, es mejor que no te metas con ella.
Diego le miró con impotencia, -¿Cómo sabes que no lo haré?
-¿Quién sabe si lo harás? Después de todo, has sido despiadado durante demasiado tiempo, y ahora que tienes una niña a tu lado, ¿quién sabe si de repente te vuelves loco y la abandonas más tarde? Aunque no la he visto mucho, puedo decir por su comportamiento que es una persona decidida a llegar hasta el final. Si alguna vez te equivoca o le rompes el corazón, me temo que no podrás librarse de ello el resto de su vida.
Estas palabras eran ciertas, y Naomí era realmente ese tipo de persona.
Diego acababa de estar con ella, pero también sabía que Naomí era increíblemente testarudo, de lo contrario no habría seguido enamorado de sí mismo durante tanto tiempo.
Pero como estaba con ella, estaba preparado para cualquier cosa, y no ocurriría nada inesperado o de otro tipo.
-Así que eso es -No es de extrañar que Diego no se extrañara en absoluto cuando Brisa dijo que Naomí estaba acompañando arriba con Miguel, -En realidad se conocen, así que esta tienda...
La mente de Brisa giró rápidamente y pensó inmediatamente en la repentina reducción del alquiler y en las circunstancias especiales del principio.
-Mamá, es cierto que se sinceró sobre este asunto y trató de ayudarme, pero el propio Miguel lo ha dicho desde entonces, diciéndome que confíe en mis capacidades, al fin y al cabo pasé su prueba personal cuando fuimos aquel día y cree que llevaré la tienda con esmero y está contento con ella ahora.
Brisa extendió la mano cariñosamente y acarició la cabeza de su propia hija y dijo suavemente, -No hace falta apresurarse a explicarlo, por supuesto que sabo que mi hija es brillante, pero principalmente quiero saber si él quiere ser bueno contigo, eso es todo.
Independientemente de que lo que hizo Diego hubiera servido para algo, lo principal era que lo hizo por su hija, y eso era un buen punto de partida.
Naomí se atragantó y su cara empezó a sonrojarse de nuevo.
-Él, por supuesto que se ha portado bien conmigo, no hablemos de eso.
-¿Eres tímida después de unas pocas palabras? ¿Por qué no fuiste tímida cuando entraste en la casa de alguien?
-¡Mamá!
Brisa se rio, -No más, no más, haz tu propia elección.
Media hora más tarde, Miguel y Diego bajaron a despedirse. Naomí miró a Diego e inexplicablemente quiso seguirlo, pero recordó que se había separado de él por poco tiempo durante el día, así que resistió el impulso de hacerlo.
Fue Brisa, a su lado, quien vio algo y le dio un codazo en el hombro, -Si quieres ir, sal.
Naomí se sonrojó y negó con la cabeza, -No voy a ir.
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