Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1199

Al saber que Gloria tenía que volver, Ariana frunció el ceño. Pero pronto ya la entendió porque la familia de Gloria era estricta y no le permitía llegar tarde. Si ahora Gloria no volviera, la reprocharía.

-Pues está bien. Cuídate. Cuando llegues a casa, escríbeme.

-No te preocupes. Es que tú… -Gloria vio a Rafael, que estaba comatoso, y sonrió hacia Ariana misteriosamente-. Una noche vale mucho. ¡Anímate!

¿Qué? Ariana ya no supo cómo responderla.

Antes de que Ariana la culpara, Gloria ya se fue a mucha distancia.

Y Ariana solo tuvo que meterse en la cabina vice y contó la dirección al chofer.

Ya era muy tarde, Ariana arrastró a Rafael a su casa y le tiró en el sofá. Ella estaba tan cansada que jadeaba mucho.

-¡Hijo de puta! ¡Tan pesado! Me muero de cansancio.

Después, se sirvió un vaso de agua y la tomó. Su corazón seguía latiendo muy rápido. Cuando salió de la cocina, al ver que Rafael se había caído al suelo, ella se quedó con los ojos abiertos.

Ya no tenía energía para moverlo otra vez. Ya que él se había caído en el suelo, pues Ariana lo dejó así dormir en el suelo.

Como Ariana había levantado a Rafael, ahora olía a alcohol. Además, después de que se echara Rafael, pronto la casa ya estaba llena del olor de alcohol.

Por eso, Ariana tuvo que abrir las ventanas y fue a ducharse.

No se cuidaría bien si fuera a ducharse cuando un hombre estaba en su casa. Pero como Rafael ya estaba muy borracho y no se movió nada como muerto cuando regresaron, Ariana no se preocupaba por esto. Cuando ella salió de la ducha, él todavía seguía echado en el suelo sin moverse.

¡Huf!

Si ocurriera terremoto, probablemente no se despertaría ni se escaparía.

Secándose el pelo, Ariana le dio puntapiés en la pierna a Rafael,-Oye, no te llevo a mi casa a propósito. Me he encontrado contigo y no puedo dejarte así tan borracho. También me temo que habría peligro si te echaran a la calle, por eso, te llevo aquí por compasión. Esta noche duerme aquí y vete mañana. No puedes decir lo que pasa esta noche a los demás.

Rafael no le contestó, solo frunció un poco el ceño.

-Además, esta noche, duerme en el suelo.

Ella continuó diciendo,-Si no me contestas, ¡significa que estás de acuerdo!

El pobre Rafael solo tuvo que quedarse en el sueño sin saber nada. Ariana entró en su habitación, se secó el pelo con secador y aseguró la puerta antes de acostarse.

Sea como sea, ahora en esta casa había un hombre borracho, ella tenía que cuidarse. Sería horrible si él de repente tuviera melopea y entrara en su habitación a medianoche.

¿Era por el alcohol que había tomado? Después de echarse en la cama, Ariana se sintió un poco incómoda en la cabeza. Tal vez como ahora había una persona más en casa, ella no se acostumbraba ni podía dormirse.

A la medianoche, se le ocurrió algo a Ariana. Ella se levantó, tomó una manta y salió de la habitación.

Al encender la luz, Ariana se sintió increíble porque Rafael todavía seguía echado en el suelo con la misma posición

Ella lo cubrió con la manta y murmuró,-Soy la única que es tan compasible que te ha llevado a casa y cubierto manta.

Entonces, Ariana se dio cuenta de que Rafael frunció el ceño. Con el sudor en la frente, se vio muy incómodo.

Ariana gritó hacia él,-¡Joder! ¿Te aprovechas de mí?

Pero Rafael no pudo escuchar lo que dijo ella sino murmurar algo. Ariana se inclinó a escucharlo.

-No te vayas… No te vayas… No me dejes…

Al escucharlo, Ariana mostró desprecio. Era fácil. Rafael había bebido mucho y estaba llamando a la chica que le gustaba.

-Suéltame. Te has equivocado por persona.

-No te vayas…

Ariana quería tirar la mano. Pero menospreciaba la fuerza de un hombre, en especial, un hombre borracho sin cuidar nada.

Aunque Ariana era fuerte entre las chicas, no era nada frente a los hombres.

Por eso, Ariana no pudo librar su mano de Rafael.

Solo tuvo que sentarse a un lado, mirando al vacío.

Como ella ya no intentó escaparse, Rafael se tranquilizó, pero seguía agarrando la mano de Ariana fuertemente.

Ariana le echó un vistazo y encontró que en realidad él se veía bien. Pero tenía una cicatriz en la cara, que quizá a la chica no le gustara. Por eso, ella no quería ser su novia.

Pero para Ariana, no sentía nada repugnancia con la cicatriz.

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